El misterio de la esfera de Namibia

En el momento en que la sociedad comprendió que se trataba de un lugar inmensísimo, del que sólo éramos una minúscula gota, y que en otros lugares podían existir mundos imposibles siquiera de imaginar, el universo se convirtió en un lugar casi místico.

Por esta razón, cuando objetos peculiares caen desde los cielos no podemos más que imaginar los escenarios descritos por tantos autores y preguntarnos si hay algo más, algo allá arriba que no comprendemos ni conocemos.

Las esferas de Namibia

Aunque no sea de conocimiento común, la caída de esferas en varias regiones del planeta es un hecho que se ha convertido incluso en rutinario. Parece ser que la reciente esfera que apareció en Namibia no es sino el caso más reciente de este tipo de sucesos.

Varios medios afirmaron de manera bastante enfática que el objeto era de procedencia desconocida y que seguramente pertenecía a una tecnología no humana. Sin embargo, las autoridades pronto se pronunciaron y refirieron que la esfera hace parte de una misión espacial y que está específicamente diseñada para resistir grandes presiones, por lo que no extraña que haya llegado a la tierra en estado prácticamente intacto.

Hay que diferenciar entre esta esfera – de superficie lisa pero con una manufactura burda, y que es solo parcialmente esférica – de otros hallazgos que además de ser esferas perfectas parecen tener una composición desconocida. En el caso de la Esfera de Namibia, que generó toda una oleada de los medios, parece ser que se trata de un artefacto humano.

De acuerdo con la información disponible, objetos semejantes a este se utilizan para llevar gases inertes a las altas regiones de la atmósfera. Son extremadamente resistentes, por lo que no sorprende que uno de ellos haya sobrevivido a la caída sin mayores inconvenientes. La única diferencia importante entre la esfera de Namibia y otros restos de aeronaves es que su superficie es muchísimo más lisa, pero esto, por sí mismo, no es garantía de nada extraño.

La esfera de Namibia, en efecto, venía del espacio. Solo que fuimos nosotros quienes la mandamos allí.

Fuente de imagen: i.dailymail.co.uk