Antes y después de la mujer vampiro

Antes y después de la mujer vampiro

Hay gente que ha llegado al extremo, por su tremenda obsesión con transformar su cuerpo en forma extravagante. Una de ellas es la mujer vampiro. El antes y después de su cambio extremo, es sorprendente. Veamos:

Abogada de profesión y madre de familia


Su aspecto para muchos, es aterrador. Tiene el cuerpo totalmente cubierto con tatuajes, dilataciones y piercings, y una especie de cachos o bolas incrustadas en la cabeza. Ni qué decir de sus dientes, los cuales afiló en punta para quedar como un legítimo vampiro.

Su nombre es María José Cristerna, natural de México y abogada de profesión. Tuvo cuatro hijos a quienes educó en la tolerancia y quienes a pesar de ver en lo que se convirtió su madre, siempre la consideraron como tal y no la discriminaron. Pero el cambio fue radical e impactante. Cada vez que alguien se interrelaciona con ella, no deja de sentirse intimidado por su aspecto tan impresionante.

María José relata que desde muy joven se vio atraída hacia los tatuajes, pero realmente, su decisión de hacerle eso a su figura, se debió a un fuerte golpe emocional que sufrió cuando se separó de su primer esposo, quien según ella, acostumbraba a golpearla y lastimarla, pero tuvieron cuatro  hijos, de quienes ella quedó a cargo. Quiso que su transformación fuera un símbolo de la “lucha contra la violencia de género”.

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La mujer vampiro, fue criada en una familia ciento por ciento católica y educada en una institución religiosa. Cuando cumplió 17 años se casó vestida de blanco, como cualquier fiel de dicha religión. Pero su matrimonio no fue óbice para emprender sus estudios universitarios en Derecho.

Sólo fue hasta cuando ya cansada del maltrato intrafamiliar, decidió divorciarse y alterar su rostro por completo, queriendo asemejarse a un vampiro terrorífico. Pero aún con ese aspecto, sacó adelante a sus hijos: Guillermo, Silvana, Ismael y Samantha.

Su transformación se debió a un matrimonio fallido

Cuenta que la primera vez que se tatuó fue a los 14 años, pero sólo hasta culminar su carrera universitaria fue cuando comenzó a realizarse varios tatuajes, pues sentía que cada vez que se hacía uno, se sentía más libre. Pero al terminar su relación marital, fue cuando optó por modificar su cuerpo.

“Los cuernos que tengo son símbolo de fuerza. Son implantes que fueron colocados sin anestesia, el color de mis ojos los cambié porque era como realmente quería ser yo, y mis colmillos existen porque desde muy niña me encantan los vampiros”, relató la mujer en una entrevista.

Ella prefiere que la llamen “mujer jaguar”, en vez de mujer vampiro. Ha continuado todo este tiempo con las modificaciones y tatuajes, como el que se hizo en la quijada, similar al de las mujeres Maorí, para quienes significa la fuerza.

Resultó participando en diferentes exposiciones mundiales de Tatoo, donde ha sido de las participantes más sobresalientes del mundo entero. Inclusive, ganó un premio Guinness, con el título de “la mujer más modificada”. Nat Geo ha sido el medio que más la ha apoyado. 

Imagen: flickr.com

Bibliografía ►
El pensante.com (julio 30, 2016). Antes y después de la mujer vampiro. Recuperado de https://elpensante.com/antes-y-despues-de-la-mujer-vampiro/