De acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, se puede definir como “estereotipo” a las ideas o imágenes inmutables comunes a todos los miembros de un grupo social.
Así mismo, otros autores resaltan el carácter simplificado que posee este tipo de ideas preconcebidas, las cuales parecen venir a justificar la conducta de un grupo social frente a un determinado individuo o grupo de individuos, tanto dentro de esa misma sociedad como fuera de esta. En conclusión los estereotipos son las ideas preconcebidas que un grupo social o cultural tiene con referencia a una persona, objetos o costumbres, a través de los cuales rige su comportamiento frente a ellos.
En la época actual, como denuncian ciertos sociólogos y comunicadores, los medios de comunicación cumplen un rol importantísimo a la hora de trasmitir a los grupos sociales este tipo de paradigmas y conceptos inmutables y simplificados sobre las cosas y personas del mundo real. A diferencia de lo que se cree comúnmente, al considerar al medio de comunicación como un simple reflejo de la realidad, en los últimos tiempos algunos especialistas en la ciencia de la comunicación han denunciado que en lugar de simplemente reflejar, hoy en día medios como la Televisión, el internet, la prensa y la radio están cumpliendo con la tarea de moldear el pensamiento colectivo, conformando e imponiendo los estereotipos que sirvan a sus objetivos publicitarios.
Más allá de responder a un complot empresarial, o a ser un hecho básico del comportamiento humano, lo cierto es que día a día son cientos los llamados a los miembros de la sociedad a romper con ellos, pues los estereotipos también son el caldo de cultivo de problemas sociales más complejos como la discriminación, el racismo, el machismo, los cuales a su vez generan situaciones de violencia y segregación de las minorías sociales.
En este sentido, un buen ejercicio para ir en contra de las consecuencias negativas de regirse por prejuicios impuestos, es ser conscientes de cuáles son los estereotipos en base a los cuales decidimos nuestros comportamientos cotidianos. Con referencia a los estereotipos más extendidos en la civilización actual encontramos los siguientes:
Estereotipos culturales
Llamados así se refieren a las ideas preconcebidas y simplistas que los miembros de una sociedad tienen hacia los integrantes de otras. Un ejemplo de esto podría constituirla el cómo percibimos en Latinoamérica a los turistas estadounidenses o americanos, a quienes la mayoría visualiza o identifica con hombres o mujeres muy blancos, de cabello claro, bermudas, camisas hawuaiana, sombreros, lentes oscuros y cámaras fotográficas colgadas al cuello. De acuerdo a la opinión de algunos sociólogos los medios de comunicación televisivos han estimulado este estereotipo a través de sus películas o serie. Y si bien, en el mundo, algunos ciudadanos europeos o estadounidenses asuman esa indumentaria mientras se encuentran de visita en los países latinoamericanos, esto no significa que todos respondan a esa estética. De esta forma, la idea preconcebida sobre el aspecto de estos ciudadanos conforma un estereotipo de clase cultural.
Estereotipos de género
Otro de los estereotipos más difundidos dentro de la civilización occidental corresponde a los estereotipos de género, donde comúnmente una sociedad cree que una mujer o un hombre debe tener ciertos comportamientos y actitudes de acuerdo a su género. Un ejemplo de esta clase de estereotipo es aquel que considera al sexo femenino como el sexo débil, concibiendo a la mujer como un ser sumiso, generoso, piadoso, amoroso, complaciente y dependiente.
En principio este paradigma fue propiciado en parte por la industria del entretenimiento, dominado sobre todo por los hombres, sin embargo con el auge de los movimientos feministas de liberación y empoderamiento, poco a poco el estereotipo de la mujer ha ido cambiando, a pesar de que en algunos medios de comunicación se siga trasmitiendo la idea de la mujer como un ser débil, frágil e incapaz de tomar las riendas de su vida. Otro estereotipo referente a la condición de la mujer es aquel que dicta por ejemplo que toda mujer logra la realización sólo cuando se convierte en madre; o también aquel pensamiento sobre que toda mujer está en búsqueda de un compañero masculino para casarse.
Estereotipos de grupo
En esta clase se encuentran aquellos que son ejercidos por el grupo mayoritario de la población hacia un grupo minoritario, como por ejemplo algunas tribus urbanas, comunidades de personas con algún tipo de discapacidad, etnias indígenas, afrodescendientes, religiones minoritarias, etc. Un claro ejemplo de estereotipo de grupo lo puede constituir por ejemplo el pensamiento de que todas las personas con Síndrome de Down son iguales, o que son niños eternos, cuando al confrontar con la realidad, la mayoría de especialistas, familiares y personas con esta condición genética levantan sus voces para desmentir este paradigma, y por el contrario aclarar que las personas con SD son seres humano únicos y diversos, como cada uno de los seres humanos que no presentan esta condición.
Igualmente, cada día estas personas cuentan con más medios para intentar romper también con el paradigma que busca situarlos en una infancia eterna, demostrando que también como seres humanos, crecen y maduran, teniendo necesidades, metas y sueños correspondientes a cada edad. De esta forma, la sociedad comienza a entender que las personas con Síndrome de Down necesitan estudiar, trabajar, conseguir pareja e independizarse como cualquier ciudadano de la sociedad, a pesar de que para lograrlo requieran de una ayuda especializada.
Fuente de imagen: iejemplos.com