El Pensante

Anfibios: relatos de los Hombres-Rana

Misterio, hechos insólitos - agosto 3, 2016

Imagen 1. Anfibios: relatos de los Hombres-Rana

Apariciones

A lo largo y ancho del mundo existen relatos de incontables criaturas de naturaleza salvaje pero remotamente semejantes a los hombres. Ya hablamos en estas páginas del Agogve y de Almas, en lo que respectaría a los humanos “salvajes”, y de seres como el Popobawa, a medio camino entre hombre y monstruo. Pero ninguna de estas historias, por extrañas que sean, se compara con los relatos de los hombres – rana.

Al contrario que otros seres, estos no se encuentran circunscritos a una región en particular, sino que han sido avistados en diversas regiones, tanto en Europa como en América del Norte. Se trata de criaturas un tanto… peculiares. Veamos.

Los hombres rana

El primer caso del que existe registro fiable ocurrió en Estonia, en la región de Juminda, hacia finales de los 1930’s. Dicho avistamiento, sin embargo, parece no haber sido algo aislado, sino ser la culminación de una serie de eventos extraños ocurridos en décadas pasadas y que solo vivían en la memoria oral.

Aquel evento consistió en la aparición, ante dos testigos, de una criatura relativamente pequeña – de alrededor de un metro de altura – con una piel entre café y verdosa y un aire de batracio inconfundible. Sus ojos tenían pupilas alargadas y su boca se extendía de lado a lado de la cara. La criatura, al ver a los dos hombres, de inmediato se lanzó a la fuga con un andar torpe que recordaba al de un borracho, pero al encontrar agua pronto desapareció bajo la superficie.

Un caso semejante ocurrió en Illinois el 24 de septiembre de 1951. En este caso el individuo en cuestión no sólo presenció la aparición de la criatura, sino que quedó inconsciente sólo para despertar en medio de una especie de comité de 18 de estas criaturas que emitían sonidos que no le eran del todo claros. Paralizado, Harrison Bailey (aquel era su nombre) apenas pudo ver cómo se alejaban y, unas horas después, pudo moverse y volver a casa.

El caso de Harrison se asemeja mucho al de una abducción extraterrestre, con la diferencia de que las criaturas no tenían ningún aspecto extraterrestre, sino más bien el de una extraña sociedad subterránea, oculta a los ojos de los hombres.

En 1978, en Texas, ocurrió un encuentro muy semejante con tres criaturas con “cabeza de lagartos”. Así mismo, en California en 1983 una pareja que se encontraba paseando su perro encontró las extrañas criaturas que huyeron torpemente al bosque tan pronto como vieron que habían sido detectadas.

Explicar estos encuentros es difícil. La respuesta instantánea es que se trata de una sociedad al margen de la nuestra que ha hecho lo posible por permanecer en las sombras. Por qué, eso no lo sé.

Imagen: ageofruins.com