En los días actuales, está ocurriendo un evento del cual muy pocos creerían su veracidad. En Sri Lanka donde la mayoría de los pobladores son de religión budista, un grupo de monjes está generando y promoviendo la hostilidad hacia las pequeñas sectas religiosas y étnicas, que se encuentran en esta región.

Claro está, que este tipo de problemas religiosos y étnicos no son nuevos y se encuentran registros, que evidencian que han venido ocurriendo siglos atrás.

En el año 1959 se presentó un evento que mostró el lado oscuro de la religión budista, cuando un monje asesinó al primer ministro Salomón Bandaranaike, teniendo como principal motivo, la incapacidad del ministro de asegurar los derechos de los cingaleses. Este hecho fue de gran relevancia y permitió divisar la ideología poco pacifista de algunos monjes budistas.

Otros eventos que han generado controversia, son las arremetidas violentas contra las plantas de sacrificios animales de los musulmanes, pues consideran que esta clase de lugares van en contra de la Ley. Del mismo modo, lo estudiantes que se dicen budistas, realizan algunas protestas frente a universidades, asegurando que los exámenes favorecen a los musulmanes.

Adicionalmente, en Birmania, una escuela budista llamada el movimiento 960, está promoviendo actos hostiles contra los musulmanes, según informan las autoridades.

Si se revisa la historia de la humanidad, pareciera que el hombre no ha aprendido que el camino del odio y la guerra contra otros, es un camino que no ha permitido el crecimiento moral ni espiritual de la humanidad. Los budistas tántricos del Tibet, quienes conservan las enseñanzas directas de Sidharta, afirman que las religiones formadas llamadas budistas, hoy ya no tienen nada que ver con Buddha, así como las cristianas, ya nada tienen que ver con Cristo.