Una conspiración muy extraña

Una de las conspiraciones más radicales y menos conocidas en los últimos tiempos fue propuesta por William Cooper, un escritor estadounidense reconocido por sus revelaciones sobre conspiraciones en el gobierno norteamericano. El hombre fue asesinado por la policía en el año 2001 en un operativo en el que se le buscaba por mora en el pago de impuestos, la versión oficial parece haber sido modificada y sus familiares aseguran que la policía tenía instrucciones de no dejarlo volver con vida a su casa. Se tienen documentos en los que la policía afirmó que era un “loco y peligroso miliciano”, creando sospechas en las intenciones de los oficiales que fueron a detenerlo.

Uno de los proyectos más curiosos (casi estrambóticos) que este hombre reveló se denomina como Proyecto Lucifer. De acuerdo con Cooper, quien publicó esto en el año 2001, se trataba de un proyecto secreto de la NASA para modificar de manera considerable el funcionamiento de nuestro sistema solar. Y de acuerdo con sus seguidores, el primer proyecto fracasó y actualmente nos encontramos en el segundo intento.

El proyecto, que ha sido muy criticado y cuestionado por la comunidad científica, consistiría en utilizar las cargas de plutonio de las sondas espaciales para causar una reacción en cadena que llevaría a Júpiter a convertirse en una estrella enana. Este proyecto habría fracasado cuando la sonda Galileo no se despachó correctamente contra la superficie de Júpiter y habría vuelto a realizarse, esta vez con Saturno como objetivo.

El proyecto Lucifer

El proyecto va como sigue: las cargas de Plutonio irían estratégicamente ubicadas para que, tras enviar sus imágenes a la tierra, la sonda se estrellara con la superficie del planeta donde la presión haría estallar las cargas por fusión generando una reacción en cadena que llevaría a que todo el hidrógeno del planeta comenzara a fusionarse. Esto, a su vez, llevaría a que se creara una nueva estrella en el sistema solar.

Efectivamente, en el año 2004 la sonda espacial Galileo se estrelló contra la superficie del gigante gaseoso y de acuerdo con varias versiones apareció una misteriosa mancha negra cerca al sitio del estallido. Sin embargo, algo hizo que el plan fallara y las esperanzas de la NASA estarían ahora cifradas en un plan similar, solo que con la sonda Cassini y esta vez en el planeta Saturno.

La ciencia detrás de la explosión no está clara, y además parece ser que Saturno es demasiado pequeño para sostener reacciones termonucleares, por lo que la explosión, por más masiva que fuera, no crearía una estrella. Júpiter, por otra parte, se encuentra justo en el umbral de tamaño de una Enana Marrón y quizás podría convertirse en una, aunque no está claro si una explosión atómica moderada bastaría para desencadenar un cambio de tal magnitud.

La verdadera pregunta es “¿por qué?”. ¿Por qué crear una nueva estrella que amenace la viabilidad de la vida en la tierra y destruya, potencialmente, nuestra sociedad? Es fácil explicar una conspiración orientada al gobierno global o el envenenamiento de segmentos de la población, pero en este caso las razones son algo completamente inexplicable. Si bien algunos afirman que las lunas de Júpiter y Saturno se volverían habitables, ¿cómo haríamos para movernos allí? (o bueno, para llegar quienes estén detrás de todo esto?)

En todo caso, la conspiración (postulada en el 91) predijo correctamente los acontecimientos de la sonda Galileo hasta el 2003, cuando chocó con la superficie de Júpiter. Puede ser que también acierte en esta ocasión, y la sonda Cassini termine estrellada en la superficie de Saturno. ¿Crees que entonces suceda algo semejante a los que postula la teoría del Proyecto Lucifer?

Fuente de imágenes: 1: i2.wp.com, 2: bibliotecapleyades.net