Daniel Everett con un miembro de la tribu
Los grandes misterios de la selva del Amazonas
Junto con los polos, el Amazonas sea seguramente la última frontera del planeta. Pese a un consistente ataque desde todos los frentes, esta gigantesca selva sigue siendo vasta e indómita y albergando secretos que nadie puede siquiera imaginar. En sus millones de hectáreas de árboles seguramente existan especies desconocidas, regiones completas que jamás han sido exploradas, plantas con propiedades fantásticas y grupos humanos que han evitado el contacto con la sociedad occidental por siglos.
Uno de los descubrimientos más importantes de los tiempos recientes tiene que ver con un grupo indígena conocido como Piraha o Piraña que habita en las regiones brasileras de la selva amazónica. Además de su peculiar organización social, este grupo ha dejado atónitos a los antropólogos por su peculiar lenguaje, que no se asemeja a ningún otro idioma sobre nuestro planeta.
Las características del lenguaje
Cuando los primeros conquistadores europeos comenzaron a recorrer el mundo, tenían muchas veces la noción de que los idiomas de los pueblos que se iban encontrando eran “primitivos”, apenas un conjunto de gruñidos que servían los propósitos más básicos de la comunicación. Esta noción era completamente errónea: todos los idiomas del mundo tienen estructuras increíblemente complejas que involucran varios tipos de sujetos, una o varias decenas de tiempos verbales y toda una estructura de palabras para referirse a cantidades y al espacio. O bueno, eso era lo que se sabía en el año 1977.
Las peculiaridades de los Piranha
En el 1977 un antropólogo llamado Daniel Everett se encontraba marchando en su canoa por los afluentes del amazonas cuando escuchó algunos silbidos. Pese a que era común encontrarse con tribus indígenas, el hombre (que también era lingüista) pronto notó que el sistema de comunicación de estas personas era un tanto peculiar. Tras algo de esfuerzos logró contactar con ellos y decidió quedarse a estudiar en la tribu, acompañado de su esposa (otra lingüista) y sus tres hijos.
Algunos miembros de la tribu Piranha
Por supuesto, esta no era la primera vez que los occidentales oíamos hablar de esta tribu, que ya era conocida por sus habilidades guerreras en tiempos de la colonia portuguesa. Sin embargo, Everett fue el primero en atreverse a vivir con ellos y en empezar a comprender su lenguaje, que pronto probaría ser muchísimo más peculiar de lo que había creído.
Los Piranha no eran una tribu ordinaria. Pese a tener números muy restringidos (se calcula que apenas hay entre 300 y 400 individuos), son un pueblo orgulloso, incluso arrogante, que se ha negado sistemáticamente a aprender otras lenguas y considera que debe defender su estilo de vida. Se sabe que en tiempos coloniales había varios grupos emparentados con los Piranha, cuyas lenguas podrían ser semejantes, pero lamentablemente hoy solo quedan ellos.
Everett estaba tan anonadado por sus descubrimientos que se aseguró de esperar hasta estar completamente seguro de que comprendía a la perfección lo que sucedía a su alrededor: pasarían tres décadas antes de que el hombre se atreviera a publicar sus resultados, pero para entonces ya tenía total certeza de que se trataba de una lengua única en el mundo.
Las características del lenguaje de esta tribu son únicas. Lo primero que impresionó a Everett fueron los sonidos que emitían estos pobladores, que realmente parecían más chasquidos y silbidos que un lenguaje complejo. Al comenzar a estudiarlos entendió la razón de su impresión: el lenguaje de los Piranha solo tiene 3 vocales y 8 consonantes (y algunos lingüistas incluso consideran que son menos). Sin embargo, esto no es tan peculiar como podría sonar, y las inflexiones, los acentos y la longitud de las sílabas le brindan gran diversidad al idioma.
Sin embargo, las características de su estructura eran una cosa completamente diferente. Everett pronto se dio cuenta de que nunca en su carrera había visto algo como ello. Pero estas características merecen un espacio propio: las veremos en el segundo episodio.
Parte 2
Fuente de imágenes: 1: newyorker.com, 2: estaticos01.elmundo.es