Definición del valor del trabajo
En el ámbito de los valores éticos, se conoce como Trabajo a la capacidad e intención que tiene el ser humano de ser cada día mejor y obtener mayores resultados en aquello que ha decidido como su actividad profesional o laboral.
Ligado estrechamente a otros valores como la Laboriosidad, la Efectividad, la Devoción y el Servicio, una persona que ejerza el valor del Trabajo, será un individuo que cada día coloque todo su empeño en perfeccionar su desempeño, al tiempo que contará con la fortaleza necesaria para hacer frente a los distintos contratiempos y obstáculos, entendiendo que estos se superan gracias a la Constancia, la Tenacidad y el empeño.
Importancia del Trabajo como valor
Por otro lado, disciplinas como la Psicología han señalado los beneficios individuales que puede tener en una persona incluir dentro de sus sistemas de valores el del Trabajo. En sintonía con esto, un individuo que practique el valor del Trabajo en primer lugar empezará a ser conocido por su entorno como una persona honesta, entregada, trabajadora y eficiente, lo que le irá abriendo puertas académicas y laborales, pues esta característica es indispensable para avanzar en el mundo profesional, en el cual buscan personas que se dediquen a su labor, y que luchen cada día por hacerla mucho mejor.
Así mismo, un individuo reconocido en su entorno como una persona trabajadora, generará una estima social, que a la larga se manifestará en el establecimiento de vínculos sociales basados en el Respeto, la Admiración, la Cooperación y la Confianza, que se traduzcan en un bienestar mutuo, y en sentimientos de orgullos, satisfacción y alta Autoestima, factores indispensables a su vez para una buena salud física y emocional.
En cuanto al aspecto social, la Psicología también ha indicado sobre la importancia que tienen el valor del Trabajo incluido en el esquema de comportamiento y pensamiento de los miembros de una sociedad, la cual tenderá a tejer una red de relaciones basadas en el compromiso, la seriedad, la honestidad, la laboriosidad y la efectividad, que se traducirá en una sociedad mucho más productiva y consciente del rol y la responsabilidad que juega cada individuo en la labor de generar a su comunidad los recursos necesarios para su manutención, desde cualquier área desde donde desempeñe su trabajo.
Adquisición del Trabajo como valor
A pesar de que el valor del Trabajo es una cualidad inherente al ser humano, la Psicología también ha puesto el foco en la importancia que tiene inculcar y estimular este valor en los niños, desde las primeras etapas de la infancia, a fin de criar individuos que sepan la importancia de entregarse a la labor que realizan, de forma eficiente y dedicada, a fin de ser cada día mejores, como parte de las responsabilidades que tienen al ser parte de una comunidad.
No obstante, puede que hayan padres y maestros que se sientan un poco desorientados en el momento de diseñar estrategias educativas, encaminadas a sembrar y cultivar el valor del Trabajo en los más pequeños, por lo que la Psicología también ha ideado algunos consejos y métodos que pueden hacer un poco más sencilla y clara esta tarea. A continuación, algunos de ellos:
1.- Como siempre que se trata del aprendizaje de una cualidad o valor, la principal herramienta será la del ejemplo. De esta forma, un niño que se levante viendo cómo sus padres se esfuerzan cada día por ir a sus trabajos, o cumplir con sus responsabilidades, tanto en casa como fuera de ella, será un individuo que se forme siendo consciente de que el compromiso de un individuo es llevar a cabo y de la mejor manera las asignaciones que él escogió.
2.- Igualmente, los padres deben transmitirle al niño que el estudio es el primer trabajo que él enfrentará, el cual le permitirá formarse en lo que lo haga feliz y lo ayude a vivir con dignidad, por lo que debe colocar su mejor esfuerzo en aprender y ser cada día mejor estudiantes, pues esa es su responsabilidad con él mismo, con sus padres y como miembro de una familia.
3.- Así mismo, los padres deberán acompañar a su hijo durante los primeros años de estudio, a fin de enseñarle el método adecuado para estudiar, propinándole un lugar limpio, ordenado, tranquilo, así como un horario flexible, adaptado a la edad del niño. De igual forma, los métodos de estudio y las instrucciones deben ser dadas con un lenguaje cordial y receptivo, viéndole el lado lúdico a las actividades, pues de lo contrario el niño comenzará a generar rechazo hacia sus obligaciones, cuando por el contrario se busca que sienta placer al realizar un trabajo.
4.- En sintonía con esto, los padres deben también reconocer el esfuerzo y los triunfos escolares o deportivos del niño, explicándole que la victoria no es producto del azar, sino que influyó directamente el esfuerzo y dedicación que el niño colocó en su tarea cotidiana. Así mismo, se le debe acompañar a vivir sus derrotas, ayudándolo a reflexionar sobre cuáles fueron las causas de esta, y de qué manera podría remediarlas, siempre instando al infante a continuar para superarse.
5.- Por su parte, los maestros pueden generar en el aula actividades que vengan a reforzar lo que el niño ha aprendido en casa sobre el valor del trabajo. De esta forma, los maestros pueden por ejemplo propiciar la lectura colectiva de historias o fábulas que vengan a ilustrar al niño sobre la importancia del valor del Trabajo, de una forma sencilla y con un lenguaje adecuado para su edad.
Fuente de imagen: elpensante.com