Tarántulas crujientes, primeras en nuestra lista
Seguimos con nuestra serie dedicada a los platos más insólitos del planeta. En el capítulo anterior hablamos de los platos compuestos de penes, del jugo con ojo de oveja y de las comidas asociadas a hormigas y calamares vivos. Pero como veremos, esto ni siquiera resalta frente a las extrañas meriendas con las que cerraremos nuestros capítulos.
Tarántulas crujientes
El nombre, en el caso de este plato, lo dice prácticamente todo. Las tarántulas crujientes son grandes arañas tropicales, provenientes de las selvas de Camboya, que se han convertido en un plato clásico de las calles de algunas pequeñas ciudades de provincia. Las arañas se crían o se capturan en la selva y son fritas en aceite ardiendo luego de haber sido cuidadosamente sazonadas con ajo. Quienes han tenido el valor de probarlas aseguran que son un plato bastante sabroso, con un sabor a medio camino entre el pollo y el bacalao.
Contrario a muchos otros de los platos aquí presentados no hay evidencia de un consumo histórico de las arañas, y parece ser que la tradición nació en los duros años en que los Jémeres Rojos gobernaban el país y el alimento era escaso en todas las zonas rurales.
“Huevos de Niño Virgen”
Antes de que estalle el escándalo, no, no se mutila a niños para comer partes de su cuerpo. Este plato es menos inhumano, aunque casi tan asqueroso.
Considerados un plato delicado de Dongyang, en la provincia de Zhejiang de China, estos huevos se obtienen hirviéndolos en orina de niños y jóvenes, bueno, vírgenes. Por algún tiempo se recolecta la orina para luego dejar los huevos reposando en ella y posteriormente hervirlos. Tras esto, se pelan y se dejan hervir un poco más. En la medicina tradicional se afirma que los huevos pueden aumentar el Yin de una persona y llegan a costar más del doble que un huevo hervido ordinario. Bueno, puede que no sean la comida más cara del mundo, pero siguen teniendo más “caché” que un huevo ordinario.
Haggis
Considerado el plato nacional escocés, el haggis es una peculiar preparación a base de pulmón, estómago, hígado y corazón de oveja (ocasionalmente se usa venado, pero esto es bastante raro). Como si no fuera suficiente con el origen, los ingredientes base se mezclan con condimentos, cebolla y harina de avena… y se insertan en el estómago del animal, en donde se cocinan por algunas horas.
Existe en Escocia la tradición de engañar a los visitantes diciéndoles que el Haggis es en verdad un animal nativo de los montes escoceses “que tiene los miembros de un lado más largos que los del otro, lo que los hace ágiles en las colinas que recorren sin subir ni bajar. Sin embargo, pueden atraparse corriendo en la dirección opuesta de la colina (y encontrándolos al otro lado)”.
Aunque la historia sea falsa, muchos son los turistas que creen que su carne pertenece, en verdad, a este exótico (y ficticio) animal.
Kopi Luwak/Black Ivory
Conocido también como “café de civeta”, el Kopi Luwak es el segundo café más costoso del mundo, valiendo hasta 400 euros el kilogramo. Un verdadero tesoro. Pero, ¿qué lo hace tan extremadamente costoso?
La respuesta es simple. Que antes de procesarse, debe ser digerido y defecado por un animal: la civeta. Este café, entonces, sólo se produce en regiones del sudeste asiático de donde este animal es nativo.
El grano de café hace parte natural de la dieta del animal, y aunque la semilla no es digerida parece ser que las enzimas del animal lo modifican haciendo que pierda su sabor amargo. El café es tostado ligeramente para que no se pierda su sabor especial.
La producción del café varía: algunos campesinos lo recogen del suelo de los cultivos (donde las civetas defecan para marcar su territorio), otros las ponen en grandes jaulas dentro de los cultivos y unos pocos las mantienen más encerradas, pero eso sí, muy bien alimentadas. Sin embargo, grupos animalistas comienzan a criticar esta nueva forma de producción.
Dijimos que el Kopi Luwak es sólo el segundo café más caro del mundo. El más caro es producido en Tailandia y se denomina “Black Ivory”: el proceso es el mismo, pero el café pasa por el tracto digestivo de un elefante. En este caso el precio puede alcanzar los 800 euros/kilogramo.
Mopane
Cerramos nuestra lista con el Mopane, una oruga denominada así por el árbol del mismo nombre en el que reside. La oruga presenta amplias propiedades nutricionales y es comida por millones de africanos en el África subsahariana. El plato incluso se vende como snack en los supermercados de vastas regiones de África del Sur.
La preparación comienza con la captura de la oruga y un “pinchazo” en la cola mediante el que se mata al animal y se genera una salida para sus vísceras. Tras oprimirlo para que estas salgan la oruga se deja al sol o se ahúma por algún tiempo, lo cual la seca y le brinda un mejor sabor. De acuerdo con quienes lo han probado sabe a pollo asado con salsa de miel.
El asunto no es marginal. La industria del Mopane es multimillonaria en África del Sur y se calcula que sólo Sudáfrica (que ni siquiera es el productor principal) exportó 1.6 millones de kilogramos de la oruga en 2015.
Con este animal terminamos nuestra lista. Como vemos, lo que muchos consideran asqueroso es para muchos otros un manjar, pero más importante, hay muchísimas cosas que podríamos comer y que no consumimos por prejuicios generalmente sin fundamento. En un tiempo en el que las condiciones ambientales no sostienen la producción, quizás sea bueno pensar en recurrir a nuevos hábitos de alimentación y aprovechar lo que en otro momento podemos haber considerado un desperdicio.
Imágenes: 1: planetajoy.com, 2: dailymail.co.uk, 3: bbc.co.uk, 4: lavidacotidiana.es, 5: travelnewsnamibia.com