El mal servicio y la negligencia que muchas entidades de salud, brindan a sus usuarios, ha conllevado a que muchos de ellos pierdan la vida, empeore su situación, o a que éstos cometan actos desesperados. Así le sucedió al hombre que se operó a sí mismo, los intestinos.
El desespero por el dolor y la negligencia
Graham Smith, un ingeniero de Inglaterra, en 2001 debió ser operado a causa de un problema en el intestino grueso. Pero luego de la intervención quirúrgica y ya dado de alta, la herida de la sutura que le practicaron, comenzó a dolerle y a picarle. Pero el hombre prefirió aguantarse un buen tiempo, hasta que ya el dolor era muy intenso y decidió ir en 2011 al mismo hospital donde lo operaron para que lo revisaran.
Los médicos quedaron asombrados cuando se percataron que a este hombre nunca le habían retirado los puntos y ya llevaba casi 10 años con ellos. Pero ese día, sólo se limitaron a examinarlo y para poder acceder a un procedimiento para su curación, debía solicitar varias citas. No obstante, pasaba el tiempo y según Graham Smith no lo atendían.
Su desesperación por el dolor fue tal, que decidió él mismo, efectuar la operación y extraer los puntos que otrora le dejaron. Aprovechando sus conocimientos de ingeniería, optó por construir los instrumentos que usaría y fue ayudado por un amigo profesional en odontología, quien le facilitó varios elementos para tal fin.
En total eran 12 puntos que abarcaban cerca de 9 cms de piel en la parte abdominal. Entonces, con titanio construyó unas piezas especiales con las que pudo quitar punto por punto, consiguiendo de esa manera ponerle fin a tanta molestia y tortura, que llevaba padeciendo durante 15 largos años.
Cuando los medios se enteraron de su caso, varios lo entrevistaron y en ellos, el ingeniero Smith advirtió a las personas de no hacer lo mismo, puesto que él aprovechó sus conocimientos especiales en ingeniería, así como que era plenamente consciente de que había una alta probabilidad de que todo saliera mal.
El ente hospitalario niega acusaciones
Pero fue el desespero de primero su dolor, y luego notar la exagerada negligencia por parte de los estamentos de salud a los que recurrió. De acuerdo con él, duró 5 años esperando una cita para ver al médico. Pero ante las críticas por todas partes, el “Hospital Aintree”, el cual fue el responsable de la cirugía mal hecha y acusado de no querer atenderlo, lanzó un comunicado de prensa donde contradijo al ingeniero y aseveró que sí le había concedido una cita, pero el paciente la canceló.
Smith dice al respecto: “tuve que tomar el control de la situación, porque no estaba dispuesto a seguir en la lista de espera y morir, pero no intentes hacer esto en casa”.
Una importante aclaración por parte de este sujeto, para que ninguna persona se arriesgue a tomar esta clase de procedimientos de gravedad, por sus propias manos. Aunque es lógico que ante el yugo de un dolor permanente e insoportable y la negativa de los estamentos de salud, cualquier puede perder los estribos. A este hombre le salió bien su hazaña y por fin, pudo descansar de su herida continua que casi le dura dos décadas.
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