Patricio de la O (Santiago de Chile, Chile, 30 de diciembre de 1946). Artista y Pintor de origen chileno, reconocido por su tratamiento novedoso del paisaje, logrado en sus obras, a través del empleo de técnicas mixtas como óleo, acuarela, acrílico, collage, fotografía y otros elementos gráficos, con los que -de acuerdo a los críticos de arte- imprime distintas texturas y dimensiones, que le otorgan a su composición otra perspectiva y naturaleza. Igualmente, introduce en sus pinturas franjas que cruzan el paisaje, las cuales son interpretadas por los especialistas como alusiones a estructuras abstractas y en algunos casos artificiosas, que no dejan de relacionar con su interés en el diseño gráfico.
Vida temprana
Patricio de la O nació el 30 de diciembre de 1946, y es natural de la ciudad latinoamericana de Santiago, capital de la República de Chile. Comenzó su formación artística, en el año 1962, cuando ingresó a la Escuela de Bellas Artes de Santiago de Chile, donde tuvo la oportunidad de estudiar bajo la tutoría de Eduardo Martínez Bonatti y José Balmes. Seis años después, en 1968, obtuvo la licenciatura en Artes, mención Pintura. Al año siguiente, reingresó a esta institución, pero con el papel de Docente, convirtiéndose en ayudante de la Cátedra de forma y Color. Un tiempo después fue designado como Profesor de Expresión Gráfica.
Estadía en Argentina
En 1973, se trasladó a Buenos Aires, Argentina, donde continuó sus estudios en Pintura, esta vez a cargo de Luis Felipe Noé. Durante su estadía en el país sureño, Patricio de la O incursionó en el mundo de la publicidad gráfica, trabajando para importantes medios impresos como el diario La Opinión y la revista Zig-Zag, en la que se desempeñó como diafragmador. Igualmente, se inició en el mundo editorial, siendo Director de Arte de la Editorial IARA.
Cinco años después, decidió regresar a su país natal. Desde entonces, Patricio de la O se ha dedicado a la docencia, dando clases en reconocidas casas de estudio, como la Universidad Católica, la Universidad de Playa Ancha y la de Finis Terrae, así como al desarrollo de su obra pictórica.
Reconocimientos
Su gran talento como pintor lo han hecho merecedor de varios premios y reconocimientos, entre los que se encuentran el Premio de Pintura de Feria de las Artes Plásticas, con el cual fue galardonado en 1964; así como el Primer Premio del Concurso Anual de la Corporación Edilicia de Santiago, recibido en 1982; y el Premio Embajada de España, Concurso «Pintando Providencia», el cual logró en 1983. De la misma manera, se hizo merecedor en 1982 de la Beca de la Corporación Amigos del Arte; y de la Beca FONDART, la cual recibió en 1990.
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