Las caricaturas, a medida en que ha pasado el tiempo, han ido perfeccionándose en técnica y proceso de elaboración. Antiguamente, la manera como se creaban tenía detalles bastante peculiares, curiosos y admirables. Veamos “cómo se hacían las caricaturas en la antigüedad”.
Un trabajo extremadamente árduo
Hace más de 40 años, los muñecos se dibujaban totalmente con la mano y los artistas debían cuidar mucho de que no se mancharan las obras, porque de ser así tendrían que volver a iniciar.
En los tiempos actuales, se utilizan programas de computadora para diseñarlos y el asunto se vuelve mucho más sencillo y dinámico.
Medio siglo atrás, sólo con la mano era posible colorear los personajes y por esa razón, en los primeros dibujos animados se aprecia un notable cambio de color de escena en escena.
Software especializado en diseño y animación, permiten ahora establecer los colores de los dibujos, con mucha más rapidez y perfección.
Para poder obtener una caricatura en movimiento, de una duración de tres minutos, se requerían cientos y cientos de dibujos y luego pasarlos rápidamente. Era demasiado tiempo el que se necesitaba para poder producir animaciones, debido a este motivo. Ahora, el programa sistematiza una serie de fotogramas y los dibujos se plasman rápidamente, para crear los movimientos.
Los artistas utilizaban el espejo y hacían muecas para a partir de allí, tomar un modelo para los muñecos graciosos y dar con el gesto apropiado. Los fondos se pintaban sobre una base de celuloide, con acrílico, tempera y hasta al óleo. Estos fondos son el contexto en el que se desenvuelven los personajes; caricaturistas como Wallt Disney o UB Iwerks, debían realizar miles de dibujos tan sólo para un capítulo, tanto de fondos como de caricaturas.
Un abundante listado de materiales, para tan sólo 8 minutos de duración
Sólo para un episodio de 8 minutos de duración, se necesitaba: 7 mil hojas de papel; 7 mil hojas de material celuloide. 160 láminas de cartón. Más de 50 lápices. Cerca de 20 pinceles; medio centenar de rotuladores. Por lo menos, cinco gomas borradoras. Una decena de plumillas estilográficas; unos 10 litros de pinturas y tinta china y aproximadamente, 1200 mts de película B&W.
Mucho antes que el cine, nacieron los dibujos animados. En el año 1877, Emile Reynaud creó el Praxinoscopio, inspirado en el zootropo que fue un aparato desarrollado en 1834 por Honer. Estos objetos permitían proyectar imágenes animadas en condiciones aceptables, con movimientos que no son cíclicos.
Pero la caricatura como tal, en su acepción moderna, surgió en Bolonia en el siglo XVI, en una escuela de arte fundada por los Caracci, una familia de artistas pintores. La diversión de los estudiantes de dicha academia, era pintar un retrato de los visitantes, adaptándoselo a algún animal u objeto y de ese modo, obtenían remuneración a cambio de su cómica personalización caricaturista. Los expertos consideran que Goya fue uno de los primeros en producir obras de caricaturas en España. Luego, en Inglaterra, apareció la modalidad de la caricatura política, a modo de protesta social.
Definitivamente, uno de los artes más complejos.
Imagen: reservaseventos.com