*AVISO PERTINENTE: Este artículo no es apto para menores y contiene imágenes impactantes que pueden herir la sensibilidad
A continuación os muestro una serie de fotografías espeluznantes que han llegado hasta mí por correo electrónico. En ellas se muestra la secuencia del descuartizamiento de una persona fallecida por un grupo de personas en lo que parece una reunión bastante divertida para ellos. Al final, aparentemente cocinan el cadáver y se lo comen en lo que se podría catalogar como una verdadera merienda campestre antropófaga.
En este caso, las imágenes no valen más que las palabras puesto que la realidad de estos hechos dista bastante de lo que pueden aparentar a simple vista tan macabras imágenes.
Lo primero que me ha parecido un poco raro es que ningún tipo de información acompañara a las fotografías, así que me he puesto a investigar un poco con los pocos datos que he podido sacar de ellas. Poca cosa he encontrado, pero suficiente para entender que quizás la intención esté sacada de contexto, porque en realidad, no se trata de una merienda de caníbales sino de unas clases de anatomía forense o antropología al aire libre en Tailandia.
Los que visten de blanco son alumnos y profesores, que por lo que parece ser no es la primera vez que diseccionan un cadáver humano. Los que visten de uniforme pertenecen a la South Pattaya EMS, de la Sawan Rescue, que viene a ser como una mezcla de protección civil, bomberos y policía. En este caso, posiblemente se trate de personal sanitario de la mencionada división que quizás están ampliando conocimientos.
Como se puede apreciar en algunas fotos, están en un cementerio. Es muy posible que el único modo que tengan estas gentes de investigar los secretos de la anatomía humana sea éste. Y también es muy posible que el cadáver en cuestión sea uno de los muchos cadáveres anónimos y sin reclamar que lleguen hasta el cementerio en cuestión, siendo aprovechado por estos peculiares grupos de investigación antes de ser enterrado o quemado. Pese a que la práctica parezca aberrante, podemos recordar que el robo de cadáveres para el estudio médico fue algo común incluso en los países más civilizados hasta bien entrado el siglo XX.
Cierto es que el asunto no es para tomárselo a broma y diversión como parecen hacerlo algunos de este grupo, pero quien sabe, quizás tomaron unas copas de más antes de comenzar el descuartizamiento.
Al final, tras la dura tarea matutina, la reunión termina con una comida en el mismo cementerio. En la olla no están los restos del cadáver, aunque la interposición malintencionada de las fotografías pueden hacer pensar que sí. En fin, todo sea por la ciencia, aunque según se ve, este grupo se saltó por completo las clases de higiene y esterilización. Dios y la Reina nos libren de ir a Tailandia y tener que ser operados de urgencia.
Otra información referente cuenta que en la zona también tienen la costumbre de que los familiares «pelen» el cadáver de sus familiares difuntos para guardar los huesos en el osario familiar. En algún foro he encontrado que esto es precisamente lo que están haciendo en las fotografías. Personalmente tengo mis dudas, no sobre la práctica (que es bastante común en muchos lugares), sino a que esta sea la que se muestra en la secuencia. A parte de que no se ven muy apenados, la mayoría lucen emblemas médicos en sus ropas. Me quedo con la primera opción.