La fotografía de un día de campo
El 23 de mayo de 1964 el bombero, fotógrafo e historiador Jim Templeton se encontraba con su familia en un adorable y soleado día de campo, en un viaje a Burgh Marsh. Jim decidió tomar algunas fotografías de su hija retozando en el pasto, así como de su esposa y en general de toda la familia. Algunas semanas después, tras llevar el rollo a revelar, Jim notó un detalle extraño – un tanto perturbador – en una de las fotografías: detrás de su hija aparecía una figura humana vestida de blanco con lo que parecía un casco espacial. De acuerdo con Jim, ese día no estaban en el prado más que su familia y dos señoras sentadas en un auto al otro lado del parque. No solo esto, él afirma que al tomar la fotografía (de una serie de tres), nunca vio aparecer a nadie en su lente.
Tras verificar la autenticidad de la fotografía con algunos trabajadores de la empresa Kodak, Jim hizo público su hallazgo. La empresa incluso ofreció una recompensa a quienes pudieran probar que la foto había sido alterada (eso fue en 1965 y la recompensa aún no se ha cobrado). Pronto, miles de personas comenzaron a establecer teorías sobre la naturaleza de este misterioso hombre espacial. De acuerdo con la versión de la familia Templeton, nunca vieron tal persona en el prado, y la fotografía no deja lugar a dudas sobre la presencia de alguien tras la pequeña. ¿Pero quién – o qué – podría ser?
¿Quién apareció allí?
Para los “ovni maníacos”, la cosa estaba clara. Un traje blanco, casi aséptico, un visor negro, ¿qué más sino un viajero del espacio exterior? Pero seguía habiendo un inconveniente: nadie podía explicar por qué Jim no había visto al sujeto. Mientras que algunos hablaban de una tecnología que lo haría invisible a los ojos humanos pero no a las cámaras, otros comenzaron a buscar explicaciones alternativas.
Comenzaron a surgir teorías sobre espíritus o fantasmas, pero ahora lo complicado era justificar el traje que vestía el “hombre del espacio”. La teoría que surgió con más fuerza fue la de un hombre – o humanoide – de otra dimensión que hubiese sido captado por la cámara en el momento en que pasaba por la nuestra, o la de un visitante espacial cuyo camuflaje sufrió un breve malfuncionamiento. En ambos casos la fotografía se presenta como prueba de la existencia de seres que, por decisión o por fuerza, están fuera del alcance de nuestros sentidos.
Una coincidencia sospechosa
Las cosas se ponen aún más interesantes. Algunas semanas tras el incidente, Jim relata que se presentaron dos hombres a su casa, quienes se identificaron como miembros de una comisión del gobierno. Los hombres le hicieron algunas preguntas y parecieron molestos al partir tras recibir la misma respuesta que Jim había dado varias veces antes: que no había visto a nadie en el prado. Y aún más extraño: un lanzamiento de prueba en Australia se canceló apenas unos días después porque, supuestamente, aparecieron algunas personas en el campo de tiro… personas semejantes al hombre de la fotografía de Jim. Para muchos, esta fue la prueba definitiva de que por razones desconocidas, seres de otros lugares (quizás otro planeta u otra dimensión) nos estaban visitando.
¿Y qué dice la versión oficial de la fotografía? De acuerdo con algunos expertos, la fotografía presentaría a la esposa de Jim, quien por la sobreexposición habría aparecido de tal manera. Sin embargo, Jim afirma que no la vio en el cuadro al momento de tomar la fotografía, y no aparece en ninguna de las otras dos fotos. Esto, según los defensores de esta explicación, se debería a que un 30% del cuadro aparece por fuera del visor en este modelo de la cámara.
En todo caso, la imagen se asemeja mucho más a un hombre espacial que a una mujer con vestido, como cualquiera puede comprobar. ¿Qué opinan ustedes? ¿Se trata efectivamente de un visitante extraño o la teoría de la sobreexposición tiene sentido? Los invito a que miren la imagen y comenten sus impresiones.
Fuente de imágenes: 1: s4.photobucket.com; 2: midnighthollow.com.