Homosexualidad
Las visiones de la homosexualidad han variado mucho a lo largo de la historia. En algunas sociedades era casi un requerimiento (como en la Grecia Clásica, por ejemplo), pues se consideraba la “normalidad”. En otras, como en la China Tang, era vista con sospecha, pero en últimas ignorada. En la Europa Medieval, contrario a lo que se cree, la situación era muy semejante, con la homosexualidad siendo principalmente ignorada mientras la persona estuviese casada y tuviera descendientes.
Sin embargo, con el paso de los años la homosexualidad comenzó a ser vista de manera cada vez más sospechosa. Hacia finales del siglo XVIII, y sobre todo en el siglo XIX, se convirtió primero en un acto obsceno y posteriormente en un crimen, y sería duramente perseguida por los gobiernos modernos. Únicamente hasta las últimas décadas del siglo XX comenzaría el péndulo a revertirse y la homosexualidad a ser, de nuevo, considerada con cierta naturalidad.
Fue en este contexto que vivieron Elisa Sánchez Loriga y Marcela Gracia Ibeas: dos mujeres que estaban enamoradas a principios del siglo pasado en la Católica España, donde su amor jamás sería aceptado.
Elisa y Marcela
Las mujeres, sin embargo no se habían resignado. Estaban dispuestas a hacer lo que fuese necesario para poder estar juntas, al punto de engañar a las autoridades y conseguir un matrimonio formal. Pero antes de hablar de ello hablemos de cómo se conocieron las dos mujeres y cómo comenzaron sus amoríos.
El Romance
Elisa y Marcela eran ambas jóvenes estudiantes de la Escuela Normal de Maestras cuando se conocieron. Allí comenzaron a enamorarse, aunque claro, su relación nunca se hizo pública.
Cuando Marcela obtuvo trabajo como maestra en Dumbría, un pequeño pueblo de La Coruña, Elisa viajó con ella, y comenzaron a vivir juntas. No está claro si su romance era conocido por su familia, pero en cualquier caso se sabe que para este momento ya sospechaban algo. La joven pareja, sin embargo, mantuvo las apariencias.
Cuando la presión comenzó a subir las mujeres decidieron casarse. Pero como evidentemente no podrían hacerlo directamente, idearon un elaborado engaño:
El Matrimonio
Elisa comenzó a escribir cartas a su familia donde hablaba de crecientes peleas con Marcela y señalaba que estaban a punto de romper. Poco después, afirmó que no aguantaba más y que iba a irse de la casa.
Marcela, entretanto, hacía lo equivalente con su familia, pero señalando además a un tal Mario que era primo de Elisa y que había mostrado interés en ella. Mario, afirmaba Marcela, tenía más o menos la misma estatura de Elisa y un temperamento semejante.
«Un Matrimonio sin Hombre» decían los titulares de los periódicos
La trampa estaba tendida. Pronto, Marcela se presentó ante Víctor Cortiella, sacerdote de la Iglesia de Dumbría, con su prometido, Mario. La pareja se casa… excepto que, obviamente, Mario es Elisa disfrazada de hombre.
El escape
Lamentablemente para las jóvenes el secreto no se mantuvo mucho tiempo. Poco después los vecinos denunciaron un “matrimonio sin hombre” y las mujeres tuvieron que huir a Oporto, donde fueron capturadas y posteriormente liberadas por petición de la gente del pueblo. De allí emigraron a Argentina, estando Marcela embarazada, a ver si por fin podían vivir tranquilas.
Lo último que se sabe de la pareja es que Elisa se casó con un anciano danés, que solo más tarde se dio cuenta que lo estaban utilizando.
En este año se estrenará una película de la pareja en España.
Fuentes:
- https://www.abc.es/play/cine/noticias/abci-primer-matrimonio-lesbianas-espana-engano-iglesia-201802071119_noticia.html
- https://www.elespectador.com/noticias/cultura/la-pelicula-de-la-primer-pareja-de-lesbianas-espanolas-articulo-737715
- https://elpais.com/cultura/2018/02/06/actualidad/1517913640_851858.html
Imágenes: 1: empuje.net, 2: pilarzamoragenealogia.com
