Mayas
Como todos sabemos, los mayas fueron una imponente civilización que habitó en la actual Guatemala y en las selvas de Yucatán. Tras el descubrimiento, hacia principios del siglo XX, de la ciudad perdida de Chichen Itzá, la desaparición de la civilización maya (cuyas ciudades desiertas se encontraron en medio de la selva, cubiertas por densísimos árboles) se convirtió en uno de los misterios más acuciantes en la arqueología del Siglo XX.
Por décadas se pensó que los mayas sencillamente habían abandonado sus ciudades, buscando un destino desconocido. Las recientes herramientas arqueológicas, climatológicas y palinológicas nos permitieron comprender que habían sido azotados por desastres naturales que su civilización sencillamente se había hecho demasiado grande para soportar.
Recientemente fue descubierto un colgante con inscripciones que nos revelan un poco más sobre este tormentoso periodo que fueron los últimos dos siglos de la Civilización Clásica Maya.
El Colgante
El descubrimiento se realizó en una tumba llamada Nim Li Punit y ubicada en el sur de Belice. De acuerdo con la datación, provendría del año 800 d.C., cuando la civilización maya se encontraba en su cúspide… y a poco tiempo de su desaparición.
Los jeroglíficos mayas se encuentran en proceso de desciframiento (la escritura maya ya fue exitosamente descifrada, pero como no quedan hablantes nativos toma algún tiempo traducir las inscripciones que se van encontrando). Sin embargo, de entrada se sabe que el colgante hace alusión al Dios del Viento, ik, pues su forma es la del glifo que representa este sonido.
Y el Dios del Viento era a quien se rogaba por la llegada de las lluvias.
Las evidencias parecen indicar que el colgante fue usado por primera vez en torno al año 672 d.C., y que habría hecho parte de la indumentaria de un rey-sacerdote que rogaba a Ik por la llegada de las lluvias. Se trató de un periodo en el que hubo una sequía importante, pero las ciudades mayas lograron resistirla. No ocurriría lo mismo dos siglos después.
No se sabe por qué fue enterrado el colgante. Quizás la dinastía a la que pertenecía desapareció. Quizás los mayas, ante la implacable llegada de fenómenos que no comprendían y que pusieron riesgo su misma civilización, perdieron la fe. Quizás Ik no fue capaz de llevar las lluvias una última vez.
Pero en cualquier caso, poco tiempo después de que este colgante fuese enterrado la civilización maya desaparecía en un huracán de guerras, rebeliones y hambrunas.
Imagen: newhistorian.com