Pues bien, el moco que está invadiendo los fiordos noruegos no es verde, sino rosada, y tiene una causa completamente diferente a la del alga didymo que como vimos en aquella ocasión parece haber invadido la gran mayoría de cuerpos de agua dulce en las regiones templadas.

Cinturón rosado

En el caso de Noruega, fue bastante fácil determinar qué componía la sustancia: según los investigadores se trata de los cuerpos en descomposición de millones, si no miles de millones, de medusas. El problema, cómo no, es que nadie sabe de dónde salieron.

El moco en cuestión consiste en una masa gelatinosa de tamaño titánico oculta bajo las aguas del mar del norte. Tiene, según los pescadores, una consistencia semejante a la margarina y yace a cientos de metros de profundidad. Originalmente era poco más que una curiosidad, pero en la actualidad está comenzando a dañar seriamente las redes y a interferir con las labores de los pescadores. Y lo más preocupante, dicen, es que no para de crecer.

Aunque es común que la población de medusas se dispare cuando las condiciones son propicias, nunca en la Historia de Noruega habían sido testigos de algo tan dramático como esto. De acuerdo con Robert Larsen, profesor, de la Universidad de Tromso de aquel país, se trata de un cinturón de unos 200 metros de ancho, es decir, que contiene millones de metros cúbicos de la sustancia.

Las autoridades afirman que no pueden hacer absolutamente nada para librarse del moco rosado y que hay que analizar bien qué llevó a millones de medusas a terminar allí. Estudios preliminares le apuntan a corrientes de agua que habrían confluido en el lugar con un escenario particularmente propicio para estos animales por la mayor contaminación de las aguas (ya que ellos pueden alimentarse de materia orgánica y microorganismos).

La única esperanza para los pescadores es que el gigantesco cinturón rosado de moco desaparezca tan rápido como llegó, siguiendo el ciclo de vida de las medusas (que es más bien corto). Entretanto, el moco rosado de los fiordos noruegos nos indica que tanto han cambiado los mares bajo nuestro dominio.

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