La anorexia y el individuo
En un famoso documental que retrata la vida de una mujer francesa que padece de anorexia, “Diario de una anoréxica”, se describe la vida limitada por el gigantesco gusto por la comida y la incipiente autoestima que jalonó al personaje a desarrollar un estilo de vida lleno de miseria y dolor.
Con 20 años de edad, esta mujer vivía en un apartamento con una rutina que giraba en torno a la comida, tanto cuando la consumía como cuando no. Había días enteros en que su alimentación básica era el cigarrillo y la Coca-Cola Light, pero sufría ataques donde no podía contener el consumo de innumerables harinas como galletas y pasteles, además, al comenzar a comer no podía parar fácilmente y tenía que sufrir la bulimia para poder sentirse tranquila.
Y es que luego de consumir estos alimentos y expulsarlos por medio de vómito o laxantes, nuestro personaje vivía las consecuencias de creer que engordaba. Para ello tomaba tres litros de agua y podía pasar toda una noche expulsando la comida consumida en medio de un lapsus de ansiedad.
Su peso, al no ser mayor de 50 kilos, degeneraba sus huesos hasta el extremo de parecer los de una mujer de 60 años. Pese a reconocer su condición, creía – o se hacía creer a sí misma – que no sería digna de nada si engordase, y que esto podría ocurrir, o mejor dicho, ocurría aunque no comiera prácticamente nada.
Jeremy Gillitzer
Las personas que tienen este trastorno no sufren por querer ser estéticamente bellos, realmente dentro de ellos se construye un mundo donde las peculiaridades de sentirse bien son muy subjetivas. Poder verse en el espejo y descubrir ahí un cuerpo delgado pero cuyas curvas molestan, pueden llevar a expulsar las proteínas para bajar de peso, a costa de la propia salud y de adelgazar todas sus formas naturales. La feminidad (o masculinidad) queda en un segundo plano y ya no importa tener unos senos voluptuosos (o bonitos abdominales), esto mismo es considerado por ellos como un símbolo de sobrepeso.
La anorexia y la sociedad
Luego de que se documentaran estos casos como enfermedades psicológicas que necesariamente merecían un tratamiento clínico, se entendió que tanto hombres como mujeres son afectados por esta compleja dolencia. Suelen ser particularmente sensible las modelos, en un escenario que muchas veces glorifica los cuerpos excesivamente delgados y, en cualquier caso, en el que la búsqueda de belleza a cualquier costo es algo regular. Lleva a que los enfermos vayan decayendo más, así como le pasó a Jeremy Gillitzer, famoso modelo que era reconocido por un cuerpo voluptuoso y simpático, pero que terminó falleciendo con 30 kilos en el 2010.
En algunos casos, la opinión de otros termina por desarrollar problemas de autoestima que derivan en este tipo de trastornos. En otros, está más vinculado a la necesidad de tener todo bajo control, a la búsqueda de una perfección mal entendida.
Toda su vida comienza a girar en torno a la comida, el ayuno y el vomito inducido. Todo pierde su gracia, la música, la pintura, el sexo y naturalmente hasta el mismo sentido de la vida. Los actos de depresión y/u obsesión los arrinconan hasta que despiertan o son consumidos del todo.
Las gemelas Kendall
Otros casos impresionantes de Anorexia
- El caso más fuerte de la anorexia conocido es el de dos hermanas gemelas que pasaron toda su vida compitiendo para verse más delgada que la otra. No es el primer caso de anorexia entre hermanas gemelas, pero la vida de Michaella y Samantha Kendall fue documentado hasta el momento en que murieron. Obviamente la causa única de la muerte fue este tenaz trastorno. Una murió a causa de que dañó todo su sistema digestivo, pero la otra hermana se suicidó por considerar que su vida era una miseria.
- Lauren Bailey es un caso pródigo para entender que se puede superar esta delicada enfermedad. Ella caminaba todos los días 12 horas para bajar de peso, incluso llegó a pesar 25 kilogramos. Pero en un intento de suicidio fue recluida en una clínica donde ella misma se comprometió a enfrentar este padecimiento.
- Maggie Baumann es una mujer que sufrió algo llamado “pregorexia” que consiste en sentirse horrorizada al ver que su cuerpo sube de peso por el embarazo. Intentó esconder dos embarazos con ropas normales y a pesar de que no recurría a la bulimia, ella se sobre ejercitaba y buscaba la manera de bajar de peso, hasta el punto de que su segundo embarazo sólo subió 1 kilo de peso. Esto porque el bebé se consumía toda la energía proteínica de la madre y la de ella era desperdiciada por ejercicio. Finalmente sus hijas nacieron bien y ella pudo continuar con su vida.
- Isabelle de Caro es la mujer que reconocimos en un cartel donde salía desnuda, mostrando su cuerpo anoréxico al mundo en el 2008. Desde los 13 años padecía el trastorno de anorexia y quiso que su cuerpo fuera reconocido a nivel mundial por las consecuencias que trae el mundo de la moda. Lastimosamente nunca se recuperó de la anorexia y murió en el 2010.
Imágenes: 1: bulimia.com, 2: huffingtonpost.co.uk, 3: 2medusa.com