Es difícil determinar por qué. Ya hablamos de las conspiraciones asociadas al Carro de Agua (una creación bastante… improbable, por decir lo menos), de los carros eléctricos y a vapor de principios del siglo XX y de su desaparición a favor del carro a gasolina. Y fue el carro de gasolina, en primer lugar, el que dirigió la avanzada petrolera y llevó a la creación del llamado “oro negro”.

Pero hoy por hoy el petróleo parece estar bajo amenazas por una causa importantísima: el surgimiento y abaratamiento de los carros eléctricos. Si bien han sido muchos los que han tomado este camino, hay una compañía en particular que estuvo a la vanguardia y que pudo haber acelerado la transición en más de una década: Tesla.

Autos eléctricos

El advenimiento de los autos eléctricos estaba casi predicho. Luego de un siglo de su desaparición, el principal problema que tenían: la batería, había sido solucionado por la industria de los celulares, que tomó la tecnología de iones de litio y la mejoró mucho en el lapso 1990 – 2010. Sin embargo, aún faltaba crear la infraestructura y, ante todo, convencer a la gente de que valía la pena conducir un auto eléctrico.

La mayor parte de las empresas interesadas comenzaron a producir autos relativamente económicos pero con muy poca  batería (las baterías aún eran costosas en este momento). Esto los hacía ideales para la ciudad, pero no para viajar largas distancias.

Tesla optó por un camino diferente. Decidió construir un carro capaz de andar más de 500 kilómetros en una sola carga, hacerlo de lujo y cobrar un alto precio. Al hacerlo ganó algo que ningún otro auto eléctrico tenía: prestigio, y comenzó a popularizar los carros de este tipo.

El Modelo 3

Pero Tesla no paró allí. Aprovechando los precios decrecientes de las baterías se alió con Panasonic para construir una gran fábrica en Nevada, Estados Unidos, y en 2016 lanzó su Modelo 3, un auto que sería construido en una fábrica completamente robotizada (bueno, obviamente hay empleados, pero los robots realizan la mayor parte del trabajo) y vendido a un precio muy bajo: 35.000 dólares la versión con 300 millas (482 km) de autonomía.

La fábrica de Tesla está muy robotizada

En 2017, con la fábrica apenas comenzando su producción, Elon Musk (el fundador y CEO de TESLA) decidió poner manos a la obra y comenzar las entregas del vehículo… aunque la línea de producción distara de estar lista.

El resultado fue un desastre. Durante casi 3 meses no se produjeron prácticamente automóviles y posteriormente se hicieron algunos, pero nunca los suficientes para abastecer al mercado. Musk tenía todo: una idea brillante, un auto sexy y 500.000 compradores esperándolo, pero no era capaz de producir el vehículo.

En diciembre de 2017 se estaban produciendo menos de 200 vehículos semanales. Musk anunció un ambicioso plan de producción que llevaría a que antes de marzo 31 se produjeran 2500 vehículos por semana y antes de julio 5000. Hacerlo le permitiría alcanzar la producción esperada de 20 mil carros por mes y, por fin, comenzar a atender la altísima demanda que su modelo ha tenido en los mercados mundiales.

El asunto era fundamental porque si seguía pasando el tiempo y la empresa era incapaz de producir vehículos eventualmente iba a quedar en bancarrota. Por más exitoso que sea el producto, si no hay nada para vender pues no hay ingresos. Así de simple.

El reporte de marzo

El asunto es que Tesla es muy reservado con su información, por lo que hasta el 1 de abril no sabíamos realmente cómo iba el asunto.

Pero ya reveló la información relativa al primer trimestre y anunció que consiguió cerrar el periodo construyendo 2020 vehículos en la última semana del mes. Se espera mantener la cifra durante esta semana y después irla incrementando lentamente.

Este era el plan original de Tesla, pero las cosas no salieron tan bien

El anuncio ha sido tomado por unos como un respiro y por otros como una clara muestra de que Musk no puede cumplir lo que promete. Lo cierto es que si bien 2000 carros a la semana es menos de lo prometido, le permite a la empresa incrementar sus ingresos, responder a sus clientes y demostrar que sí puede mejorar los números de producción, por lo que se espera que sus niveles de producción sigan aumentando.

Tesla ha demostrado que fabricar un carro eléctrico de manera masiva es económicamente viable, y va ganando, por mucho, la carrera por esta nueva tecnología. En un lejano segundo lugar vienen empresas chinas de las que aún sabemos poco en estas partes del mundo. Es una buena noticia para el ambiente, y una  mala para la industria petrolera, que la empresa haya conseguido superar su producción.

Pero no todo es positivo para Tesla. Cada vez más las empresas chinas comienzan a producir carros de mejor calidad y varios gigantes ya van adelantados en la construcción de sus propios modelos. Nissan, Renault y Kia son tres de las compañías que más se han esforzado en sacar modelos propios y los resultados se han visto en diversos mercados. Si Tesla no apresura la producción, las personas bien podrían reconsiderar la compra de su Modelo 3 por un Nissan Leaf o un Renault Zoe.

Fuentes:

1. https://newatlas.com/tesla-model-3-production-q1/54065/

Imágenes: 1: fortune.com, 2: oilprice.com, 3: teslarati.com