Francisco Pizarro (Trujillo, España, alrededor de 1476 – Lima, Perú, 26 de junio de 1541). Líder militar, explorador y conquistador español, reconocido por acompañar a Vasco Núñez de Balboa en el primer avistamiento, por parte de Europa, del Océano Pacífico, así como por su incursión en el territorio peruano. Comandó la invasión al Imperio inca, el sometimiento de su pueblo y la ejecución de su emperador Atahualpa.
Vida temprana
Se cree que nació un 16 de marzo entre 1471 y 1476, en el seno de una familia muy humilde, siendo hijo de un noble llamado Gonzalo Pizarro Rodríguez de Aguilar y Francisca González Mateos, quien era dama de recámara que la hermana de éste. No obstante, Pizarro nació fuera de la unión matrimonial, por lo que no gozaba de los derechos de hijo legítimo. Al llegar a su juventud decidió alistarse como soldado, y seguir los pasos de su padre, quien había servido en las guerras de Italia. Maravillado con las historias que llegaban del Nuevo Mundo, decidido a embarcarse en una expedición.
Viajes al Vuevo Mundo
En 1502, finalmente, partió hacia las Américas, como parte de la tripulación al mando de Nicolás de Ovando, quien había sido nombrado por la Coron nuevo Gobernador de La Española. Se conoce muy poco de sus primeros años en el Continente. En 1508, emprendió una expedición con Alonso de Hojeda, que lo condujo hasta San Sebastián de Urabá, situado en el actual territorio de Colombia. No obstante, los españoles encontraron fuerte resistencia por parte de los indígenas, quienes se les enfrentaron, produciendo importantes bajas.
En 1510, cuando los hombres y los recursos no eran suficientes, el mismo Hojeda se trasladó a Santo Domingo, en búsqueda de refuerzos. No obstante, no regresó. Al cabo de 50 días, Pizarro y los otros hombres decidieron emprender ellos mismos el viaje hacia Santo Domingo. En el camino de regreso, se encontraron con Vasco Núñez de Balboa, uniéndose a él en su aventura por conquistar y someter la región del Darrién, ubicada en el actual Panamá. Pizarro asumió el poder como segundo al mando de la expedición.
Incursión en el territorio Inca
Durante los próximos años, Pizarro acompañó a Vasco Núñez de Balboa a través del istmo de Panamá, y estuvo junto a éste cuando divisó por primera vez el Océano Pacífico. Después del arresto de su líder por parte de Pedro Arias de Ávila, Pizarro permaneció en Panamá, donde fue designado como Alcalde y logró hacerse de una pequeña fortuna. Entusiasmado con las leyendas sobre el oro y las riquezas que había encontrado Hernán Cortés en los territorios aztecas, Pizarro se asoció en 1524 con Diego de Almagro y el sacerdote Fernando de Luque, a fin de partir en una nueva expedición hacia los territorios del sur del continente.
Exploraron las riberas del río San Juan y continuaron explorando la costa oeste de América del Sur. La segunda expedición partió en 1526, en esta oportunidad, Pizarro y sus hombres llegaron a la ciudad inca de Tumbes. Los conquistadores se asombraron ante el oro que encontraron en esta ciudad, donde escucharon a sus habitantes hacer referencia a un poderoso emperador, que gobernaba en una ciudad ubicada en las montañas. Creyendo que se trataba de una poderosa metrópolis azteca, Pizarro decidió aventurarse en su búsqueda.
Consciente de que necesitaría más hombres y recursos, Pizarro partió rumbo a España, a entrevistarse personalmente con el rey Carlos, para solicitarle su apoyo. El soberano le concedió el cargo de Gobernador sobre las tierras que conquistó y la ayuda que solicitó. En 1530, al mando de unos 160 hombres, emprendió su tercera expedición, llegando hasta al territorio cercano a Guayaquil. En 1532, lograron acceder hasta Tumbes, la cual encontraron destruida, como consecuencia de la Guerra Civil inca, que llevó al enfrentamiento entre las fuerzas de Huáscar y Atahualpa, hijos del emperador Huayna Cápac, quienes se enfrentaron por el poder, después de la muerte de éste. Los incas no consideraron a los españoles una amenaza. Sin enfrentárseles, estos continuaron su camino.
Conquista del Cusco
En el año 1532, durante el mes de noviembre, Pizarro y sus hombres llegaron a Cajamarca, donde reinaba Atahualpa, quien le había ganado la guerra y el poder a su hermano Huáscar. El 16 de noviembre, Atahualpa y Pizarro se reunieron para conocerse. No obstante, ante la negativa de Atahualpa de aceptar la religión católica y la autoridad del Rey, los españoles atacaron a los incas, en lo que resultó ser una trampa, que derivó en la muerte de cientos de indígenas. Atahualpa fue tomado como rehén, y a pesar de darle a los españoles la cantidad de oro y plata solicitadas, fue condenado a muerte, siendo ahorcado el 29 de agosto de 1533, trayendo como consecuencia la rendición de los incas de esta ciudad. Pizarro siguió su camino hacia el Cuzco, principal ciudad del imperio inca, la cual pudo invadir fácilmente en noviembre de 1533. Desde ese momento, dedicó su trabajo a acumular riquezas para la Corona y para su propio lucro.
Años finales y legado
El 26 de junio de 1541, Pizarro herido muerte, durante el levantamiento de los seguidores de su socio Diego de Almagro, con quien había roto relaciones por diferencias en cuanto a las riquezas a repartir. Algunos historiadores señalan que antes de morir, Pizarro dibujó con su sangre una cruz en el suelo, la cual besó, antes de expirar.
En cuanto a su legado, al igual que con los otros conquistadores, se presenta una ambigüedad, ya que si por un lado fuer responsable de producir el encuentro de la cultura española con la inca, no se puede dejar de tomar en cuenta los cientos de habitantes originarios asesinados y esclavizados, así como la masiva extracción de recursos naturales. No obstante, en términos generales, Pizarro es considerado uno de los hombres más influyentes de la historia, debido a las grandes implicaciones económicas, culturales y sociales que conllevaron su expedición.
Fuente de imagen: biografiasyvidas.com