Muchas veces en el mundo académico nos piden realizar una autobiografía con el propósito de mejorar nuestra competencia redactora. Esto, de paso, es un buen pretexto para hacer un acto de interiorización, de ver al pasado y, aunque parezca increible, hacer un acto -aunque mínimo- de autoconocimiento.
¿Qué es una autobiografía?
La biografía, etimológicamente proviene de las raíces «bio» y «grafía», que significan «vida» y «escritura». Es decir, una biografía es la escritura de la vida. No obstante, en la autobiografía el prefijo «auto» le confiere la signficación «para sí mismo» o «de sí mismo». Es decir, una autobiografía es el relato de nuestra propia vida.
¿Que tiempo utilizar en la autobiografía?
Podemos utilizar algunas de las formas de pretérito. Por ejemplo: «viví», «vivía», «tuve», «tenía». Cuando se escribe la autobiografía en tercera persona se puede utilizar el tiempo futuro, por ejemplo: «Luego de la muerte de su abuela materna tendrá que trasladarse a la ciudad, donde comenzará sus estudios secundarios».
¿Primera persona o tercera persona?
Es válido tanto la primera como la tercera persona. Sin embargo, si es para realizar una tarea de colegio y si no hay un dominio continuo del tiempo y de la persona en que la autobiografía es narrada, lo más recomendable es hacerla en primera persona y en tiempo pasado.
¿Qué información tiene una autobiografía?
Quién es usted, origen, genealogía, su forma de ser, hábitos y costumbres, actitudes, habilidades y desempeños; deseos y necesidades. Una buena forma de esctructurarla es: Nombre, fecha de nacimiento, ciudad y país. Profesión, genealogía (nombre de madre, padre, hermanos, abuelos, etc.), infancia, juventud, edad adulta, reconocimientos, etc.
Este es un ejemplo de como elaborar una biografía de uno mismo (autobiografia), está bastante completa, y se puede complementar o cambiar los datos necesarios.
Ejemplo de autobiografía
Mi nombre es XXX, nací en el mes de XXX del año XXX en la ciudad de XXX. Hijo mayor/menor/segundo, tercero, etc., de xxx hijos. Viví de pequeño con mis padres hasta que ello, por diversas circunstancias, optaron por el divorcio. A partir de ese momento nos trasladamos con mi mamá y mis hermanos a la casa de mis abuelos.
Posteriormente, a la edad de seis años inicié la primaria en la escuela del barrio, y que quedaba a unas pocas cuadras de la casa. Sin embargo, los hijos de mis abuelos ya eran todos mayores y mi abuela quería que yo fuera y los acompañara a la casa de campo en la que ellos vivían, así que mi abuela habló con mi mamá y finalmente terminaron por convenir en que una vez terminado el primer grado de la escuela viajaría con ellos y allí terminaría la primaria.
Y así sucedió. Cómo olvidar esas tardes tupidas del azul del cielo, el olor fresco de la madera y hasta el olor de del prado que parece crecer hasta el infinito, los sembradíos, sobre todo cuando se llegaba el mes de diciembre y, entonces, con él llegaban las cosechas y habían muchas manos recogiendo el maíz endurecido y en sazón, claro, también sudor, y botas, y bebida, y calor, y mucho trabajo. Y luego, después de esto, la recompensa. Cómo olvidar ese olor de pan recién amasado, recién hecho, recién horneado. Y después el arado, los bueyes que pasan trepanando la tierra para un nuevo sembradío. Es enero. Por supuesto, también el tiempo en que se va a la escuela.
En el año de 1989 inicié mi segundo grado de la educación básica primaria. Eran todavía los tiempos de los profesores estrictos, de campo, de tradición, criados de manera fuerte. Son estrictos, pero realmente no soy un mal alumno, de modo que no sufro demasido. La abuela también estricta, pero también se evidencia su cariño, su preferencia. De regreso a la casa ayudo en las labores domesticas, acompaño a cortar madera, a transportarla, etc.
El tiempo pasó, y fue así que en el año 1992 terminé mis estudios escolares y tras ello, y tal como se había convenido, volví a la ciudad para proseguir con mi formación académica. Ingresé en el colegio [nombre, y aunque en principio la adaptación me costó bastante, finalmente lo logré. Claro, en principio mis calificaciones fueron deplorables, sin embargo, a partir del segundo trimestre y hasta el cuarto ya las cosas fueron muy diferentes; si bien es cierto que la vida no se trata de calificaciones o de las capacidades físicas o intelectuales, sino de las decisiones que tomamos.
En el año de 1998 logré obtener mi grado de bachiller y tras ello, aunque no logré proseguir con los estudios universitarios de inmediato, sí lo haría tiempo después, y luego de ir y venir por varios trabajos. Esto es, a grandes rasgos, lo que ha sido de mi vida a modo autobiográfico. Mis pasiones: escribir, pintar, investigar, estar en movimiento, caminar, inquirir, descansar, dormir, etc.
Hasta aquí el ejemplo de autobiografía, por supuesto, se trata de algo sencillo. La estrucutura puede ser ampliamente mejor y, al final, describir nuestra situación actual. Por ejemplo: En la actualidad me desempeño como jefe de, tengo dos maravillosos hijos, o hijas, cosas así.