Jesús de Nazaret, Cristo o Jesucristo (Belén, Judea entre el 2 y 6 a.C – Jerusalén, 33 d.C). Líder religioso y Profeta, considerado uno de los hombres más influyentes de la Historia. Sus seguidores lo señalan como el fundador del Cristianismo, una de las tres más grandes religiones del mundo, y la encarnación en la Tierra de Dios De su vida, en sentido histórico, poco se conoce. Se sabe de él sólo a través de los documentos bíblicos, conocidos como evangelios canónicos, escritos por Lucas, Mateo, Marcos y Juan, los cuales no son propiamente biografías.
No dejó ningún documento escrito. Tampoco se conocen detalles sobre su fisonomía, a pesar de ser una de las personas más representadas en pinturas, dibujos y esculturas. Occidente divide su historia de acuerdo al momento de su nacimiento, ubicando los acontecimientos antes y después de Cristo.
Primeros años
Según algunos investigadores, Jesús debió nacer entre los años 2 y 6 a.C en la ciudad de Belén, Judea, es decir, unos años antes del momento señalado en principio. Los evangelios señalan que su madre era una virgen llamada María, comprometida con un carpintero de nombre José. Sin embargo, para los cristianos, Jesús es producto de la inmaculada concepción. En sentido humano, pertenece a la casa del rey David.
Mateo sitúa el nacimiento de Jesús, el Cristo, en la era de Herodes El Grande, quien al ser avisado de la llegada de un líder que amenazaría su reinado, ordenó la matanza de todos los niños menores de dos años. Dios alertó a José, a través de uno de sus ángeles. Huyeron hacia Egipto, donde permanecieron hasta la muerte de Herodes.
De su infancia poco se conoce. Lucas cuenta cómo a los 12 años, Jesús se separó de sus padres durante una peregrinación hacia Jerusalén. Fue hallado en el templo discutiendo las Escrituras. No obstante, es la única referencia. Se sabe que de adulto se dedicaba a la carpintería. Su vida pública comenzó a los 30 años, después de ser bautizado por Juan, el bautista, quien lo proclamó Hijo de Dios.
Inicio de su Misión
Luego de esto, Jesucristo se retiró a meditar al desierto, lugar donde los evangelios narran que se le presentó Satanás, para tentarlo. Resistió a las tres tentaciones ofrecidas. A su regreso, se dedicó a viajar por varios pueblos, consiguiendo sus primeros discípulos. Su primer milagro ocurrió en Caná, donde Jesús asistió con su madre a unas bodas. En medio de la celebración, el vino se acabó. Su madre le pidió ayuda. Después de la primera negativa, Jesús pidió que le trajeran recipientes llenos de agua. De acuerdo a este capítulo bíblico, convirtió el agua en vino.
El Sermón de la Montaña
Comenzó a predicar sus enseñanzas. La Biblia habla del uso de parábolas y de la realización de varios milagros, los cuales hicieron que muchos le siguieran. En una de esas reuniones, Jesús proclamó sus “Bienaventuranzas”, reflexiones sobre la humildad y el amor. Los cristianos conocen este discurso como el Sermón de la Montaña. Comenzaron a llamarlo Mesías, figura anunciada en las Escrituras judías, la cual vendría a salvar al pueblo de Dios.
Entrada a Jerusalén
Una semana antes de la Pascua, del año 33, Jesucristo llegó a Jerusalén. La gente se lanzó a las calles a alabarlo con hojas de palma, circunstancia que sirve de base a la tradición cristiana del Domingo de Ramos, fecha que conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Durante su estancia, resucitó a Lázaro y anunció públicamente la destrucción del Templo, el cual reconstruiría en tres días, los teólogos creen que se refería a sí mismo, y no al Templo, como creyeron los sacerdotes, quienes decidieron idear un plan para apresarlo. Acordaron con uno de sus discípulos la entrega. La historia cristiana señala que el precio de Judas fue 30 piezas de plata.
La última Cena
Reunidos para la cena de Pascua, Jesús anunció a sus discípulos lo que estaba por venir. Este momento de los evangélicos es crucial para el máximo rito cristiano, ya que al partir el pan y compartir el vino, Jesús instituye el sacramento de la Eucaristía, por medio del cual el hombre incorpora en sí a Dios.
Se dirige entonces con sus discípulos al Huerto de Getsemaní. Los evangelios dan cuenta de su angustia humana ante lo que sabe, pidiéndole a Dios que apartara de él «ese cáliz» amargo. Un grupo de soldados, guiados por Judas, llegó a apresarlo. Sus discípulos trataron de defenderlo, pero Jesús lo impidió, entregándose.
Juicio y cruxificción
Fue llevado ante Poncio Pilato, gobernador de Judea, acusado de proclamarse “Rey de los Judíos”. Pilato lo envió al rey Herodes, quien se lo devolvió. No encontrando ninguna falta, se resistía a juzgarlo. Los sacerdotes lo presionaron recordándole que declararse rey era ir contra el emperador. Pilato se lavó las manos en público, salvándose de toda responsabilidad y ordenó la crucifixión.
Fue golpeado y humillado, en su cabeza fue puesta una corona de espinas y en su cruz, en tono de burla, fue colocado un letrero que decía INRI (Rey de los Judíos). En el momento de su muerte, los evangelios dicen que el cielo se oscureció y un terremoto resquebrajó la fachada del templo. Su cuerpo fue llevado a una tumba, sin poder prestarle ritos funerarios, por ser ya viernes en la tarde, principio del día de descanso judío.
Resurrección
El domingo en la mañana, algunas mujeres llegaron hasta la tumba para preparar el cuerpo, pero la encontraron vacía. Los evangelios cuentan que Jesucristo resucitó y se le apareció a sus discípulos, infundiéndoles valor y llamándolos a predicar su palabra. Cuarenta días después, en el Monte de los Olivos, anunció la venida del Espíritu Santo y ascendió a los cielos.
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