Te encuentras plácidamente durmiendo, en medio de una clase de natación o entusiasmada con tu sesión de ejercicios, y de repente un súbito dolor se apropia de uno de tus músculos. No te asustes, es simplemente un calambre, es decir una contracción o espasmo muscular. Normalmente es inofensivo y no necesita de un tratamiento médico específico, pues desaparece apenas el músculo logra relajarse. Pero ¿cómo combatir esta molesta sensación?
Aunque algunos calambres, sobre todo estomacales, pueden ser causados por envenenamiento o enfermedades graves, la mayoría de los calambres que sentimos en nuestras piernas o brazos son causados por una mera contracción inofensiva. La razón aún está en discusión, pues son varias las teorías sobre las causas de los calambres. Por un lado, aún no se ha podido demostrar a ciencia cierta que estos, como se cree a menudo, sean en realidad producto de la liberación de ácido láctico en los músculos o de la pérdida de minerales. Por otro, todo parece apuntar a que el exceso de ejercicio en un miembro determinado puede producir una sobreexcitación de las motoneuronas, que conlleve así a la inhibición del sistema nervioso que comanden estas neuronas, causando como consecuencia el espasmo muscular, aunque esto todavía se encuentra en estudio.
Pero mientras la Ciencia llega a una conclusión, los calambres siguen presentes en nuestras vidas, causándonos despertares sobresaltados o interrupciones abruptas de nuestras rutinas deportivas. Por esta razón queremos brindarte algunos de los métodos más comunes, usados por la mayoría de los atletas y personas, para disminuir el dolor y la contracción muscular. A continuación los métodos más eficaces para combatir los calambres:
1) Si el calambre surge en una pierna, bien sea en la pantorrilla o el muslo, se recomienda que la persona se levante y coloque su pie sin calzado sobre el piso plano. Normalmente esta acción relaja la pierna. Si te encuentras en la piscina es recomendable que si estás en la parte baja busques colocar tu pie en el fondo de la alberca, parándote en ella. De encontrarte en la parte profunda, mejor solicita ayuda de tu instructor o salvavidas, a fin de que te ayude a salir del agua, una vez fuera trata de ponerte de pie, para que tu calambre retroceda.
2) Si el dolor es muy fuerte (hay calambres más intensos que otros) prueba aplicando frío en la zona afectada. Puedes ayudarte con una bolsa de hielo, la cual pondrás sobre el músculo encalambrado, a fin de que el frío pueda coadyuvar a que el músculo se relaje.
3) Algunas personas recomiendan relajar el músculo a través de estiramientos. No obstante, en ocasiones el remedio puede ser peor que la enfermedad, y los estiramientos pueden llevar a que el calambre se repita o se intensifique, colocando al músculo en riesgo de lesión. La recomendación es hacer este tipo de estiramientos antes de comenzar tu rutina de ejercicios o alguna actividad que conlleve esfuerzo físico, a fin de prevenir los calambres. De suceder, es mejor que apliques las dos primeras técnicas, y recurras a los estiramientos sólo cuando el calambre haya desaparecido.
4) Si el calambre llegara a aparecer el tu pantorrilla no busques poner tu pie en punta, es decir, evita estirar tu pierna. Por el contrario, si no logras levantarte para colocar tu pie en el piso plano, entonces en el piso o la cama, busca agarrar la punta de tus dedos y atraer el pie hacia ti, a fin de relajar el músculo.
5) En caso de que el calambre aparezca en el muslo, en la parte trasera de éste, es recomendable que sujetes la pierna entre las dos manos y muevas la carne de pierna como si la batieras, es decir, de un lado a otro. También puedes mover tus manos en forma de círculos, a fin de que se relaje el músculo.
6) Las cremas prescritas para los traumatismos o dolores pueden ser de utilidad en el tratamiento de los calambres. Si el dolor es muy agudo, aplica la crema sobre la zona afectada y aplícala con movimientos circulares que puedan coadyuvar a que el músculo salga del calambre. No obstante debes tener presente que la incidencia de este tipo de cremas no está demostrada sobre los calambres, quizá influya más el movimiento durante su aplicación que realmente la sustancia.
7) También está recomendado que después de un calambre la persona tome un baño de agua caliente, pues esto ayudará a los músculos a relajarse y buscar su posición y tensión natural. Si este baño pudiese ser de inmersión en una bañera sería muchísimo mejor. Luego del baño se recomienda usar algún tipo de bálsamo para dolores musculares, los cuales serán mucho más efectivos después del baño.
8) Otro de los tratamientos recomendados para disminuir la tensión muscular presente en el calambre se basa en aplicar alcohol isopropílico sobre la zona a relajar. Se debe aplicar directamente sobre la piel (siempre que estés seguro de no tener ningún tipo de reacción desfavorable ante esta sustancia) y frotar en forma circular. El calor que puede aportar el alcohol más el movimiento de la mano pueden ayudar a disminuir las molestias.
9) Se cree que los calambres son causados por falta de líquidos. Aunque esto aún no ha sido comprobado, no está nunca de más hidratarse adecuadamente antes, durante y después del ejercicio, así como en cualquier momento del día, pues la deshidratación puede acarrear severos daños a nuestros órganos y salud.
Como se mencionó al principio, los calambres casi siempre son inofensivos. De ser constantes, extremadamente dolorosos o si por el contrario no disminuyen fácilmente, es necesario que consultes con tu médico, pues algunos calambres están relacionados con problemas circulatorios. Igualmente, es necesario destacar que los tratamientos acá descritos son meras sugerencias recopiladas de prácticas populares, y que en ningún caso pueden sustituir el diagnóstico u opinión dada por un profesional de la medicina.
Fuente de imagen: diarioextra.com