Una de las muertes más absurdas de la historia, fue la del gran escritor griego Esquilo. La causa de su deceso, fue que del cielo le cayó una tortuga en su cabeza.
Un accidente de la naturaleza
Esquilo es uno de los más renombrados y reconocidos sabios y dramaturgos griegos, quien vivió en el año 535 antes de Cristo. Las águilas suelen tomar como presas a las tortugas, mismas que tienen un resistente caparazón y se esconden en él. De tal modo que la poderosa ave la captura con sus fuertes garras, se eleva y la deja caer contra una roca, para que se destruya el caparazón y así, darse una suculenta comida.
Como Esquilo era calvo, el águila llegó a pensar que se trataba de una piedra y calculó que le cayera en la cabeza al escritor griego, quitándole la vida al instante, en el año 456 a.C. pero algo muy curioso, es que como en aquel entonces confiaban en las predicciones del Oráculo, este último había advertido a Esquilo que iría a fallecer a causa de aplastamiento, por una casa. Tal vez nunca sospechó que sería una tortuga.
Las profecías del oráculo se cumplieron
En consecuencia, el griego se marchó de la ciudad de Eleusis donde residía. Pero eso no fue óbice para que la profecía se cumpliera y tal como lo detalló el oráculo, fue aplastado, pero por una tortuga, a la edad de 71 años.
Esquilo quedó marcado en la historia, no sólo por su insólita muerte, sino también por sus enseñanzas, pues fue predecesor de Eurípides y Sófocles, otros grandes escritores y filósofos, quienes practicaban y adoctrinaban sobre los misterios de Eleusis. Una de sus obras más resaltadas fue “Las suplicantes”, al igual que “Prometeo encadenado”, “Las Euménides, “Agamenón”, entre otras tantas, consideradas como joyas de la Filosofía griega.
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