Según las divisiones políticas, planteadas por la Geografía, América se distingue como un continente de gran extensión, el cual se encuentra situado en el hemisferio occidental, estando a su vez comprendido entre el océano Atlántico (oriente); el océano Pacífico (occidente); el océano Glacial Ártico (norte) y las islas Diego Ramírez (sur), constituyéndose entonces como una gran plataforma continental autónoma, y sin ningún tipo de contacto territorial con los otros continentes.
Curiosidades sobre América
Así mismo, podrían tomarse en cuenta otros importantes datos sobre la conformación geográfica de este continente, los cuales hacen que resalte por sobre los otros. De esta forma, podrían dividirse esta serie de particularidades en dos áreas básicas:
Datos geográficos
En primer lugar, se podría señalar que América presenta una extensión casi cercana a la que tienen el gigante asiático. De esta forma, el continente americano cuenta, a lo ancho y largo, con cuarenta y tres millones trescientos dieciséis mil kilómetros cuadrados (43.316.000 km2) constituyéndose así como el segundo continente más extenso del planeta. Así mismo, debido a su gran extensión, América constituye en cuanto a su territorio un total de 8,4% del planeta, quedando por debajo de Asia, apenas por 0,3%.
Igualmente, su realidad geográfica hace que la mayoría de su territorio se eleve por encima de la superficie del agua, y aun cuando tiene numerosas islas, la mayoría del territorio americano pertenece a su plataforma continental, constituyéndose entonces como el poseedor de 30,2% de las tierra emergidas del planeta, lo que en este sentido hace que supere incluso al continente asiático, el cual apenas representa 29,45% de las tierras que se encuentran sobre el nivel del mar. En este sentido, América se convertiría entonces en el continente con mayor cantidad de territorio sobre la superficie marina del planeta.
Datos demográficos
Por otro lado, con respecto a su población, esta constituye –según las cifras arrojadas por las instituciones internacionales- un aproximado de mil cuarenta y un millones treinta y cuatro mil habitantes (1.041.034.000) lo cual le confiere al continente americano ser el hogar del 12% de la población mundial. De esta forma, aun cuando no cuenta con la inmensa densidad poblacional de Asia, sí le secunda convirtiéndose en el segundo continente más poblado del planeta. Entre las ciudades americanas, con mayor concentración de personas, destacan São Pablo, Nueva York y por su puesto México DF.
Así mismo, sus distintos procesos de población, entre los que se encuentran las primeras migraciones, el desarrollo independientes de las culturas originarias, la conquista española, inglesa y portuguesa, el tráfico de esclavos africanos, las migraciones europeas en tiempos de la Primera y la Segunda Guerra Mundial, entre otros proceso, hacen que la población americana pueda ser considerada igualmente como uno de los pueblos más diversos, en términos culturales, históricos y de ascendencia genética, siendo entonces proceso de un continuo mestizaje entre las diferentes culturas que han hecho vida en su territorio.
¿Descubrimiento o encuentro?
Siempre que se habla sobre el continente americano y la gran diversidad cultural de su población resulta inevitable recordar su historia inmediata, en cuanto al proceso de conquista y dominación que los pobladores originarios de este continente debieron enfrentar y sufrir por parte de los pobladores del continente europeo. En este sentido, las discusiones incluso comienzan en la forma adecuada de referirse al proceso inicial que dio paso a la conquista e invasión del territorio: el momento de la llegada de los europeos al continente.
Durante años, se llamó a este suceso histórico, y sin mayor objeción por parte de los americanos, el Descubrimiento de América, planteando básicamente con este concepto que Europa se adentró en los mares descubriendo la existencia de un territorio extenso y rico en recursos, que la ayudaron a enriquecerse de una forma sin precedentes.
No obstante, de acuerdo a la visión americana, la cual cada vez se hace escuchar con más fuerza, la idea de Descubrimiento plantearía un territorio vacío, que se presentaba a toda disposición para los viajeros europeos, hecho que a nivel histórico resulta impreciso, pues de acuerdo a lo que han arrojado las investigaciones, así como el testimonio de conquistadores o misioneros como Fray Bartolomé de las Casas, América no estaba vacía, por el contrario poseía una gran densidad poblacional, contada en millones de habitantes, siendo además el territorio en donde se había desarrollado durante siglos importantes civilizaciones como los aztecas, mayas, incas, entre otros.
De esta forma, según los críticos del nombre Descubrimiento no se puede nombrar así a la llegada de los europeos a América, puesto que si existió en algún momento descubrimiento habría sido hecho por los primeros pobladores del continente, lo cual se cree ocurrió miles de años antes, a través de migraciones realizadas desde el continente asiático. Incluso –de acuerdo a los investigadores- tampoco sería correcto afirmar que Cristóbal Colón y sus hombres fueron los primeros viajeros de otras tierras en llegar a territorio americano, puesto que las evidencias arqueológicas, halladas en Canadá, han demostrado que el pueblo Vikingo llegó y se asentó en territorio americano mucho tiempo antes de los europeos.
Así las cosas, entonces –según lo planteado por los defensores de reescribir la historia- en el caso de la llegada de los españoles a territorio americano, se podría señalar en todo caso como los primeros viajes de Europa a América, y no como un descubrimiento, siendo entonces el término “Encuentro de dos mundos” como el más aceptado como políticamente correcto.
Encuentro sin precedentes
No obstante, lo que sí es una realidad sin discusión es que la llegada de los europeos a este continente fue el que más cambios culturales, históricos y demográficos para ambas regiones, cambiando para siempre la visión de mundo por parte de occidente, así como la conformación que existía en América, territorio en donde fueron arrasadas por completo cientos de pueblos y culturas, haciendo mucho más difícil la comprensión de los habitantes originarios del continente.
Sin embargo, más allá del genocidio y el irrespeto hacia el otro, además del secuestro y esclavización de la población africana, traída a la fuerza al nuevo continente, para sumarla a la ecuación del mestizaje, lo cierto es que esta serie de hechos se fueron combinando en el vertiginoso proceso cultural, genético e histórico que dio como resultado al pueblo americano, mestizo, diverso y rico culturalmente.
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