Una guerra civil inconclusa
En esta tercera entrega de “Batallas que cambiaron la historia”, queremos traer a colación la gran batalla de Naseby que se dio entre el Nuevo Ejercito Parlamentario y el rey Carlos I de Inglaterra, durante la guerra por el poder en la famosa Revolución Inglesa del siglo XVII.
Cuando el rey cerró el Parlamento, no pensó que ellos llegaran a tener tantos seguidores: el rey quería imponerse como Monarca absoluto sobre el pueblo inglés y eso significaba acabar los partidos políticos que no dejaban operar libremente a la nobleza. Los atacó y quiso sacarlos del país, pero los parlamentarios se organizaron, se abanderaron y tomaron Londres con un ejército de 13.000 hombres.
Fue desde 1642 que comenzó el inicio de las hostilidades, nadie sabía quién ganaría, pues los parlamentarios habían tomado mucha fuerza y se veían fortalecidos para atacar al rey. Ambos ejércitos buscaban evitar la batalla lo más que pudiesen, pero la crisis alimenticia y las epidemias aceleraban la prisa entre los soldados por enfrentarse y acabar la infeliz guerra civil.
El rey Carlos no estaba debilitado a pesar de la pérdida de poder, aun así quería destruir de una vez a los parlamentarios y lanzó fieros ataques contra las ciudades que los apoyaban por 3 largos años. Pero con el tiempo el rey había perdido credibilidad en el exterior y los parlamentarios fueron apoyados por dineros enviados desde otros países como Francia o España.
Los roundheads o “cabezas redondas”.
Los hombres de Thomas Fairfax buscaban la revolución pero usando otras tácticas menos sanguinarias que las de los realistas, solían atacar en guerrillas y también entraban a los pueblos para hablar sobre la situación política, recibiendo así mayores adeptos. Cuando el rey tomaba un pueblo, obligaba a los hombres a luchar, sin que supieran nada, además cuando encontraba oposición política les mandaba cortar la cabeza en plaza pública.
Farfax y sus hombres crearían el ejército de los roundheads y recibirían amaestramiento de buenos estrategas para 1643. Con todo preparado tomaron una de las grandes fortalezas donde pensaban hallar al rey: Oxford.
Los soldados iban armados con mosquetes de mecha que era muy difícil disparar por el mecanismo primigenio que sería mejorado hasta crear los fusiles, además la caballería era muy rápida y eficaz, por lo que lograron tomar la ciudad de Oxford en horas, aunque con la desdicha de ver que el rey no estaba porque se había ido a asediar Leicester, ciudad de bandera parlamentaria.
Leicenster no sólo fue tomada y pacificada, dejaron al rey en una muy buena posición y sin problemas de alimento para alimentar las tropas, por ello fueron a Naseby en busca de enfrentar a los parlamentarios.
El encuentro y la batalla
Los dos ejércitos se dieron cuenta de la proximidad que estaba uno del otro y fue el ejército del rey el primero en avanzar hacia el sur, cerca a la ciudad de Daventry a 6 km del poblado de Naseby donde tomaría lugar la batalla.
El 14 de Julio los cabezas redondas suben hasta Red Hill, una colina más cerca a Naseby y ese mismo día empieza una de las más grandes batallas de la historia.
Los soldados del hijo del rey, el comandante Roberto del Rin, fueron enviados a perseguir a los parlamentarios al creer que estos estaban escapando, pero Farfax sólo buscaba una mejor colina.
La infantería realista nubló los campos y se lanzó de lleno contra el grueso de los piqueros, salpicando la colina de cadáveres y sangre. Los cuantos mosquetes realistas fueron masacrados por la caballería dirigida por el teniente Oliver Cromwell y luego se alejaron para buscar una mejor posición de batalla.
El peor error que pudo cometer Roberto fue perseguir con sus dragones (élite de Caballería) a la caballería de Cromwell, pues la infantería quedó suficientemente frágil y eso lo aprovechó Farfax para atrapar las filas de los soldados realistas.
Al volver la caballería del rey era demasiado tarde, los dragones no pudieron salvar a la infantería y tuvieron que escapar de lo que se avecinaba. Fue tan fuerte la derrota que tomaron 5.000 hombres realistas, 12 cañones de asedio y el tren de bagaje, donde estaban las cartas del rey a su esposa.
Además tomaron más de 8000 armas y más de 112 banderas, haciendo con esto una victoria total sobre el rey.
La derrota del rey y el fin de la Monarquía absoluta.
A pesar de que el rey escapó a salvo, la derrota sobre sus soldados había sido total, sabía que si lo agarraban los parlamentarios seguramente lo ejecutarían, así que escapó a toda marcha hacia Escocia. La batalla había dejado a los parlamentarios mejor que nunca y ampliaron sus filas con milicias locales, asegurando el control sobre las regiones que aun se levantaban a favor del rey.
Pero fue cuestión de tiempo para que el rey se entregara y se llegaran a acuerdos que cambiarían el rumbo de la historia de Inglaterra en beneficio del pueblo inglés. Farfax con el tiempo sería un reconocido político que dejaría una huella en la posterioridad de la historia.
Imágenes: 1: routeyou.com, 2: enciclopediahistoria.com, 3: batallashistoricasjavi.blogspot.com.co