Según las profecías de varios videntes e iluminados de las épocas, pronto estaríamos a punto de presenciar un fenómeno astronómico impresionante.
Se trata del cruce de nuestro Sistema Solar por los anillos fotónicos de Alcione, lo cual, podría desencadenar el Apocalipsis descrito en la Biblia y en otras escrituras milenarias. A continuación, la versión científica contrastada con la versión mística:
Orbitamos alrededor de la pléyade más grande
Alcione, es uno de los soles más importantes del conjunto de estrellas denominado “Las Pléyades”, al cual también pertenece el Sol que nos alumbra. Sin embargo, Alcione es un sol mucho más gigantesco, con unos anillos de fotones impresionantes, al estilo de Saturno, sólo que los del planeta son de hielo y rocas y los de la estrella son radiación pura.
De acuerdo con los gnósticos, cuando nuestro planeta atraviese esos anillos, ya que su órbita se encuentra en dirección hacia ellos y tarde o temprano sucederá, entonces habrá un cambio exagerado en las leyes de la materia, se alterarán todas las moléculas de los organismos de todos los reinos de la naturaleza.
Cambiará radicalmente la biología y hasta las matemáticas serán otra cosa totalmente distinta a lo conocido actualmente. Según esta perspectiva, todo se tornará radioactivo y muchas personas perderán la vida al no resistir esa súper energía que entraría en la Tierra, perteneciente a los anillos de fotones de Alcione.
Tanto la ciencia como las culturas milenarias, afirman que el viaje del sistema solar por la galaxia, dura alrededor de 24 mil años cósmicos y a eso se le denomina una era.
Desde el año 1962, se lleva informando por diversos medios, que comenzó la nueva era de Acuario, es decir, un nuevo ciclo alrededor del sol central de la galaxia y que ello atraería graves catástrofes, que al igual que en anterior ciclo, eliminaría casi toda la raza humana y resetearía la vida en el globo terráqueo.
Algunos científicos están de acuerdo con las culturas milenarias, con los gnósticos y los metafísicos. Afirman los estudiosos que cuando una antipartícula se forma, aparece en el tapete de la existencia dentro de un universo repleto de partículas ordinarias, mismas que en menos de unos milisegundos, chocan entre sí contra un electrón.
En consecuencia, la carga de electricidad queda anulada y la masa completa de la partícula finalmente se transforma en energía, a modo de fotones. En eso consiste el fenómeno de los anillos de Alcione, que fue descubierto en el año 1961. Todos los astrónomos concuerdan con que nos movemos rápidamente hacia las Pléyades, que en total son siete.
Tanto los griegos, egipcios, fenicios, chinos y japoneses antiguos, entre otras civilizaciones antiquísimas, han contemplado de manera muy relevante, a las Pléyades como parte fundamental de su mitología.
Por consiguiente, los astrónomos han venido efectuando diversos estudios y cálculos sobre la influencia de Alcione en la Tierra. Este sistema estelar pleyadiano se localiza en la constelación de Tauro y seis de ellas giran en torno de Alcione, el sol más grande y luminoso de las siete.
Grandes autores hablando del tema
Uno de los científicos más resaltados en estas investigaciones, es José Comas Solas, uno de los descubridores de que nuestro sistema solar forma parte de las Pléyades. Otro grande estudioso fue Paul Otto Hesse, en cuya obra intitulada “Der Jungeste Tag”, también expuso varios detalles de nuestro sol y su órbita alrededor de Alción.
Según Paul Otto Hesse, existen dos ciclos en la órbita de nuestro Sol, alrededor de la estrella principal pleyadiana y sus poderosos anillos de fotones. Cada periodo consta de 12 mil años. Uno corresponde al tiempo de luz y otro a la temporada de oscuridad, que es cuando no podemos ver la luz de Alcione, como en estos momentos.
Hesse igualmente se enfocó en describir los enormes anillos radioactivos de la súper estrella, los cuales tienen un alcance efectivo de aproximadamente dos mil años luz solares, o 760 billones de millas. De modo que dedujo, al igual que los demás astrónomos, que todos los sistemas solares pleyadianos, incluyendo el nuestro, deben atravesar por el cinturón fotónico en algún momento.
Nuestro sol tardaría dos milenios en ese proceso de cruzar esa región del anillo de Alcione, afirma Hesse y los científicos. Así mismo, tanto profetas, ocultistas y astrónomos, tienen el mismo temor: si el planeta Tierra llegase a entrar primero que el Sol, a esa zona fotónica, todo ardería en un fuego abrazador del cual no sobreviviría nada.
Empero, si el Sol fuese el primero en cruzar, se produciría de inmediato un proceso atmosférico que incendiará el cielo, pero el calor no será letal, aunque la materia se verá radicalmente afectada y de acuerdo con los cálculos, habría una luz día intensa, fosforescente y perpetua durante esos dos mil años.
En el caso afortunado de que atraviese primero el sol, antes que nada, se vivirían tres días de oscuridad, como resultado del tremendo estado de éxtasis molecular atmosférico, apunta Otto Hesse.
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