Diéselgate
Estamos a punto de cumplir tres años del mayor escándalo automovilístico de los últimos tiempos: el llamado diéselgate, o el anuncio de que la empresa alemana Volkswagen había manipulado sus vehículos de manera que pudiesen engañar las mediciones de gases de diversos países.
Este escándalo trascendió las fronteras (pues fue de hecho descubierto en los Estados Unidos) y obligó a la empresa a pagar indemnizaciones a varios millones de dueños, al menos un cuarto de los cuales han cambiado de vehículo (todo pago por la empresa, claro). El escándalo además llevó al descubrimiento de prácticas parecidas en otros fabricantes, en particular Nissan, aunque sería VW el más afectado.
¿A qué se debió? ¿Qué ocurrió para que se produjeran estos fraudes? ¿Y qué consecuencias tuvo para el mundo automotriz? De esto hablaremos en este artículo:
La promesa de Clean Diesel
Corría el principio del milenio cuando los países europeos se encontraban dudando sobre que camino debería tomar la industria automovilística del continente.
Verán, al contrario que Estados Unidos, en Europa el tema de emisiones de carbono era bastante importante en términos políticos, y los gobernantes y legisladores tenían que actuar en consecuencia, so pena de perder sus votantes. Y uno de los temas álgidos era el tema de las emisiones vehiculares.
Ahora, los carros eléctricos eran una apuesta difícil. En aquellos tiempos no existía aún una industria de baterías de iones de litio, y las patentes de níquel pertenecían a General Motors (quien parecía interesada en acabarlas). El EV1 de esta empresa acababa de fracasar. Y Tesla estaba aún a más de una década de mostrar resultados. Y no había tecnologías alternativas en el horizonte, por lo que los europeos no se atrevían a proponer algo tan novedoso.
Pero las empresas europeas tenían una solución: el diesel. Pese a ser un combustible fósil, el diesel tiene mayor densidad energética que la gasolina y los vehículos a diesel son considerablemente más eficientes, lo que conlleva que por unidad de peso y distancia un vehículo a diesel emita hasta un 25% menos de gases de efecto invernadero.
Claro, si esto fuera tan fácil todos los carros del mundo serían diesel. Pero el asunto aquí es que el diesel produce elementos muy problemáticos en su producción, en particular óxidos de nitrógeno (NOx) que pueden generar serios problemas de contaminación, e incluso lluvia ácida.
En pequeñas cantidades, estos compuestos no son nocivos, e incluso pueden incrementar levemente los niveles de fertilidad de la tierra. Pero cuando se concentran en un área pequeña son bastante nocivos. Y por esta razón, usar diesel en regiones rurales y poco pobladas no es problemático, pero en ciudad la cosa es diferente.
Comparación de emisiones de gases a gasolina y a diésel. En azul claro, el límite legal, en azul oscuro las emisiones
La promesa de los constructores europeos, y en particular los alemanes, era que si se les brindaba tiempo podrían desarrollar motores a diesel con pocas o ninguna emisión. Así lograrían reducir la contaminación en las ciudades y la emisión de gases de efecto invernadero.
La segunda promesa estaba cumplida de antemano. Pero la primera… la primera sería problemática.
Balance imposible
Esencialmente, los constructores de autos alemanes, y en particular VW, prometieron que estos carros estarían listos en menos de una década. Y cumplieron.
Pero la cosa no resultó tan fácil como esperaban. Los mecanismos que anulaban la emisión de NOx resultaban en una eficiencia mucho más baja para los motores. Esto significaba que si se conseguía reducir las emisiones de carbono habría más contaminación, y si se decidía contaminar menos, no habría diferencia con un carro a gasolina. Parecía que los fabricantes habían entrado en una encrucijada: ¿cómo solucionar los dos problemas de manera simultánea?
Y la respuesta fue muy simple: no solucionarlos.
El software
Los ingenieros, sometidos a mucha presión por parte de las directivas de la empresa, optaron por la salida fácil: engañar a las pruebas de emisiones.
Esencialmente, lo que hicieron fue instalar el sistema que controlaba las emisiones en el vehículo de la mano con un software especializado que detectaba el uso del mismo. Basándose en cosas como los movimientos en la cabrilla, el uso de cambios, el frenado y aceleración, este software detectaba si el carro estaba en medio de una revisión de emisiones y activaba el control. Cuando estaba en carretera, lo desactivaba.
Y así como así, el nivel de NOx liberado a la atmósfera aumentaba entre 20 y 40 veces.
El descubrimiento de la falsificación
El mecanismo funcionó bien por varios años, pero en 2014 un grupo de científicos de la Universidad de Virginia Occidental (Estados Unidos) terminó el diseño de un dispositivo que calculaba las emisiones mientras el vehículo andaba por carretera.
No era que sospecharan nada, no. Al contrario, su interés era puramente académico, pues calculaban que por razones de precisión, las emisiones en uso real podrían ser hasta un 20% superiores a las medidas en laboratorio.
Pero cuando conectaron su dispositivo a un VW Jetta se encontraron con unas distorsiones gigantes. No eran de un 20 o 30%, sino de más de un 4000%, algo que no podía explicarse por un simple error en la medición. Tras un año de excusas, hundiéndose progresivamente en la mentira, VW finalmente admitió que había manipulado las mediciones.
A partir de este momento comenzó el escándalo. VW tuvo que admitir la falsificación de información, pagar millones de dólares en indemnizaciones y enfrentar la renuncia de varios de sus priexpoknews.comncipales directivas, incluyendo el CEO Martin Winterkorn, quien renunció en septiembre de 2015. La empresa siempre aseguró que los culpables habían sido un grupo de mandos intermedios que habían engañado a incluso sus supervisores, pero nuevas evidencias comenzaron a indicar que varios directivos habían estado implicados, o al menos habían tenido conocimiento del asunto.
Las investigaciones continúan, pero este evento dio un golpe mortal a los carros de “diesel limpio”, haciendo que los europeos perdieran la fe en esta tecnología e impulsando alternativas, como los carros eléctricos (liderados por la alianza francojaponesa Renault-Nissan-Mitsubishi).
Fuentes:
- https://en.wikipedia.org/wiki/Volkswagen_emissions_scandal#Monkeygate
- https://cleantechnica.com/2018/07/26/how-vws-infamous-dieselgate-scandal-settlement-funds-are-being-allocated-for-a-cleaner-mobility-future/
Imágenes: 1: expoknews.com, 2: dieselgate.juliareda.eu, 3: lavanguardia.com