Ashoka Vardhana (Pataliputra, India, 304 a.C – ?, 232 a.C). Líder Político, Noble y Tercer Emperador de la dinastía Maurya, en la India, quien gobernó entre el año 269 y el 232 a.C. Es reconocido por haber adoptado el Budismo como religión propia y del imperio, siendo clave para la extensión de esta fe a través del territorio indio, razón por la cual, para los budistas, Ashoka ocupa el segundo lugar de importancia, después del mismo Buda. Su reino se extendió hasta los actuales Afganistán, Bengala y Mysore, así como hacia Iran, en Occidente; regiones que logró tomar, no por la espada, sino por la conquista del dharma.
Vida temprana
Se conoce muy poco sobre su vida, ya que los datos que se tienen sobre este emperador han sido recuperados de las numerosas inscripciones, en diferentes lenguas, como el magadhi, el brahmi, el griego y el arameo, que el mismo Ashoka mandó a grabar sobre rocas y pilares, a lo ancho y largo de todo su imperio, y que lograron ser traducidas a partir de 1837, siendo su primer traductor el filólogo y arqueólogo James Prinsep.
Según la información recabada de estas inscripciones, Ashoka debió nacer en el año 304 a.C, en Pataliputra, India, en el seno de la dinastía Maruya, siendo el nieto de Chandragupta Maurya, fundado de esta dinastía, e hijo de Bindusara y la emperatriz Subhadrangï. Igualmente se cree que tenía otros hermanos, por parte de la unió de su padre con otra mujer. Desde su juventud se formó como militar, distinguiéndose como un gran cazador y un temerario guerrero. Desde temprana edad fue el responsable de mantener el control de las provincias.
Después de la muerte de su padre, en el 274 a.C, se desató una lucha por el poder, entre los distintos hijos, quienes se consideraban herederos del trono. Según una antigua leyenda, Ashoka mató a sus hermanos y asumió el poder, siendo coronado finalmente en el 269 a.C, después de cuatro arduos años de luchas sucesorias. Una vez coronado se dedicó a extender los territorios de su imperio, llegando a dominar gran parte del continente indio, salvándose de su opresión sólo las zonas muy al sur, entre las que se encontraba el territorio actual de Sri Lanka.
Conversión al budismo
En medio de sus guerras de conquista, marchó sobre el reino de Kalinga, ubicada en la costa este de la India, zona actual de Odisha y Andrha, asolando su población, en una batalla que se cobró la vida de más de cien mil personas. De acuerdo con las inscripciones, cuando Ashoka entró a la ciudad conquistada y vio la destrucción de la que había sido responsable, su victoria se volvió remordimiento. Una leyenda budista dice que mientra Ashoka caminaba atribulado en medio de los restos de Kalinga, escuchó a un monje budista de nombre Upagupta, quien recitaba un mantra, pidiendo protección a Buda. Ashoka habló con este monje, en busca de consuelo. Interesado en saber más acerca del budismo, comenzó su conversión a esta religión.
Reformas reales
Renunció a sus prácticas sangrientas y decidió vivir y reinar bajo los preceptos budistas de la compasión y la no violencia hacia los hombres y animales. Abandonó la espada, y decidió poner en práctica la “conquista por el dharma”. Abandonó los lujos. Prohibió la caza, el sacrificio del ganado y el uso de animales védicos. Igualmente vetó el uso culinario de la carne en el reino. Abrió escuelas y hospitales para hombres y animales por todos sus dominios. A través de los caminos de su reino plantó higueras para darle sombra a los caminantes, y árboles de mango, para proporcionarles frutas. Se decretó la construcción de pozos, para garantizar agua a los viajeros y se construyeron casas de descanso para hombres y animales a lo largo de las carreteras del reino. Promulgó la tolerancia religiosa, manteniendo buenas relaciones con otros grupos, especialmente con los hindúes, de quien se cree también haya incorporado algunos preceptos a su propia filosofía. Incentivó el respeto hacia los mayores, los padres, los maestros y los mendigos, así como la amabilidad hacia los sirvientes y animales de carga.
Instauró la figura del dharma mahamatras, funcionarios dedicados a propagar la moral, no obstante con el tiempo entendió que la virtud no puede ser decretada por la fuerza, así que aconsejó a sus súbditos a meditar, declarándolos a todos como sus hijos. Construyó varios monasterios y stupas en honor a Buda. Así mismo, comenzó también la tarea de difundir sus edictos y enseñanzas a través de su reino, para lo cual decidió grabarlos en pilares y rocas, en varios idiomas, ubicados en sitios claves, como rutas comerciales, centros religiosos, entradas de ciudades importantes, de manera de asegurarse que su mensaje llegara a la mayor cantidad de personas. En ellos se podía leer la historia de su reinado, así como mensajes sobre la importancia de ejercer la piedad.
Años finales y legado
De su vida personal poco se conoce. Según las inscripciones se cree que existieron dos reinas, Vidisha Mahadevi, su primera esposa; y Shakyakumari Asanshimitra, con quien tuvo a los gemelos, su hijo Mahindra y su hija Sanghamitra, quienes según algunos escritos fueron claves para la conversión de las poblaciones ubicadas al sur del continente, con especial énfasis sobre Sri Lanka. Igualmente, las inscripciones hablan de otros tres hijos: Kunala, Yalauka y Tuara.
De igual forma, se desconocen las circunstancias de su muerte. Su reino le sobrevivió solo por cincuenta años. Sin embargo, su influencia continúa hoy en día en la cultura india. Su creación, la “Ashoka Chakra” (Rueda de la Justicia) forma parte de la bandera de la India, desde su independencia, conseguida en 1947, mientras que su sello el León de Ashoka, tallado en el pilar Sarnath, se convirtió en el sello del Estado actual de India, entre otras grandes influencias de este emperador, primero en la Historia en conseguir poder sobre otros territorios, a través de la conversión de sus súbditos, lograda en base a la piedad.
Fuente de imagen: eifrf-articles.org