La mayoría de las personas no puede resistirse a la vista de una rica y crujiente milanesa de pollo. Sin embargo, el pensar en la cantidad de aceite donde se preparó frena a más de uno, impidiéndole darse un buen gusto culinario. No obstante, acá te enseñaremos una forma práctica, rápida, segura y sana de preparar unas jugosas y crujientes milanesas de pollo, sin necesidad de freírlas en aceite.
Para tu preparación es necesario que reúnas primero todos los ingredientes y elementos que emplearás en tu receta. Para ella, necesitarás los siguientes ingredientes:
½ kilo (1 libra) de Milanesas de pechuga de pollo
1 diente de ajo
1 pizca de sal
1 pizca de pimienta
1 pizca de tomillo
2 huevos
1 taza de pan rayado o molido
Aceite de Oliva
Igualmente necesitarás los siguientes elementos:
2 platos hondos
1 asadera
1 Pinza para carnes
1 horno
1) Una vez tengas tu pechuga de pollo fileteada (lo cual puedes pedirle al carnicero que lo haga) y lavada, procede a salpimentarla y condimentarla también con ajo, y déjala marinando en estas especies.
2) Enciende tu horno a unos 250 grados centígrados.
3) En un plato hondo y ancho vierte los huevos y bátelos con un tenedor hasta mezclarlos completamente. Agrégales el tomillo y mezcla nuevamente.
4) En el segundo plato hondo vierte el pan rayado o molido.
5) Con un poquito de aceite de oliva engrasa tu asadera, y colócala cerca de los platos donde tienes la mezcla de huevos y el pan.
6) Una vez tengas estos elementos e ingredientes dispuestos, procederás a empanizar las milanesas. Para esto toma el filete de pechuga con la punta de los dedos pulgar e índice de ambas manos, como si fueses a tenderla. Colócala sobre el pan rayado y deja que la superficie se llene de éste, luego muévela envolventemente, girándola para que quede totalmente cubierta de pan. Una vez que se encuentre totalmente cubierta, sumérgela en la mezcla de huevos, y cuando la hayas humedecido totalmente, vuelve a llevarla al plato de pan, y con movimientos envolventes cúbrela totalmente, hasta que no quede ningún rastro de humedad. Una vez cubierta por completo, llévala a tu asadera. Repite este procedimiento con cada milanesa.
7) Cuando las tengas dispuestas en tu asadera, vierte sobre ellas un chorrito de aceite de oliva. Si quieres agrégales una pizca más de pimienta, y llévalas al horno.
8) Transcurridos unos ocho minutos, notarás que tus milanesas están doradas. Ayúdate con la pinza para carnes y dales vuelta.
9) Cuando comiencen a colocarse crujientes, sácalas del horno y sírvelas.
Puedes acompañarlas de algunas de estas guarniciones: papas a la francesa, ensalada, puré o arroz. Y ya tienes una nutritiva y divertida comida, que de seguro le encantará a tus comensales, sobre todo a los más pequeños.
Fuente de imagen: taringa.net