Acelerador de partículas
Muchos de nuestros lectores seguramente recordarán las noticias relativas a la construcción del Gran Colisionador de Hadrones, el mayor acelerador de partículas de que disponemos en la actualidad. Esta maravilla de la ingeniería moderna se terminó de construir en el 2008, y a partir de este año ha sido central en el avance de importantes investigaciones científicas. Pero ¿qué es un acelerador de partículas, y por qué son tan importantes?
Bueno. Hay que empezar por aclarar que las dos teorías de la física que más influencia han tenido en el siglo XX: la teoría de la Relatividad y la teoría Cuántica, aplican solo para objetos muy grandes, muy pequeños o que se mueven muy rápido. Como tenemos limitaciones claras a la hora de manipular objetos muy grandes, esto nos deja la posibilidad de trabajar con objetos muy pequeños y con objetos que se mueven muy rápido.
El acelerador de partículas, esencialmente, es un dispositivo que toma objetos muy pequeños (fotones, protones, átomos) y los acelera a grandes velocidades. Un haz de protones, por ejemplo, puede alcanzar el 99,99% de la velocidad de la luz en uno de estos dispositivos.
Al acelerarse, las partículas modifican su comportamiento (el tiempo pasa más lento para ellas, por ejemplo), y si se chocan dos partículas puede encontrarse qué elementos fundamentales las componen. Fue así, por ejemplo, que se descubrió que un protón o un electrón están a su vez compuestos por otras partículas más pequeñas (los quarks) cuando se creía que eran la partícula fundamental.
Un átomo puede ser pequeño, pero acelerarlo a la velocidad de la luz involucra considerable energía. Así, ¿qué sucedería si un átomo, o un grupo de átomos, golpearan a esta velocidad a una persona?
El accidente de Anatoli Bugorski
Pues bien, resulta que gracias a la mala suerte de un físico soviético, no tenemos que inventar hipótesis sobre esta pregunta, pues el 13 de julio de 1978 un error en el funcionamiento de un acelerador de partículas llevó a que este científico fuese golpeado en la cabeza por un haz de protones viajando casi a la velocidad de la luz.
Bugorski era investigador en el Instituto de Alta Investigación Física de la Unión Soviética, en donde trabajaba con el Sincrotón U-70, uno de los más importantes aceleradores de partículas de este país. Aquel 13 de julio el Sincrotón se había suspendido, pues tenía un error en su funcionamiento que Burgorski debía solucionar… metiendo su cabeza en el acelerador.
Y resulta que contra todas las probabilidades (o, quizás, producto de la acción de algún conspirador) justo en el momento que Bugorski metió la cabeza al acelerador el mecanismo de seguridad falló y un haz de protones fue lanzado a la cabeza del físico.
Según contaría más adelante, el científico no sintió nada, pero si vio un haz de luz “más fuerte que mil soles”. El haz entró por la parte de atrás de su cabeza y salió por su nariz; poco después la mitad izquierda de su cara se inflamó como una bomba y tuvo que correr a urgencias. No solo para que lo trataran, sino para que lo estudiaran.
La cantidad de energía que Bugorski recibió se determinó en alrededor de 2.000 Grays. Normalmente, una persona está muerta cuando recibe una cantidad superior a 5 grays, por lo que las expectativas de vida del físico no eran buenas. Sin embargo, como las partículas pasaron tan rápido por su cabeza nadie sabía a ciencia cierta si la energía habría tenido tiempo de dañar sus tejidos.
Contra todo pronóstico, Bugorski sobrevivió, la inflamación cedió y el científico sigue vivo en la actualidad, con 76 años. Sin embargo, perdió la audición en el oído izquierdo y eventualmente se paralizó la mitad izquierda de su cara. Así mismo, ha sufrido episodios de epilepsia asociados al evento.
Pero en últimas sobrevivió y pudo terminar su doctorado. Nadie lo hubiese creído posible.
Fuentes:
- https://qz.com/964065/this-is-what-happened-to-the-scientist-who-stuck-his-head-inside-a-particle-accelerator/
Imágenes: 1: curiosity.com, 2: allthatsinteresting.com