La cortesana española que bailo para un rey
Para Edward Gilbert, un militar británico, y Eliza Oliver, su esposa e hija de una noble familia irlandesa (y quien para ese entonces solo contaba con 15 años) dar a luz a una pequeña niña y recibir a un nuevo miembro a la familia fue todo un acontecimiento. Por su lado, la ahora madre podría imaginar para su hija un futuro lleno de bailes y pretendientes mientras Edward podría maquinar de qué forma espantaría a esos pretendientes impertinentes.
Todos parecían haber planeado la vida de aquel bebé, a quien bautizaron Elizabeth Rosanna Gilbert. Sin embargo, la vida de un militar es itinerante y la familia se trasladó para la India. Allá solo estuvieron poco tiempo debido a que el padre de Elizabeth muere de cólera al poco tiempo.
La madre y ahora viuda, Eliza, vuelve a casarse y su nuevo marido, Patrick Craigie, preocupado por el carácter de la niña y la vida que llevaba en la India, decide enviarla a Escocia con el fin de que la chica se reformara y fuera disciplinada. Pero al parecer nadie tenía el suficiente carácter de controlar a Elizabeth: sólo al llegar allá la niña empezó a causar problemas, por mero aburrimiento y para animar el sermón, la pequeñaja pensó que sería divertido enganchar flores en la peluca de un anciano mientras estaba en la iglesia y como cereza del pastel decidió correr sin ropa por el pueblo, entre otras chiquilladas.
Ya contando con 10 años la familia decide trasladar a Elizabeth a un internado en Sunderland, Inglaterra, sitio en el que no duró mucho tiempo. Sería luego enviada a la ciudad de Bath, donde conoció al teniente James Thomas con el que se casó, la impetuosa chica contaba solo con 16 años y se fue a con vivir con su flamante marido a la India.
No me llames Elizabeth, mi nombre es Lola
James y Elizabeth, vivieron 5 años en Calcuta. Durante su estadía la chica aprendió infinidad de bailes exóticos y sensuales, lo que hizo avivar más su carácter audaz ocasionando en su matrimonio ciertas trabas que al final terminarían en un divorcio.
Libre y sin ataduras, Elizabeth regresó a Inglaterra con una nueva identidad, Lola Montez, la gran bailarina española. Lola conquistó a más de uno con sus cautivadores bailes, su innegable sensualidad y un carisma del que pocas personas pueden presumir.
Sin embargo, el secreto no duró mucho y la verdadera identidad de Lola salió a la luz. Ya podrán imaginarse el escándalo que se armó entre las altas esferas de la nobleza. La hija y ex esposa de un noble era una cortesana, quien aceptaba dinero y regalos a de hombre a cambio de favores. El chisme hizo que se le cerraran las puertas de varias casas importantes de Inglaterra, así que decidió emigrar al continente.
Ya establecida en Paris fue amante de Franz Listz y de Alejandro Dumas padre, entre otros. Se decía que su fama era más por su belleza que por sus dotes de bailarina. Fue tal el deseo que despertaba la señorita Montes, que mientras vivió en París hubo un duelo con una víctima mortal por su causa, y fue así que decidida partió a Munich, donde conoció ni más ni menos que a Luis I de Baviera de quien se convertiría en amante.
Monarca y cortesana vivieron una relación idílica, llena de proezas sexuales y escándalos. Se rumoraba que el Rey se encontraba muy satisfecho con la relación que mantenía con la chica. Mientras estuvo de amante de Luis I, recibió el título de condesa de Landsfeld, el cual incluía una cuantiosa pensión. Empero, el pueblo comenzó a odiar a Montes, la llamaban tiránica y derrochadora… además que cargaba con sí un látigo que al parecer no dudaba en utilizar con los tanseúntes.
A causa de ella, sucedió una revuelta en el país y viéndose rodeada de tantos enemigos decidió huir hacia Suiza, donde esperó a Luis I (que había abdicado por su causa). Pero el Rey jamás llegó y decepcionada regresó a Paris y luego a Londres.
Su carrera no volvió a despegar, ya en el atardecer de su vida murió en la indigencia a causa de la sífilis.
Fuentes:
- https://es.wikipedia.org/wiki/Lola_Montez
Imágenes: 1: mujeresenlahistoria.com, 2: wikipedia.org