Antes de abordar los aspectos relacionados con el origen del Arte, quizás lo mejor sea detenerse un momento, para revisar el concepto propio de Arte, a fin de entender dentro de su contexto teórico preciso, los pasos involucrados con su nacimiento.
Definición de Arte
Sin embargo, como suele suceder con aquellas dimensiones humanas de gran complejidad, el concepto de Arte sigue en discusión, siendo abordado por cada nueva generación, que se plantea el reto de definirlo de forma más precisa, o incluso develarlo por vez primera. No obstante, por consenso académico, el Arte ha sido generalmente definido como toda actividad expresiva, realizada por el ser humano, en su deseo de transformar su entorno, dejar su legado o comunicar un mensaje a sus semejantes. Impulsos a los cuales se les agrega la necesidad de que dicha expresión, bien si esta toma forma permanente o efímera responda también a razones estéticas.
Por ende, el Arte es el impulso humano que lleva a un individuo a elaborar elementos plásticos, literarios, musicales, corporales o expresivos, en donde éste plasma sus ideas sobre el mundo, a través del uso de técnicas específicas, las cuales son hechas para la apreciación de los contemporáneos, así como de las generaciones futuras, persiguiendo además de la expresión por sí misma, la modificación estética del medio en el cual crea el artista. La contundencia y trascendencia de estas creaciones, así como su capacidad de conmover la condición humana, de quien la observa, hacen que el Arte sea considerado también como uno de los componentes más importantes de una Cultura, así como la huella más trascendental de su existencia.
Origen del Arte
Con respecto al momento en que este elemento Cultura surgió dentro de la sociedad humana, las distintas investigaciones antropológicas han llegado a la conclusión de que éste se puede situar en los primeros estadios del hombre, por lo que entonces el Arte sería una creación humana, cuyo nacimiento parece coincidir con el de la propia Cultura. De esta forma, los científicos han señalada al Homo sapiens como el individuo protagonista del surgimiento del Arte dentro de la sociedad, aun cuando señalan que en ese momento, el impulso artístico, quizás tenía más una motivación más comunicativa que estética, puesto que el hombre primitivo trataba de comunicarse con sus deidades, a través de sonidos, pinturas o demás creaciones, a pesar de que sólo se pueda dar cuenta de aquellas plasmadas de forma permanente en objetos que han sido encontrados por los investigadores.
Al respecto, se puede hablar entonces del Arte primitivo como primer eslabón de la Historia del Arte, pues éste fue desarrollado por el hombre primitivo desde su aparición, momento que coincide con el Paleolítico, la llamada edad de piedra, y que puede situarse unos 25.000 a.C. No obstante, durante la Prehistoria, se puede hablar también de tres momentos específicos, en los cuales vale la pena detenerse para poder estudiar los tres principales estadios del origen o primeros momentos del Arte. A continuación, cada uno de ellos:
Arte en el Paleolítico
Con el nombre de Paleolítico es definida una etapa de la evolución del hombre (conocido científicamente como Homo sapiens) el cual ocurrió entre 25000 a.C. y 8000 a.C. aun cuando su etapa de auge correspondió al período existente entre 15000 a.C. y el 8000 a.C., etapa a su vez que es conocida como periodo magdaleniense. Durante el Paleolítico, los científicos han hablado sobre un Arte fuertemente ligada a un sentido mágico-religioso, es decir, que los elementos o creaciones que se producían, se hacían con la creencia de que plasmando con las manos aquello que se deseaba podría tenerse en la realidad, por lo que de alguna manera el impulso estético no estaba todavía tan presente, o al menos era ganado por el carácter utilitario y ritual de las creaciones.
Durante años se creyó que el Arte producida durante el Paleolítico correspondía solamente a sociedades que se desarrollaron sobre el suelo europeo, creencia que fue quedando atrás con el posterior hallazgo de diferentes piezas de carácter artístico en regiones del continente asiático, así también como en Oceanía. Con respecto a las creaciones que tienen lugar durante la Edad de Piedra se encuentran las pinturas rupestres, halladas sobre las paredes de algunas cuevas, siendo las más famosas las pinturas de Altamira o Lascaux, y realizada en base a pigmentos naturales, en donde se encuentran sobre todo colores rojo (correspondiente al óxido de hierro), el ocre (obtenido en base a la arcilla) o el color negro (el cual al parecer se obtenida en base al óxido de manganeso). Por lo general, los temas eran de carácter naturalista, representando escenas de caza.
Es esta época también puede hablarse de una escultura primitiva, caracterizada por lo general por la recreación de figuras antropomorfas femeninas, conocidas como venus, y que se consideran también ligadas a rituales mágicos, o como representación de deidades o épocas ligadas a la fecundidad. Así mismo, se puede hablar de los primeros estadios de la música, pues se cree que pare esta época el humano ya había desarrollado la agilidad de producir sonidos con su voz, siendo éste el primer instrumento musical con el cual experimentó. No obstante, se cree que durante esta época surgen también los primeros instrumentos musicales, constituidos por palos, piedras o huesos, que el hombre aprende a golpear produciendo sonidos rítmicos. Igualmente, se cree que junto a la música, la danza empezó a evolucionar durante el Paleolítico, pues el Homo Sapiens también comprendió el cómo podía mover su cuerpo, no sólo para actividades utilitarias, sino con determinados ritmos y formas.
Finalmente, de acuerdo a lo que han indicado los investigadores, el hecho más importante en cuanto al origen del Arte es que durante los miles de años que duró este período, el hombre se pudo dar cuenta de cómo las creaciones pictóricas, escultóricas, musicales o corporales que producía, además de su uso inmediato en el aspecto mágico-religioso, eran capaces de producir cierta influencia en el ánimo de los individuos, lo cual sería indispensable para las etapas posteriores y el sentido estético del Arte, como necesidad expresiva.
Arte en el Neolítico
Posteriormente, en la evolución humana, tiene lugar el Neolítico, período ocurrido según los investigadores entre el 8000 a.C. y el 3000 a.C. Durante esta etapa la sociedad vivió quizás una de las transformaciones más importantes, puesto que descubrió la Agricultura, lo cual marcó un cambio radical en su tipo de vida, abandonando las cavernas, para volverse un individuo sedentario, que construyó casas primitivas cerca de sus cultivos, para poder cuidarlos. En este sentido, este cambio de una economía basada en la caza y la recolección, a una en donde cumplía un papel básico la agricultura, no sólo trajo cambios alimenticios importantes, sino que produjo un entramado social mucho más complejo, lo cual también se tradujo en cambios en muchos aspectos, entre ellos el Arte.
Con respecto a este aspecto, entonces se pueden nombrar dos grandes cambios: en la Pintura, los expertos indican que el hombre del neolítico integró dentro de sus trazos la figura del hombre, aun cuando todavía se trataba de una pintura bastante esquemática y plana, en la cual por lo general se representaba al hombre en forma de cruz, mientras que para la figura femenina se usaba un triángulo. Así mismo, de esta época de la prehistoria datan aquellas pinturas en donde los realizadores buscaban dejar la impresión de sus manos sobre las paredes de cuevas exteriores o de piedras. Un ejemplo de este tipo de pintura rupestre lo constituyen algunas pinturas encontradas en la cueva El Cogul (España) así también como en África e incluso en América, en la cueva de manos, ubicada en Argentina. Así mismo, en el Neolítico tuvo una especial evolución la producción de piezas de cerámica, las cuales fueron decoradas con conchas marinas, lo que significó la evolución de un arte mobiliar que sí tomaba en cuenta el carácter estético de la pieza. De hecho, durante esta época, el hombre del Neolítico fue capaz de aventurarse en la utilización de nuevos materiales, apareciendo en escena cristales y minerales como el jaspe o el cuarzo.
Edad de los metales
En referencia a las etapas de la Protohistoria es conocida como la Edad de los Metales, la cual se extendió desde el 3000 a.C. hasta el 2000 a.C. Durante este episodio de la evolución humana, algunos investigadores resaltan como hecho fundamental, ligado al Arte, la conquista humana sobre metales como el cobre, el bronce y el hierro, los cuales aprendió a manejar e incorporar a la fabricación de elementos, tanto utilitarios como artísticos. Así mismo, a nivel pictórico, también se pudo observar un cambio en la representación de la figura humana, la cual aun cuando seguía siendo esquemática, comenzó a experimentar cambios importantes, entre ella los grandes ojos con los que eran representados.
De igual forma, durante esta etapa de la Protohistoria, se desarrolló la elaboración de grandes monumentos funerarios de piedra o megalíticos, entre los cuales se encuentran los de tipo dolmen, el menhir, así también como el cormlech. Se cree que de esta época data el famoso Stonehenge, ubicado en Inglaterra, aun cuando otras corrientes afirman que este monumento megalítico en realidad fue elaborado durante el Neolítico. En la Cerámica, se dieron también evoluciones importantes, manifestándose en piezas polícromas, a las cuales en ocasiones se le incrustaban o agregaban adornos hechos en base a metal. Así como el arte funerario se desarrolló de forma importante durante esta etapa, así también lo hizo el arte bélico, en donde se unió el carácter utilitario de las armas de guerra con la necesidad de realizar piezas de gran valor estético.
Imagen: pixabay.com