Inmortalidad
Hemos hablado en esta página varias veces del apasionante tema de la mortalidad, ya sea mencionando criaturas biológicamente inmortales o personas que en su momento afirmaron poseer dicho don. Sea o no verdad, lo cierto es que gran parte de la energía de los antiguos se dedicó a encontrar el secreto de la inmortalidad (recordemos la afanosa búsqueda de la Piedra Filosofal y el Elixir de la Vida por los alquimistas del Medioevo), y uno de los grandes sueños de la humanidad es precisamente el dominar las fuerzas de la naturaleza y poder vivir para siempre.
En el pasado reciente la mejora en los sistemas de salud incrementó de manera impresionante los promedios de vida, pasando de poco más de 40 años a casi 80 en un par de siglos. Si bien es cierto que en algunas regiones los promedios eran verdaderamente bajos (de 25 años, por ejemplo) esto se debía en parte a que muchos niños morían antes de los 10 años, bajando el promedio en consecuencia. Las mejoras fueron continuas y el crecimiento del promedio de vida constante hasta aproximadamente los 1970’. A partir de entonces el promedio comenzó a aumentar de manera cada vez más lenta y finalmente se estancó hacia 1990.
¿Qué sucedió? En los 1960’s se creía que para este momento de la Historia la mayor parte de las personas viviría con buena salud por encima de los 10 años. Sin embargo, cada vez está más claro que superar la barrera de la edad se vuelve exponencialmente más difícil conforme pasa el tiempo.
Los 115 años
Recientemente un estudio publicado por la revista Nature evaluaba la posibilidad de que 115 sea el número mágico. De acuerdo con el estudio, si el promedio de edad siguiera aumentando deberíamos haber visto un incremento en el número de personas que alcanzan esta edad. Sin embargo, irremediablemente el número de individuos en llegar o superar los 115 años se ha mantenido constante, lo que indica que aunque nos acerquemos a esta barrera parece ser imposible cruzarla. Sólo un puñado de personas han vivido más de 115 años, y sólo por unos pocos meses.
El artículo ha sido duramente criticado por varios científicos, que consideran que hace un análisis superficial. El porcentaje de personas que supera los 100 años es demasiado pequeño y no es estadísticamente representativo, y si bien es cierto que la edad máxima está prácticamente estancada sí se ven mejoras en la salud de personas de alta edad. Se espera que con el descubrimiento de tratamientos para enfermedades asociadas a edad avanzada (como el cáncer o la diabetes) la expectativa de vida se incremente una vez más.
Inmortalidad
La biología, sin embargo, no parece estar de nuestro lado. Dentro de las muchas causas del envejecimiento parece haber una insuperable: los llamados telómeros, o secciones del ADN que se van perdiendo cada vez que una célula se divide. Al pasar el tiempo los telómeros se agotan y se pasa a “cortar” ADN útil con cada división, causando los eternos problemas de salud que conocemos. Si bien existen proteínas que protegen o incluso reconstituyen los telómeros estas también están asociadas a crecimiento permanente y, por lo tanto, a cáncer.
Así, pareciera que nuestro tiempo de vida está dado por un precario equilibrio que encontró la evolución, evitando demasiado crecimiento (y así previniendo el cáncer) pero también alargando la vida lo más posible hasta este punto. Entretanto no superemos este problema seguramente no podamos alcanzar una mayor edad.
Imágenes: 1: dailymail.co.uk, 2: cnn.com