El Pensante

El espectacular “ojo de Dios”: Nebulosa Helix

Ciencia - febrero 27, 2009

Imagen 1. El espectacular “ojo de Dios”: Nebulosa Helix

El espacio sideral: el cosmos infinito nutrido de miles de millones de galaxias, sistemas solares, estrellas y mundos, aquí y por allá, iluminando todo con colores de ensueño. Los grandes sabios decían que a Dios había que buscarlo arriba, en la Bóveda Celeste y ahora, la Ciencia estaría dando la razón, pues dicen haber descubierto: “el ojo de Dios”: la espectacular Nebulosa Helix. Veamos:

En los confines del universo, una estrella se resalta por su brillo especial de ultravioleta. Ésta se produce gracias al proceso de expulsión de gas a causa de la radiación ionizante, que todo en su conjunto da como resultado la formación de una nebulosa planetaria, con forma redondeada, tal cual como esta súper Nebulosa Helix o, en español, Hélice.

En síntesis se podría decir que una nebulosa planetaria es el símbolo que representa el final de la existencia de una estrella, como lo puede ser nuestro Sol. Al morir un sol, se expulsa hacia el espacio las capas gaseosas exteriores del mismo. Se trata de una maravilla del cosmos, misma que continuamente es fotografiada por los astrónomos, quienes se deleitan con la gama intensa de colores de la nebulosa en forma de un ojo enorme, como mirando todo el infinito.

NGC 7293

El Observatorio Europeo Austral (ESO, en sus siglas en inglés) ha publicado una sobrecogedora imagen de la nebulosa planetaria Helix, conocida por los astrónomos como el «Ojo de Dios», captada desde el observatorio chileno de La Silla. De todos es sabido que en el Universo se repiten formas y estructuras, pero para la vista humana el poder contemplar un «ojo» espacial que mide dos años luz, poco menos de 20 billones de kilómetros, es una experiencia única.

En 1824, el astrónomo alemán la descubrió y desde entonces ha suscitado mucho interés. El telescopio espacial Hubble y el Very Large Telescope del ESO ya captaron imágenes de ella en el pasado.

Pero la última y detallada imagen de Helix, que se encuentra en la constelación de Acuario a 700 años luz de la Tierra, la ha captado el Wide Field Imager del Observatorio La Silla (Chile).

En una nota de prensa, el ESO explica que Helix, o NGC 7293, como la conocen los científicos, constituye uno de los «ejemplos más espectaculares» de nebulosa planetaria.

A pesar de su nombre, las nebulosas planetarias poco tienen que ver con los planetas, ya que son un objeto gaseoso constituido por el resplandor final de las estrellas de masa baja o intermedia antes de convertirse en enanas blancas (que es el estado final de la evolución de una estrella).

En el futuro, el Sol también pasará por el estado de nebulosa planetaria y terminará siendo una enana blanca. En las nebulosas planetarias, las ráfagas de gas se desprenden de la superficie de la estrella, «a menudo describiendo intrincadas y bellas formas», y brillan por la intensa radiación ultravioleta de la estrella, pálida pero muy caliente.

La composición de la nebulosa

Los científicos explican que, probablemente, Helix está compuesta por al menos dos discos separados y tiene anillos externos y filamentos.

El disco interno más brillante de la nebulosa planetaria se expande a una velocidad de 100.000 kilómetros por hora y ha tardado unos 12.000 años en formarse.

A pesar de que se estudia desde hace años, su estructura es «compleja e inesperada»: alrededor del interior del anillo se observan pequeñas manchas, conocidas como nudos de cometa.

Esas manchas tienen unas colas de débil luminosidad que se extienden desde la estrella central y que parecen «gotitas de líquido que resbalan por un vidrio».

Aunque parecen minúsculos, cada nudo es casi tan grande como el Sistema Solar. La última imagen de Helix ha permitido a los astrónomos contemplar no sólo esos nudos, sino también remotas galaxias agrupadas que se vislumbran a través del gas incandescente de la nebulosa planetaria.

A pesar de la espectacularidad de la imagen telescópica, de su gran tamaño (cubre un área del cielo igual al ocupado por un cuarto de la Luna llena) y de su forma de ojo, el órgano visual humano no pueda verla fácilmente.

Fuente: www.elmundo.es