En la India, más exactamente en la localidad de Jorhat, se encuentra ubicado un lugar muy natural en plena zona desértica, elaborado años atrás por un hombre de la comunidad llamado Jadav Payeng. Ésta es su historia.
Un sueño que parecía imposible, lo hizo realidad
Todo empezó en el año 1979. Jadav era un adolescente con mucho amor por su pueblo y contaba con 17 años; ya tenía grandes preocupaciones y aspectos qué resolver, como obtener el agua para beber, cocinar, los mismos alimentos para preparar, y por eso trabajar para llevar sustento al hogar, era su deseo.
Esos problemas que tanto lo agobiaron buscando una solución, eran cusados principalmente porque Jorhat es un territorio con un 1% de vegetación, casi nula. Es por ello que los pocos animales que allí habitaban, morían por las grandes sequias y falta de sombra al recibir el sol.
Jadav pensó en plantar árboles, plantas, matas de alguna clase, para lograr algunos palos de sombra y tener más vida silvestre. Les expresó sus ideas a las autoridades y abuelos de la comunidad, también buscando colaboración para lograr el objetivo, pero ellos se negaron, resumiendo que esas tierras estaban tan desérticas, que sería imposible algo naciera allí.
Sin embargo, el adolescente insistió tanto en que sí lograría algo, que las autoridades locales le dieron algunos bambúes y vejucos para sembrar. Así lo hizo Javad, sembró cada raíz que le entregaron y logró conseguir muchas más, mismas que seguía sembrando por todas partes, cada día más.
Una reserva natural en pleno desierto
Con el pasar de los años, Javad dedicó casi que media vida, al cuidado de sus plantaciones y para principios del año 2016, ya el adolescente que inició su loca idea de plantar en el desierto, era todo un señor que vivía en un gran bosque con plantaciones y animales que de por sí, desarrollaron una reserva natural.
Ya van varias décadas después de que Javad empezó con la siembra. Tiene un lugar que puede ser visitado por cualquier turista; lleva por nombre “Bosque de Molai”, como le dicen sus amigos y familiares. Allí volvieron a vivir animales exóticos como elefantes, tigres, variedad de reptiles y de aves. Su historia ha sido tan conocida e impactante, que se han filmado películas y documentales, en los cuales concientizan al hombre de los beneficios que puede recibir, dándole amor a la naturaleza.
Otro hombre, reconocido mundialmente por haber logrado vencer las adversidades de las zonas desérticas, para poder sembrar y recuperar la vegetación, es Yacouba Sawadogo, “el hombre que detuvo el avance del desierto”. Desde 1974, este hombre quiso volver a ver vida vegetal en la región africana de Gourga. Obviamente, todas las personas al principio lo trataban de loco, pues no asumían la posibilidad de que las semillas germinaran en medio de la erosión. Pero cuatro décadas más tarde, Yacouba recuperó alrededor de 3 millones de hectáreas, que antes eran puro desierto y ahora son tierras cultivables.
Un ejemplo de perseverancia y ecologismo, que ha inspirado a muchos en el mundo.
Imagen: wikipedia.org