Uno de los casos que más suele confundir a los hablantes del Español, a la hora de registrar un texto por escrito, son las denominadas palabras homónimas, es decir, aquellas que tienen exacta realización a nivel fonético, a pesar de que presente ortografías distintas, al tiempo de contar con significados distintos.
En este sentido, al hablante solo le queda optar por su memoria, tratando de recordar con precisión cuál forma está unida al sentido que requiere el contexto ante el que se encuentra. No obstante, de fallar este recurso, el hablante se verá entonces en la necesidad de recurrir al Diccionario, a fin de buscar la entrada de cada una de las formas que cuentan con la misma realización a fin de verificar cuál es la que corresponde con sus necesidades sintácticas y semánticas.
Con el tiempo –según señalan los expertos en Lenguaje- el hablante irá logrando fijar cognitivamente cada forma con su significado específico, a fin de no tener que usar en futuro el Diccionario, sino escribir de corrido con total manejo de las formas en cuestión. Es decir, habrá aprendido estas reglas de su Lengua, lo cual solo se logra con su continúo uso, que se da a través de la lectura y la escritura contante.
Uno de estos casos, lo constituyen las formas “halagar” y “alagar”, los cuales aumentan su complejidad no sólo por ser palabras homónimas, sino por diferenciarse ortográficamente solo por el uso o no de la “h”, casos que también tienden a confundir sobre manera a los hablantes, sobre todo si estos apenas se adentran en el uso de la Lengua.
No obstante, cada una de estas formas, a pesar de pertenecer a la misma categoría gramatical de los verbos, cuentan con significados diametralmente distintos. A continuación se definirá cada uno de ellos, al tiempo que se detallarán también algunos ejemplos de sus posibles usos, a fin de que el lector pueda hacerse una idea de las diferencias entre estas dos formas:
Halagar
El hablante que consulte el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua en busca de la palabra “halagar”, encontrará que existe una entrada para ella, la cual cuenta con cuatro distintos tipos de acepciones. Seguidamente se expondrá cada uno de sus significados:
1.- En su primera acepción, la palabra “halagar” hace referencia a un verbo transitivo (es decir que no solicita ningún tipo de complemento) el cual refiere a la acción por medio del cual un individuo específico da muestras de cariño o afecto, a través de expresiones orales y discursivas, a su interlocutor, casi siempre resaltando los rasgos positivos de éste. Algunos ejemplos de sus posibles contextos son los siguientes:
No creo que me canse de halagar a Juan por su manera de cocinar
Prefiero no halagar y ser buena en mi trabajo
Me cansé de halagar la buena fiesta que dio el jefe en la oficina
2.- En cuanto a su segunda acepción, la forma halagar también hace referencia a un verbo transitivo (es decir, que no requiere de un complemento directo) en el cual refiere a la acción por medio de la cual un hablante le da a su interlocutor motivos para que este se sienta satisfecho o envanecido. Un ejemplo de su uso puede ser el siguiente:
Halagar y halagar al jefe, mientras otros sacan el trabajo es igual a ganar indulgencias con escapulario ajeno
Llegamos a halagar tanto a nuestra hija que la convencimos de que era la mejor del mundo
El halagar de los desconocidos siempre puede esconder un interés
3.- Por su parte, la tercera acepción de esta palabra también se refiere a un verbo transitivo (que no necesita o requiere de algún tipo de complemento) el cual refiere a la acción por medio de la cual una persona adula a otra teniendo dentro de sí algún tipo de interés particular u oculto. Por ejemplo:
Tanto halagar dos días antes de la fiesta de graduación algo debe tener detrás
Llegó y empezó a halagar a todo el mundo, algo debe traer entre manos
Halagar primero y preguntar después no parece ser de hombres honestos
4.- En último lugar, la cuarta acepción de la forma “halagar” constituye también un verbo transitivo (es decir que no necesita de la presencia de un complemento directo) cuyo sentido denota la acción por medio del cual un individuo “deleita” o “agrada” a su interlocutor. Algunos ejemplos de su contexto pueden ser los siguientes:
En realidad tu forma de halagar lo hace sentir a uno único en el universo
El halagar siempre es sincero cuando viene de tus labios
En momentos así necesito tu buena costumbre de halagar mis aciertos en medio del fracaso
Alagar
En segundo lugar, el hablante que consulte el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua en búsqueda de la forma “alagar” encontrará para esta una forma constituida por una sola acepción. En este sentido, la forma “alagar” refiere a un verbo transitivo que denota la acción por medio de la cual una persona llena de charcos o lagos un determinado territorio. Por ejemplo:
La Alcaldía deberá alagar el parque de acuerdo a la resolución que ha dado el Concejo
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