Con el nombre de manga japonés es reconocido mundialmente un género de historietas, nacidas en suelo nipón, el cual conforma -junto a las publicadas por Estados Unidos y Bélgica- una de las publicaciones de este tipo más populares y diversas en todo el planeta, siendo altamente apreciadas por miles de seguidores en todas las latitudes.
Manga, fenómeno comercial
A pesar de que su traducción literal es “historieta” el público ha legitimado, a través del uso, el nombre de “manga”, construyendo con su fidelidad toda una industria, la cual va más allá de la publicación de historietas en papel de imprenta, y que abarca varios formatos como el anime (series audiovisuales de animación), videojuegos o incluso producciones con actores reales, como novelas, series o películas, sin contar con los productos de merchandising, entre los que cuentan ropa, bolsos, cuadernos, llaveros, juguetes, entre cientos de artículos de colección.
De esta forma, semanalmente se publican miles de ejemplares, sobre cientos de historias, las cuales son vendidas rápidamente, abonando el terreno para las nuevas series que nacen a diario. Debido a la dinámica de publicación, estas historietas son publicadas en papel de imprenta, con un formato muy económico, lo cual no hace que los consumidores pierdan interés en el producto o lo valoren menos por la apariencia de su calidad, constituyéndose entonces como un verdadero fenómeno editorial y comunicativo, puesto que aun con la sencillez de su presentación y la calidad de sus materiales, los usuarios siguen deseosos de adquirir semanalmente el producto, a fin de seguir la trama y desenlace que viven sus personajes favoritos.
Así mismo, esta pasión por las historias y personajes ha hecho que algunas de las series traspasen las barreras de lo netamente editorial, para convertirse en el motivo de toda una industria que desde los años ochenta se ha erigido como una de las empresas más sólidas y productivas, tanto en Japón como en otras latitudes del planeta, en donde estos productos y personajes son buscados con verdadero frenesí, haciendo que la cultura nipona pueda entrar también en el inconsciente colectivo de la sociedad juvenil occidental, lo que además de ser todo un éxito de mercadeo, conforma un fenómeno social y cultural de alto impacto en el mundo globalizado.
¿Por qué manga?
Igualmente, su nombre se ha hecho popular dentro de la jerga juvenil de la aldea global, e incluso dentro de aquella perteneciente a los adultos contemporáneos, siendo usada también de forma indistinta para referirse a cualquier dibujo animado, de ojos grandes y rasgos particulares. Tal vez esta rapidez se deba a su fácil pronunciación, y a su parecido en español con la palabra mango (asa por donde se agarra el sartén / fruta tropical) razones que quizás influyeron para su rápida adopción dentro del mundo de habla hispana.
No obstante, cual sea la razón, lo cierto es que al consultar los textos históricos referentes a este tema, se puede encontrar que en realidad este término pertenece al japonés, siendo acuñado en primera instancia por el artista Hokusai Katsushika, reconocido representante del género de grabado conocido como ukiyo-e, quien unió la partícula man, que en japonés significa “informal” y la terminación -ga, la cual significa por su parte “dibujo”. De esta forma, la palabra “manga” podría contar con la traducción literal de “dibujo informal”, aun cuando también se le conoce en Japón con los significantes de “garabatos”, “dibujos sin importancia” o “dibujos insignificantes”, hecho reiterado también en su formato editorial, lo cual sin embargo no le ha restado seguidores, los cuales –por el contrario- aumentan en decenas cada semana.
Por consiguiente, al dibujante de mangas, se le conoce en Japón con la terminación mangaka, palabra que se forma a su vez uniendo el término manga (dibujo informal) con el sufijo japonés –ka, el cual puede ser traducido como “creador”. De esta forma, el vocablo mangaka, estaría refiriéndose literalmente al “creador de dibujos informales”, es decir, al dibujante de manga, bien si éste es publicado en papel o hecho en vídeo, formato que también se ha popularizado en los últimos años.
Clases de ojos en las mangas
Entre muchos de los rasgos distintivos de este género de dibujo, uno de los que más resaltan y que más discusiones ha generado en torno del público y artistas occidentales es el manejo que dan los dibujantes de manga japonés a los ojos de sus personajes, los cuales se caracterizan por ser grandes, expresivos, luminosos, en caso de tratarse de personajes bondadosos, o rasgados, pequeños y fríos, cuando el personaje en cuestión se caracteriza por su maldad o aspectos negativos.
No obstante, aun cuando en Occidente se ha determinado que el patrón de uso de estos rasgos se comporta de esa forma, la discusión sigue in crescendo sobre todo por el contraste que surge entre los ojos redondos y grandes de los personajes bondadosos o protagónicos y los rasgos fenotípicos de la cultura que la desarrolla: la cultura nipona, cuyo principal rasgo físico son precisamente los ojos rasgados, lo cual pareciera ser otro gran fenómeno cultural y sociológico a estudiar.
Al respecto han surgido varias teorías, que merecen ser revisadas brevemente, a fin de entender cuáles pueden ser las razones detrás de semejante contradicción. A continuación, algunas de las hipótesis más populares:
Arquetipos culturales
En este sentido, una primera hipótesis estaría apuntando precisamente la paradoja que afirma que dentro de la cultura nipona la felicidad, la sorpresa, el buen ánimo e incluso la bondad son entendidas con la expresión que lleva a la persona a abrir los ojos, hecho que se exageraría dentro de la manga, dando como resultado estos personajes de ojos enormes y brillantes. Por el contrario, dentro de la cultura japonesa también se entenderían los ojos rasgados como señal de mal humor, lo cual está relacionado también como falta de educación, entre otros factores negativos.
Herencia de un dibujante
No obstante, existe otra versión un poco más histórica donde se afirma que el manejo de los ojos dentro de la manga se origina y tiene como padre al dibujante Ozamu Tezuka, quien es reconocido por haber dado vida a uno de los animes más populares de los años ochenta: Astro boy. De acuerdo a los críticos y seguidores de esta teoría, Tezuka se inspiró en los rasgos de dibujos animados estadounidenses, como Mickey Mouse o incluso la propia Bettie Boop, buscando hacer que sus personajes recrearan mundos positivos e ideales, tal como lo hacían los propios en Estados Unidos, como una forma de olvidar los desmanes de la guerra.
Así mismo, los que se inclinan por apoyar esta teoría afirman que debido al éxito que generó Tezuka con sus dibujos, los otros dibujantes de manga decidieron dejarse influir por su estilo, imitando sobre todo el manejo de los ojos que tenía este dibujante. De esta forma, aun cuando cada artista del manga tiene su propio estilo y trazo, el dibujo de los ojos grandes se convirtió en una herencia, que ha sida pasada entre las generaciones de dibujantes, así también como en la de consumidores de este tipo de historietas.
Recreación de otra cultura
Finalmente, otra de las versiones que parece gozar de gran popularidad, en proporción inversa a las fuentes bibliográficas con las que cuenta, es aquella que señala al manejo de ojos grandes en el manga como una manifestación del deseo de los japoneses por crear un mundo ficcional en donde poder expresar aquello que no son, o incluso aquello que quisieran ser, y que básicamente –de acuerdo a lo que afirma esta teoría- habría nacido como producto de la gran decepción y tristeza que se apropió de la nación nipona luego de la segunda guerra mundial, a raíz de los ataques con bombas atómicas sobre su territorio, por parte de Estados Unidos.
De acuerdo con esto, la cultura nipona habría querido olvidarse de sus enemigos y también de ellos mismos, por lo que hubiese volteado su cara hacia el lado contrario, encontrándose con Europa. De esta forma, la manga sería un poco el reflejo de los japoneses por olvidar un poco la propia situación y naturaleza, centrándose en la creación de personajes de ojos redondos, cuerpos delgados, súper poderes y mundos fascinantes, en los cuales adentrarse para olvidarse un poco de lo que era su realidad en los años de postguerra.
Patrón aceptado
No obstante, sea cual fuere el origen del uso específico que tienen los ojos dentro del manga japonés, lo cierto es que con los años fue adoptado, encontrándose en la actualidad totalmente afianzado, e incluso reconocido como parte del código y pacto ficcional establecido entre los dibujantes y el público. De esta forma, los ojos redondos y grandes transmiten nobleza y bondad, mientras que los rasgados son destinados a la maldad, sin que esto parezca causar algún tipo de conflicto entre los miles de seguidores japoneses y asiáticos, mucho menos por su puesto en los fanáticos occidentales.
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