Eusebio Blasco Soler (Zaragoza, España, 28 de abril de 1844 – Madrid, España, 25 de febrero de 1903). Escritor, Poeta, Dramaturgo, Periodista y Político de origen español, quien se estableció como una referencia en las Letras españolas, en donde cultivó una fecunda obra, en los ámbitos de la Dramaturgia, el periodismo y un poco menos la Poesía.
Primeros años
De acuerdo a sus biógrafos, Eusebio Blasco Soler nació en Zaragoza, España, el 28 de abril de 1844, convirtiéndose en hijo de una reconocida familia aristocrática de la región, dirigida por su padre, de quien se sabe también fue un célebre Arquitecto. Así mismo, Eusebio Blasco Soler contó con el destino de ser hermano de Ricardo Blasco Soler, quien también se dedicó a la Letras, en específico a la Dramaturgia, sin contar con el mismo talento y originalidad que su hermano Eusebio.
Estudios universitarios
Con respecto a sus primeros años de estudio, según reportan algunas fuentes, Eusebio Blasco Soler vivió y estudió su ciclo primario y secundario en Zaragoza, entrando bastante joven a la facultad universitaria, en donde para seguir los pasos de su padre, iniciaría estudios en Arquitectura. Sin embargo, al poco tiempo, su verdadera vocación por la palabra escrita afloraría, haciéndolo tomar la decisión de abandonar su primera carrera, para empezar su carrera como periodista.
Inicios como Dramaturgo
De esta forma, la pasión por las Letras, lo llevarían a iniciarse muy joven, con apenas 18 años de edad en el semanario La Fritada, publicación satírica, que le permitió a este precoz escritor publicar su primera obra de teatro, la cual llevaba por nombre Vidas ajenas. Un año después, el destino guio sus pasos hacia Madrid, en donde colaboró activamente en publicaciones como La Discusión, entre otras de diversos tipos y géneros, demostrando su gran capacidad para adoptar distintos registros y géneros. Así mismo, los años en Madrid lo acercarían a importantes figuras de las Letras españolas, algunos de los cuales se convirtieron en sus amigos cercanos. Ejemplos de ello lo constituyen Julián Gayarre, o el poeta Gustavo Adolfo Bécquer, con quien tuvo oportunidad de compartir durante el año 1866.
Carrera periodística
Después de un breve exilio obligado, entre 1867 y 1869, cuando debió partir a París, huyendo de la represión que se había desatado en contra del Partido Demócrata, del cual era miembro, regresó a España, en donde a través de distintas influencias políticas y familiares, consiguió asirse con el cargo de corresponsal periodístico en el canal de Suez, contando con la oportunidad de cubrir la inauguración de éste, mientras se encontraba ejerciendo sus funciones periodísticas.
Pasos en la política
Sin embargo, el alcance de sus relaciones sociales no se detendría ahí, sino que lo impulsarían directamente al cargo de Secretario del Ministro de Gobernación, el cual ejerció bajo el mando de Nicolás María Rivero, hecho que mejoró sobre manera su ya acomodada vida. Durante los años siguientes su círculo de amistades comenzó a llenarse de algunos de los más importantes políticos del momento, tal como Ruiz Zorilla, Arrieta o Emilio Castelar. El roce con estos políticos, así como sus funciones ministeriales operaron un cambio en la ideología de este dramaturgo español, quien abandonó sus esperanzas liberales y demócratas, abrazadas con gran pasión durante su juventud, para convertirse en un ferviente defensor de la ideología conservadora y monárquica. No obstante, esta nueva postura le reconocería con grandes triunfos, entre los que cuenta el de haber alcanzado el puesto de Director General de Correos.
Vida en París
Poco después de haber dejado el puesto de máximo director en el Correo, este Dramaturgo español marchó hacia París, Francia, donde pasó cerca de trece años, tiempo en el cual siguió rodeándose de la flor y nata de la sociedad cultural y política de la ciudad de la luz, llegando a visitar incluso a la propia reina Isabel II. Durante sus años en suelo francés, Eusebio Blasco se entregó a desarrollar otra de sus facetas como intelectual y hombre de Letras: la redacción, área que desarrolló en lengua francesa, para la publicación Le Figaro, dejando testimonio de su gran talento en francés. Así mismo, durante estos años siguió con esmero trabajando su propia obra escrita. Igualmente, tuvo oportunidad de convertirse durante algún tiempo en secretario de Manuel Bueno, célebre escritor español.
Años finales
A su regreso a España, se dedicó activamente a la vida cultural, en especial a aquella desarrollada en torno al Ateneo. Así mismo persiguió la idea de seguir escalando escaños políticos, presentándose incluso como candidato en 1899 al Congreso, por parte del partido socialista católico, sin embargo, las elecciones no le fueron favorables. Igualmente, viajó por Europa y América a las principales ciudades, como Nueva York, Italia y París, a donde siempre regresaba, viajes que aprovechaba para nutrir y dedicarse de lleno a su obra escrita. Finalmente, falleció el 25 de febrero de 1903, en Madrid, España, en su casa.
Obra escrita
Dentro de sus principales obras, los cuales abarcan géneros diversos como Poesía, Teatro, Crónica y Relatos de Viaje, se encuentran las siguientes: Recuerdos, notas íntimas de Francia y España (1894); Mis contemporáneos. Semblanzas varias (1886); Los curas en camisa (1866); Los dulces de la boda (1872); Busilis: relación contemporánea (1881); Cuentos aragoneses (1905); Arpegios (1866); Soledades (1876); Poesías festivas (1880); Epigramas (1881); El joven Telémaco (1866); Pablo y Virginia (1867); La corte del rey Reuma (1886); Los dulces de la boda (1871); El baile de la condesa (1872); La procesión por dentro (1873); La rosa amarilla (1877); Moros en la costa (1879); La posada de Lucas (1882); Un joven andaluz (1874) y Juan de León (1895).
Imagen: placa conmemorativa, ubicada en la ciudad de Zaragoza, España / fuente: wikipedia.org