Un lugar que parece gustar de las creencias peculiares
Hace apenas pocos días hablábamos de la isla de Tanna en el país polinesio de Vanuatu, ubicado relativamente cerca de las costas orientales de Australia. En dicha isla se desarrolló una creencia única, seguramente impulsada por la ocupación de tropas norteamericanas en la Segunda Guerra Mundial, que hablaba del profeta John Frum y su eventual retorno con regalos, “cargo” y un motor para el barco del lugar.
Pues bien, parece ser que los habitantes de Tanna gustan de construir creencias que en el resto del mundo tienen más bien poco sentido. Además del culto de John Frum, dicha isla es el hogar de una religión conocida como El Movimiento del Príncipe Philip.
El Movimiento del Príncipe Philip
De acuerdo con antiguas leyendas de la isla, un espíritu nacido en aquellas montañas tuvo un hijo que decidió abandonar sus tierras y viajar a un lugar distante en el tiempo y el espacio. En aquel lugar el joven se casaría con una mujer muy poderosa para, eventualmente, retornar a su pueblo con los beneficios de su relación.
De la creación de esta leyenda, cuyos orígenes no se conocen, solo había un paso a la construcción del Movimiento. Parece ser que todo comenzó en la primera mitad del siglo pasado cuando los habitantes de la isla comenzaron a notar el respeto con el que los enviados de la Metrópoli trataban a la reina Elizabeth II, y empezaron a pensar que su esposo era, seguramente, aquel distante hijo del espíritu de la montaña. Fue entonces que el Príncipe Philip, Duque de Edimburgo y Consorte de la Reina Elizabeth II se convirtió en el Mesías de los habitantes de esta región.
El movimiento cobró aún más fuerza en 1974 cuando la pareja visitó la isla. Algunos habitantes de la isla fueron capaces de ver al Príncipe Philip en persona y sus creencias al respecto no hicieron sino incrementarse. Y para terminar el cuadro, el Príncipe envió algunos años más tarde un retrato oficial, a lo que los aldeanos respondieron con un arma tradicional de cacería llamada nal-nal. En el 2000 el príncipe ya había enviado 3 fotografías.
Y el culto sigue, aunque no se sabe cuál será su desenlace cuando el Príncipe Philip muera. ¿Se convertirá en un Mesías espiritual, cuyo regreso a la tierra esperarán pacientemente? ¿O sencillamente comenzarán a adorar a un nuevo consorte de otra reina?
Fuente de imagen: oddculture.com