Sospechosas apariciones sobre el Mar Caspio
Ya hemos hablado de varias leyendas de esta lejana región de Asia central, que comunica los países eslavos y armenios con las poblaciones kazajas de Asia Central y las persas del sur. Debido a su tamaño y a sus particularidades, así como a la variedad de sociedades que habitaron en sus costas, el Mar Caspio es un lugar favorecido por las historias sobrenaturales, las civilizaciones perdidas y la aparición de objetos que no han podido ser identificados.
No son solo los mares del gran lago los que presentan estos comportamientos inexplicables. En sus cielos también se ha avistado innumerables objetos cuya procedencia jamás ha podido ser aclarada del todo. Y lo más interesante es que no son solo los habitantes de la región quienes detectan estos objetos: los radares y otros dispositivos de detección también han sido actores de casos inexplicables. Veamos una de las más impresionantes:
Un Ovni gigante
El 28 de agosto de 1991, hacia las 5 de la tarde, un objeto no identificado de gigantescas dimensiones apareció en las lecturas del radar ruso ubicado en la península Mangyshlak. De acuerdo con las declaraciones de los hombres encargados de la revisión de la máquina, apareció en las pantallas un objeto de unos 600 metros de longitud y 110 metros de diámetro volando a poco menos de 10 kilómetros de altura con una velocidad que podría superar los 1.500 kilómetros por hora.
Las autoridades rusas se alertaron – con razón – y enviaron 4 jets de combate MIG-29 a buscar el objeto y obligarlo a aterrizar. De acuerdo con el relato filtrado a la prensa, la orden era disparar si el objeto se negaba a cooperar. Algunos pilotos alcanzaron a ver el objeto, que de acuerdo con su relato era un disco metálico alargado con signos extraños dibujados, en verde, en el exterior. El objeto ignoró los contactos por radio y, al detectar que los MIG abrieron fuego, generó una especie de campo que hizo que los sistemas de ubicación de los aviones comenzaran a fallar.
Dos de los jets tuvieron que volver a la base de manera inmediata, y los dos restantes solo lograron permanecer allí un minuto más antes de verse obligados a retornar. Conforme se alejaron de la nave los sistemas retornaron a la normalidad, pero ya era demasiado tarde para seguirla. Luego, la nave comenzó a volar en zig-zag, aceleró de manera impresionante y, tras unos 45 minutos, desapareció súbitamente de los radares.
El descubrimiento de la nave
Pero la historia no termina aquí. Poco más de un mes después de estos sucesos (hacia finales de septiembre) comenzó a esparcirse un rumor en las regiones vecinas de que un objeto gigante se había estrellado en las montañas Tien Shan, del vecino Kirguistán, en un sitio particular denominado Shaitan Mazar, lo que a grandes rasgos traduce “la tumba del demonio”. De acuerdo con los rumores, quienes visitaron el sitio del accidente sufrieron quemaduras en sus cuerpos, y aquellos que llevaban relojes vieron como éstos parecían averiarse.
Un grupo de montañistas rusos vinculados al grupo de interesados en los Ovnis SAKKUFON organizó una expedición hacia las montañas con el objetivo de encontrar los restos de la aeronave, pero el mal clima les obligó a regresar. Análogamente, los helicópteros rusos de reconocimiento no pudieron acercarse al lugar por su incapacidad para superar el problema climático. Uno de ellos, debido al mal tiempo, se estrelló en la montaña en un trágico evento que significó la muerte para toda la tripulación.
La expedición de la Fuerza Aérea
En este momento la historia se vuelve un tanto surreal. Fuentes rusas no oficiales hablan de una expedición a gran escala organizada por la Fuerza Aérea Rusa que llevó a que, unas dos semanas después, un equipo especial llegara al lugar del choque. Sin embargo, los eventos extraños no cesaron y muchos de los miembros del grupo afirmaron que el ambiente se volvía más y más opresivo conforme se acercaban a la aeronave:
De acuerdo con la información disponible, hacia los 800 metros del artefacto, todos los miembros del equipo fueron afectados por una fuerte sensación de náuseas y dolor muscular. Hacia los 600 metros, los objetos electrónicos se quemaron, dejando un denso olor en la atmósfera (que no favorecía el estado del grupo) y eliminando las evidencias hasta entonces recolectadas.
Ninguno de los miembros pasó la barrera de los 500 metros, pues allí comenzaban a sufrir quemaduras por radiación. Los intentos de sobrevolar la aeronave también fueron infructuosos y al final el grupo tuvo que abandonar el lugar sin obtener muestras.
El artefacto gigante desapareció, tras unos días, y jamás se volvió a obtener información (oficial o no oficial) sobre el asunto. El rumor en la región es que la aeronave fue recogida por el gobierno ruso y se mantiene en un estado de alto secreto todo lo que tiene que ver con ella. En todo caso, si la Fuerza Aérea Rusa sabe algo del objeto, lo ha mantenido en completo silencio.
Este caso se asemeja un poco a la famosa Área 51, solo que aquí no sabemos el destino del objeto misterioso. ¿Qué opinas? ¿Crees que los rusos puedan realmente tener una nave de este tipo en alguna facilidad secreta?
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