Cada ritual de matrimonio tiene un origen determinado; hoy, aún se acostumbra a realizar ciertas prácticas que datan desde siglos pasados son efectuadas a lo largo de la historia y en todas las latitudes, además de que su significado no ha variado.

La despedida de soltero surgió en Esparta, más o menos en el siglo V y eran festejos organizados por los militares. Se consideraba como la única fiesta en la que el futuro esposo aun seguía siendo “libre”.
El anillo de compromiso data desde la época medieval, ya que los matrimonios eran pagados por el padre del novio; o sea: se compraba a la prometida y el símbolo de la consolidación era un anillo que la pareja debía llevar en su dedo anular.

Desde la época victoriana era una creencia que auguraba buena suerte en el matrimonio y se trataba de llevar algo viejo, algo nuevo y algo prestado, el día de la boda. Lo viejo era un símbolo de la unión familiar, lo prestado era una muestra de solidaridad; lo nuevo era una señal de éxito en el camino que estaba por comenzar. Lo azul simbolizaba la fertilidad y la lealtad.

Hace mucho tiempo, a las hijas mujeres se les consideraba como propiedad de los padres, y luego pasaban a ser propiedad del esposo; por esta razón, el padre lleva la novia al altar y se le entrega al futuro cónyuge.
Inicialmente, el ramo de flores para el matrimonio era compuesto por ajo y hierbas cuya única finalidad era alejar a los malos espíritus. Aactualmente, este ramo aún se usa, pero simboliza el amor eterno.

El velo tiene su origen en la época romana y era el símbolo de la virginidad y la castidad de la novia. Y por último, la renovación de votos era una especie de matrimonio de prueba, contando 13 ciclos de luna a partir de la ceremonia de matrimonio. Si el amor seguía intacto, luego de ese tiempo, se realizaba la renovación de votos de por vida.

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