Los arquitectos siempre se las arreglan para sorprender con cada proyecto, inovando no sólo en diseño, sino también en los materiales utilizados en cada proyecto, pero que alguien pueda hacer un edificio con botellas sí que es algo insólito.
Se trata de Li Rongjun, un joven recien graduado nacido en China que aspira a convertirse en Arquitecto y quien en 2015 decidió constuir su propia oficina en las afueras de Chongqing, un pueblo al suroccidente del país asiático. La oficina, de forma circular, consta de dos niveles y para su construcción se utilizaron 8500 botellas de cerveza.
El padre del joven le ayudó en todo el proceso, mismo que se prolongó por lapso de 4 meses y en el que se invirtieron más de 11.000 dólares. El asiento de las botellas fue alineado hacia el interior de la oficina, mientras que la boca de las botellas quedaron orientadas hacia el exterior de la edificación.
Los lugareños afirman que el edificio es hermoso, pero que en la noche se ve mejor porque se puede ver la luz de color verde filrarse por las botellas, iluminando los alrededores.
Sin embargo, no todo es fiesta para el joven, pues Tang Ji, un arquiecto local que ha visto la edificación asegura que el segundo piso tiene muros de carga y que las botellas tienen una resistencia limiada que pueden soportar por lo que asegura que la oficina de Li podría llegar a colapsar.
Sin embargo Li no se desanima y asegura sentirse muy orgulloso de su oficina y considera que el diseño innovador del edificio, así como el material utilizado valdrá para que las personas se acerquen a solicitar diseños para sus proyectos.
Le han llamado La casa de Cristal y, aunque Li y su familia no cuentan con grandes recursos, su ingenio les valió convertir su proyecto en realidad.