Tomás Carrasquilla Naranjo (Santo Domingo, Antioquía, Colombia, 17 de enero de 1858 – Medellín, Antioquía, Colombia, 19 de diciembre de 1940). Narrador y escritor colombiano de principios del siglo XX, el cual es reconocido por sus historias enmarcadas en las localidades mineras colombiana.
Primeros años
Tomás Carrasquilla nació en la población de Santo Domingo, ubicada en la Provincia de Antioquia, en el actual territorio de Colombia (conocido en ese momento como República de la Nueva Granada) el 17 de enero de 1858, convirtiéndose así en el hijo del ingeniero civil Rafael Carrasquilla Isaza y su esposa Ecilda Naranjo Moreno, quien le enseñaría a Tomás el amor a la Literatura.
A pesar de que no se tienen muchos datos sobre los primeros años de la vida de este autor, se sabe que comenzó su educación en una escuela de Santo Domingo, mientras se levantaba rodeado del ambiente de la industria minera, el cual llegó a conocer bien, gracias a que su padre trabajaba como ingeniero para ellas. Así mismo, algunos biógrafos han señalado que ya para este momento el joven Tomás se había enamorado de las letras.
Igualmente se tiene información de que durante los primeros años de este escritor, tuvo que mudarse con su familia a la Concepción, pueblo netamente minero, en donde Tomás fijaría en su memoria elementos que luego usaría para tejer sus historias.
Años de estudio
Así mismo, cuando este autor cumplió los dieciséis años se trasladó a la ciudad de Medellín, capital de la provincia de Antioquia, donde ingresó al Colegio Preparatorio de la Universidad de Antioquia, matriculándose en Derecho. Sin embargo, tres años después, en 1877, la Guerra Civil obligó a esta institución a cerrar sus puertas. Tomás Carrasquilla se retiraría entonces como los otros estudiantes, pero a diferencia de algunos compañeros, no regresaría nunca a culminar su carrera.
Por el contrario, volvió a su pueblo natal y aprendió un oficio, dedicándose a ejercer de sastre, así como a realizar alguno que otro negocio. Sin embargo, esto sería temporal, pues sus biógrafos han señalado que para el año 1879 asumió el cargo de Secretario del Juzgado del Circuito, y doce años después ya ejercía como Juez Municipal.
Carrera literaria
Sus pasos en el mundo de las Letras también habían sido firmes, logrando para el año 1888 su ingreso al grupo Casino Literario, que en ese momento era liderado por Carlos E. Restrepo, quien en 1910 se convirtió en Presidente de la República. Igualmente, en 1892, Tomás Carrasquilla también participó de la creación de la biblioteca pública de su pueblo natal. En esta época también dio un salto importante en su producción literaria, escribiendo su primera novela: Frutos de mi Tierra, cuya motivación primordial era demostrar que un escritor podría tejer una historia novelesca con temas comunes y corrientes.
Igualmente, durante la última década del siglo XIX, Tomás Carrasquilla visitó por primera vez la capital del país, Bogotá, a fin de editar y promocionar su novela. En este viaje tuvo la oportunidad de conocerse personalmente con el poeta José Asunción Silva, otro grande de las Letras colombianas, sin embargo, Carrasquilla sintió antipatía por este autor, así como por esta nueva ciudad, por lo que regresó pronto a su pueblo.
Sin embargo, poco tiempo después, sufrió un accidente en caballo que lo inmovilizó por dos meses, reposo que vivió en Medellín. Durante estas desventuras, produjo algunos de sus cuentos más destacados: Blanca, Dimitas Arias y su reconocida narración A la diestra de Dios Padre, el cual fue adaptado a Teatro posteriormente, por el director Enrique Buenaventura, convirtiéndose en un verdadero éxito de las tablas nacionales e internacionales. De la misma forma, se sucedieron durante las primeras décadas del siglo XX algunas de sus obras más reconocidas, viviendo años de verdadera productividad. Por ejemplo, solamente en 1903, este autor produjo El ánima sola; El padre Casafús; El baile blanco; Salve, regina.
No obstante, en 1904, la vida lo sorprende con un traspié, cuando el Banco Popular de Medellín declara su quiebra, dejando a este autor en una situación económica precaria, que lo obliga a buscar un trabajo en la mina de San Andrés, en la cual asumió el cargo de Encargado de Provisiones, entre los años 1906 y 1909. Años estos en los que su producción literaria sufrió una disminución considerable, pero necesario si se piensa que sirvieron para dotar a este escritor de aún más elementos reales con los cuales nutrir sus cuentos. Sin embargo, sí existieron cuentos, como Entrañas de niño y su segunda novela Grandeza.
Para 1914, superada su crisis económica, Carrasquilla retoma su fuerza literaria, y participa como columnista en el diario El Espectador, de Medellín, así mismo se involucró con la bohemia antioqueña, y aun cuando no había disfrutado de su primera experiencia, el destino lo vuelve a llevar a la ciudad de Bogotá, donde asumió un cargo en el Ministerio de Obras Públicas. En esta ciudad, también publicaría algunos de sus cuentos en periódicos de la capital.
En 1920, tenía un año de haber regresado a Medellín, año en donde publicó su novela Ligia Cruz, la cual fue hecha por medio de entregas en el diario El Espectador. De esta época datan también sus cuentos El hijo de la dicha; Los Cirineos; El superhombre. Así mismo verían la luz consecutivamente los siguientes textos: Homenaje a José Asunción Silva (1922); Copas (1923); El Zarco (1925); La marquesa de Yolombó (1926).
Últimos años
Sin embargo, en 1926, un accidente circulatorio provocaría en el escritor una crisis que le produciría una parálisis y una ceguera total. No obstante, como siempre había preferido dictar sus obras, en lugar de escribirla, este percance de salud no interrumpió su creación, pues durante este tránsito produjo su afamada trilogía Hace tiempos, la cual está compuesta por tres distintos tomos: Por aguas y pedrejones; Por cumbres y cañadas; Del campo a la ciudad. Obra que es considerada su última gran creación.
Diez años después, en 1936, la Academia Colombiana de la Lengua homenajeo a Tomás Carrasquilla, convirtiéndolo en Premio Nacional de Literatura y Ciencias José María Vergara, siendo laureado también con el título de Primer Novelista Colombiano. Finalmente, el 19 de diciembre de 1940, Tomás Carrasquilla llegó al fin de su vida, en su amado Medellín, luego de varios años de un precario estado de salud. Aun cuando es señalado como un autor costumbrista, los críticos modernos han vinculado su verbo con el siglo de Oro Español, considerándolo uno de los mejores narradores y novelistas que ha nacido sobre suelo colombiano.
Imagen: elespectador.com