De acuerdo con los antiguos, el piercing al lado izquierdo de la nariz, conecta espíritu y cuerpo físico. En la Historia data de más de 4.000 años en medio oriente, en la biblia se menciona en Génesis (24:22) cuando Abraham obsequia un “SHANF” que en hebreo significa anillo de nariz, a la que será la esposa de su hijo.
Culturas como Bereberes en África y los beduinos de medio oriente continúan esta tradición, simboliza riqueza familiar y el esposo ofrenda el piercing a su esposa.
La conexión espiritual del piercing a la izquierda de la nariz es de sabiduría ayurveda, āyuh: ‘duración de la vida’ y veda ‘verdad, conocimiento’; esta medicina tradicional de la india estudia los 4 elementos: Tierra, Agua, Aire, Fuego y Eter.
Siendo el piercing un punto energético en que la mujer activa una conexión a sus genitales para reducir dolor en los partos, periodo menstrual y aumentar la percepción del sexto sentido característico de la mujer, porque las ondas cerebrales se localizan en la punta de la nariz. La nariz está conectada a los sentimientos románticos, emocionales y sexuales, por eso las novias hindúes llevan valiosas joyas haciendo homenaje y conexión a su aguda percepción.
En textos Védicos, los libros sagrados de India se mencionan los aros en la nariz, en india la nariz no solo respira y percibe olores, es un lugar relevante y sagrado para la evolución espiritual y más si esta perforada y decorada.
En Occidente el piercing en la nariz es una tendencia estética y a veces como un símbolo de rebeldía, olvidando sus orígenes sabios de beneficios espirituales y físicos.