Dicen popularmente, que “no hay que creer en las brujas, pero de que las hay las hay”. Testimonios ha habido desde tiempos remotos, pero la ciencia ni la religión han podido comprobarlo cabalmente ante el mundo entero. No hay pueblo, localidad o ciudad donde no se sepa de algún hechicero o hechicera, pero hasta ahora salió públicamente una mujer a confesar que siempre ha sido una bruja y todos los detalles. Ésta es su historia:
Este suceso acaeció en Irlanda, en 2016. Una mujer anciana se dirigió hacia los principales medios de comunicación y pidió que la dejaran confesar algo que iba a ser de interés general y que le ayudaría a ella, a liberarse de algo que la ha oprimido durante casi toda su existencia. Entonces, confesó abiertamente y sin ambages que era una bruja de verdad y que había rendido culto al diablo durante todos estos años, al punto en que según ella, se convirtió en una de las mujeres del demonio.
Su nombre: Parlatrochka karkovena, conocida por toda la región como “la bruja de Knocknarea”. Días antes de su excéntrica entrevista, manifiesta haber experimentado una intensa emoción de arrepentimiento, porque sintió que su muerte estaba muy próxima y venían a su mente los recuerdos de todos los maleficios y víctimas mortales que su presunta magia negra habría causado. En una de las entrevistas dijo:
“Hago esto porque quiero advertir a la humanidad, que quien practique estas hechicerías, sufrirá toda la vida. He debido pasar por muchos dolores y la vida me ha dado golpe tras golpe, por todas mis brujerías. Ahora pido perdón antes de morir”.
Uno de los aspectos de este misterioso oficio, es que para que una bruja tenga poder, necesita pactar con demonios y entidades infradimensionales, de acuerdo con las explicaciones de Karkovena. El problema para los pactantes, es que luego con los años el precio se vuelve impagable y sólo con el alma se saldan las deudas.
La brujería en el presente
En los diferentes periódicos, medios y especialmente, internet, ahora abundan toda clase de personas que dicen poder realizar amarres de amor, atraer la suerte, el dinero y otros fines. Claro está que se trata de un enorme negocio, porque cada consulta y trabajo puede llegar a costar una fortuna. De ese modo, gentes obsesionadas con algún amor imposible, o personas enfermas y agobiadas, son atrapadas por este mercado, acompañado de las ventas de toda clase de artilugios, velas, talismanes y mucho más.
Los historiadores atribuyen a África el origen de la brujería, donde presuntamente habría surgido hace 25 mil años. Desde esas tierras milenarias, se habría expandido por todo el planeta y ha estado en discordia con las religiones cristianas que la atribuyen a un culto demoníaco para causar el mal. Las brujas se hicieron muy famosas en Europa en la Edad Media, donde eran protagonistas de toda clase de eventos impactantes especialmente en el sur de Francia, España, Alemania e Italia.
Los pueblos amerindios chamánicos
Pero no cabe la menor duda de que el continente donde más casos se han podido registrar en los últimos tiempos, es en América. Todos los pueblos indígenas son conocedores de la magia con los elementales y según los dogmas religiosos, a eso se le denomina brujería. En Haití por ejemplo, hasta la misma constitución política prohíbe esta clase de prácticas como la nigromancia, etc.
Los antropólogos creen que estos ritos fueron traídos al continente americano, por los esclavos africanos que trajeron en el periodo de la Conquista, estructurando lo que hoy se conoce como santería y voodoo. Sin embargo, los habitantes citadinos tienden a ser escépticos ante este tema, pero abundan los consultorios y negocios donde llegan clientes a pedir maleficios, ocasionar peleas, enfermedades, o hasta la misma muerte a sus enemigos, además de pedir que se les adivine el futuro y se les arregle la suerte.
Todo esto fue muy perseguido en tiempos de la Inquisición. En el año 1320, el papa Juan XXII impuso la ley de acabar por cualquier medio con brujas y hechiceros, ya que los calificaba de seguidores de Satanás. Muchas personas fueron ejecutadas en la horca y en la hoguera por este curioso crimen. William Monter, un prestigioso profesor de la universidad de Northwestern, de Estados Unidos, afirma que se llevaron a cabo más de 35 mil ejecuciones, en su mayoría en el centro de Europa.
La creencia sigue muy arraigada hasta nuestros días. Por ejemplo, en República Democrática del Congo, se han conocido mas de 50 mil casos de niños abandonados por sus padres, porque creen firmemente que se trata de re encarnaciones de brujos malignos.
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