Conocido por su despiadada manera de matar a sus víctimas y su famosa vida de artista, Alcalá desarrolló una carrera de artista en las Universidad de Los Ángeles y en Nueva York, en el NYU Film School.

Tejano de nacimiento, Rodney se desempeño como funcionario del ejército de Estados Unidos hasta que comenzó su carrera de fotógrafo en California, pues tuvo que abandonar a los militares por una serie de ataques nerviosos producidos por su “trastorno antisocial de personalidad” y “trastorno de personalidad límite”, características psiquiátricas que se agravarían en el Ejercito y nunca lo dejarían compartir una buena relación con otras personas, especialmente con mujeres.

La niña violada: primera víctima de Alcalá

Tali Shaphiro nunca se esperaría que en 1968, a sus 8 años de edad, un hombre la raptara para violarla. Fue un evento terrible del que se pudo salvar de milagro debido a una llamada telefónica de un vecino que describió a un hombre alto, con el cabello largo y un automóvil marrón a quien vio llevar a una niña en su cajuela. Este personaje era Rodney que fue el criminal que intentó borrar a la niña del mundo.

Los policías pudieron llegar a tiempo para salvar a la niña pero se encontraron con que el asesino se había fugado. No pudieron hacer más que contemplar una niña con la cabeza aplastada a varazos y con una prominente hemorragia vaginal.

Cornelia Michael

Rodney se fugó para Nueva York donde continuaría su carrera de artista en la misma Universidad donde trabajaba el famoso cineasta Roman Polansky, su nueva fama sería buena para ocultarse de su pasado criminal. Sintiéndose libre de la policía cometió su segundo acto de violación y su primer asesinato: esta forma de matar lo caracterizaría en toda su carrera, en la que sufrieron aproximadamente 50 mujeres según relató el asesino en su juicio final (aunque según algunos estimados podrían ser hasta 130).

Cornelia tenía una relación amorosa muy especial con su novio Leon Bornstein hasta que apareció Alcalá un día. Ella salía a escondidas con el asesino, quien la asesinó un día en su apartamento estrangulándola fuertemente para después violar su cadáver. Lastimosamente el FBI no lo pudo capturar por este crimen, y en lugar de ello imputaron los cargos a su novio, el que nunca se pudo librar de la cárcel, pues cuando atrapan a Rodney, Leon ya había muerto preso.

No se sabe a ciencia cierta como se libró de una condena por su último acto macabro, pero la policía pudo atraparlo para cobrarle la violación a la niña, aunque la pena que tuvo que pagar fueron solo 36 meses en rehabilitación, cuando salió del penal bajo libertad condicional. Entonces, Alcalá pudo continuar su festín con decenas de mujeres más

La larga lista de sus víctimas

Ellen Hover, Jill Barcomb y Georgia Wixted son algunas de las víctimas con las que este psicópata sació su sed de sangre. Comenzando por Ellen, una joven de familia adinerada               que sufrió las consecuencias del encuentro con este estrangulador que la ahorcó con sus propias medias veladas, dejándola medio viva para atormentarla hasta el acto final, momento en que le aplasta la cabeza con una piedra.

Las otras mujeres sufrieron iguales consecuencias. La muerte de ellas era muy parecida por lo que la policía podía coleccionar cada vez más pistas para atrapar al macabro asesino capaz de tanta atrocidad. No sólo estrangulaba este matón, su vicio sexual de violar a sus víctimas y tomarles fotografías antes y después del asesinato, fueron unas características claves de este rol asesino.

Muchas de sus otras víctimas terminaron con fuertes marcas de mordidas en los genitales y los senos, dando luz de otro rasgo de una personalidad muy agresiva y cruel. Los cuerpos de las pobres inocentes eran arrojados en el bosque donde usualmente eran hallados por guardabosques y alguaciles norteamericanos.

La verdad nadie sabía a ciencia cierta quién era el que hacia esto, ni siquiera la policía podía hallar al responsable: aunque Alcalá siempre fue considerado como un posible culpable de estos crímenes, varias veces se le dejó libre por falta de pruebas.

De estrella televisiva a violador detenido

En un programa televisivo muy conocido en Estados Unidos en los años setentas, fue recibido el famoso Alcalá para concursar por una cita con una chica. El concurso consistía en que Cheryl Bradshaw, una hermosa chica tejana tenía que elegir a uno de tres hombres para tener una relación amorosa, las preguntas eran muy personales y faranduleras, y para sorpresa de todos terminó eligiendo al fotógrafo que le dio mayor confianza: muchas de sus respuestas denotaban una persona sencilla y muy apasionante.

Lastimosamente para Alcalá, su cita no pudo consumarse, pues ella vio detrás de ese rostro alguien potencialmente peligroso. Así mismo, a partir de este momento el FBI pudo seguirlo más de cerca hasta que lo atrapó y finalmente lo sentenció. Nunca se logró conocer el número total de mujeres asesinadas por este cruel individuo.

Fuente de imágenes: 1: latimes.com, 2: taringa.net, 3: megaangelina90.wordpress.com