El Pensante

El Paciente de Berlín, o el hombre que se curó de SIDA gracias a un trasplante

Medicina - octubre 22, 2017

Imagen 1. El Paciente de Berlín, o el hombre que se curó de SIDA gracias a un trasplante

Timothy Brown con el doctor que lo operó

VIH/SIDA

Desde su aparición en la escena pública hacia finales de los 70’s, el virus del VIH ha sido el terror de varias generaciones y práctico sinónimo de muerte y sufrimiento. Por esto, así como por su potencial transmisión en relaciones sexuales, el VIH es un virus lleno de misterio, tabú y malentendidos.

Ya hablamos en este artículo y en este otro de la aparición del virus, en algún momento de la primera mitad del siglo XX, así como de su expansión y de las teorías de la conspiración que ameritó en el bloque comunista (y posteriormente en todo el mundo). Al día de hoy, muchos siguen clamando que el VIH fue en verdad una invención de las farmacéuticas o un intento fallido de crear un arma biológica (o más interesante aún, que ni siquiera existe).

En cualquier caso, el funcionamiento del virus siempre ha tenido algo de misterio. Sin embargo, el desarrollo de terapias antirretrovirales en los 90’s probó una altísima efectividad y si bien no puede curar el VIH, sí puede evitar que se convierta en SIDA (Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida), que es lo que realmente mata a las personas.

Curación

Pero el hecho de que una curación no haya sido desarrollada no significa que no haya habido personas que se hayan curado de la enfermedad. El VIH parece tener relación con ciertas condiciones genéticas y algunos simplemente son inmunes (por razones que no comprendemos del todo).

Lo cierto es que se sabe que al menos un 10% de la población europea podría tener un gen asociado a la anulación del virus. Este gen, que seguramente no es el único, se ha transmitido entre pacientes en al menos una ocasión, causando la cura de la enfermedad. En efecto, en el año 2006 un hombre que vendría a conocerse como el Paciente de Berlín fue curado de manera inesperada del VIH.

El Paciente de Berlín

Timothy Brown es un estadounidense nacido en 1966 a quien le diagnosticaron el VIH en 1995. En aquellos tiempos los tratamientos estaban muy poco desarrollados y muchos tomaban el diagnóstico como una práctica sentencia de muerte. En efecto, Brown comenzó a deteriorarse y pese al tratamiento sufrió una serie de recaídas, la peor de las cuales (en 2006) hizo inminente un trasplante de médula para tratar la leucemia que había desarrollado. Se seleccionó un donante con una cualidad específica: dos copias genéticas de una rara variante de un receptor de la superficie celular asociado a inmunidad al VIH. Sin embargo, había pocas expectativas.

La situación fue de mal en peor. Brown sufrió un caso particularmente agresivo de Enfermedad de injerto-contra-huésped: esto significó que las células blancas de su donante no reconocieron las suyas propias y comenzaron a atacar su cuerpo. Esto, a su vez, degeneró en una rara condición conocida como Leucoencefalopatía, una afección de la “materia blanca” en el cerebro. Ambas condiciones son conocidas en el mundo de los trasplantes (particularmente aquellos asociados a células madre, como los de médula) y suelen resultar mortales.

Imagen 2. El Paciente de Berlín, o el hombre que se curó de SIDA gracias a un trasplante

Conteo

Pero Brown no murió. Tras mucho esfuerzo, los médicos pudieron estabilizarlo y lograron que el trasplante se acoplara a su cuerpo. De nuevo, la situación era crítica pues todo el asunto los había obligado a suspender el tratamiento con antirretrovirales, crítico para la supervivencia del paciente. Cuando iban a recomenzarlo, hicieron un conteo de células infectadas para ver la gravedad del caso y la dosis requerida. Y aquí llegó la sorpresa.

No había ninguna.

Los anticuerpos indicaron lo mismo. Brown, a todas luces, estaba curado.

La cura milagrosa

Aún se debate qué causó la curación de Brown. Originalmente se pensó que las “habilidades” inmunes del donante se habían transferido al paciente. Sin embargo, casos más recientes parecen revelar que se trató de otro asunto: la enfermedad injerto-contra-huesped. En 2017, 6 pacientes que han tenido historias semejantes han resultado curados, pero solo uno tenía, como Brown, un donante inmune.

Por esta razón, hoy los médicos creen que la enfermedad lleva a que las nuevas células maten a prácticamente todas las células viejas, causando en el proceso la curación… y casi la muerte. Es una lástima, por supuesto, pues este tratamiento no es viable para nadie y no puede ser implementado a gran escala, menos en un tiempo en el que el VIH ya no representa una enfermedad temible, sino una controlable.

Fuentes:

  1. https://www.sciencemag.org/news/2014/09/how-did-berlin-patient-rid-himself-hiv
  2. https://en.wikipedia.org/wiki/The_Berlin_Patient
  3. https://www.20minutos.es/noticia/1551127/0/timothy-ray/unico-caso-mundo/cura-vih/

Imágenes: 1: fredhutch.org, 2: centerforhealthjournalism.org