En el ámbito de la Teología cristiana se ha designado el concepto “Pecado Original” para nombrar la supuesta mancha que existe sobre todos los seres humanos, a raíz de la desobediencia de Adán y Eva, la cual originó –según la cosmología bíblica- que Dios los expulsara del Edén, así como la asignación de otros castigos.
De esta forma, para el cristianismo la idea de “Pecado Original” abarca a toda la Humanidad. No obstante, la intensidad de su implicación ha sido interpretada de forma distinta en varias épocas, y según las nociones teológicas que han predominado en ellas. De esta forma, para algunos teólogos la noción de “Pecado Original” estaría simplemente haciendo alusión a la naturaleza pecadora del hombre, por lo cual éste –por su conformación- estaría siempre en disposición de cometer pecado. Por el contrario, otras visiones más drásticas que han tenido lugar en épocas antiguas han tomado el concepto de Pecado Original para describirlo como una culpa colectiva que signa a la humanidad a vivir en un ámbito de depravación y pecado total.
Origen de la noción de Pecado Original
Sin embargo, y aun cuando tiene su base en la Biblia, el concepto como tal de Pecado Original, realmente fue ideado por el obispo de Lyon, Irineo, a penas en el segundo siglo después de cristo, no siendo asumido sin cierta controversia. Sin embargo, cien años después, el célebre teólogo Agustín de Hipona (San Agustín) se entregó también a defender y postular esta doctrina, para lo cual se basó en algunos pasajes bíblicos, como por ejemplo Romanos 5: 12-21 o Corintios 15:22, escritos por Pablo de Tarso, en donde se afirma que la Humanidad entera comparte con Adán su pecado. Así también, San Agustín habría afianzado su teoría en algunos versículos del libro de Salmos 51: 5, el cual por ejemplo dice textualmente:
He aquí, en maldad he sido formado,
Y en pecado me concibió mi madre.
De esta forma, otros destacados teólogos, como por ejemplo Ambrosiaster, Tertuliano o incluso el propio Cipriano coincidieron en la visión de concebir el “Pecado Original” como la herencia que cada uno de los miembros de la especie humana heredaba directamente de Adán. Por su parte, otros como Calvino prefirieron identificar el “Pecado Original” simplemente como el pecado de concupiscencia, es decir, que el ser humano nacía con una mancha sobre él por haber sido procreado a través del pecado de concupiscencia de sus padres.
¿Qué opinan las principales religiones?
No obstante, la noción misma de Pecado Original es entendida de formas distintas por las principales religiones, diferenciándose en cuanto a su importancia e incluso en su existencia misma. En este sentido, tal vez resulte pertinente hacer una breve descripción sobre cuál es la posición de las tres religiones más importantes del mundo sobre esta noción teológica. A continuación, cada una de ellas:
Opinión del judaísmo
La religión Judía –en cuanto a que comparte el Antiguo Testamento con el catolicismo- cree en la existencia del Pecado Original, no obstante en el centro teológico de esta doctrina sigue habiendo un debate controversial sobre la naturaleza y origen de éste. Al respecto, algunos judíos creen que el pecado de Adán consistió básicamente en la desobediencia hacia la Ley de Dios, la cual trajo la muerte a sus descendientes, hecho materializado en la decisión de Dios de enviar el diluvio universal.
Sin embargo, de acuerdo a algunas fuentes especializadas, dentro del judaísmo tradicional no se puede hablar de la existencia de una noción llamada “Pecado Original”. Por su parte, los judíos ortodoxos sí creen que la naturaleza pecadora del hombre esté relacionada con la herencia del pecado de Adán. No obstante, por no pertenecer a la noción de la mayoría y mucho menos a la actual, no se puede decir que el judaísmo conciba el concepto de Pecado Original.
Opinión de los protestantes
Por su parte, algunas corrientes protestantes simplemente se han rebelado en contra de la noción de Pecado Original, pues teológicamente la consideran una contradicción que compite con el concepto de Libre Albedrío, pues bajo su forma de racionamiento no es entendible cómo Dios creó al hombre, dotándolo de Libre Albedrío, y luego lo castigó expulsándole del Paraíso por no hacer lo que él había ordenado. Ante lo que para ellos surge como incongruencia, algunos prefieren elucubrar en que todo se trataba del plan de Dios, para enviar a los hombres a su creación. Por otro lado, existen protestantes que incluso llegan a señalar el concepto de Pecado Original como una invención carente de sustento bíblico.
Opinión del Cristianismo
En cuanto al Cristianismo, principal religión en fomentar esta noción teológica, la concepción del Pecado Original fue fijada, a lo largo de los concilios de Cartago, Orange y Trento. Su noción no se separa mucho de lo que en su momento había promulgado San Agustín, considerando que la humanidad heredó el pecado original por parte de Adán, siendo esto lo que convirtió al hombre con un ser de naturaleza pecadora. Así mismo, la Iglesia Católica concebía una forma de curar esta especie de mancha heredada, a través del Bautismo, oponiendo así la naturaleza pecadora de Adán con la liberación que ofrecía Cristo, a través de su pasión.
Opinión del Islam
Finalmente, el Islam no sólo no comparte esta visión del Cristianismo, sino que va más allá rechazando contundentemente la noción de Pecado Original, puesto que para esta religión pensar en que el pecado de un individuo pueda recaer en otro es inadmisible, puesto que según esta doctrina el pecado es de quien lo comete, y no es transferible su culpa a otro. De esta forma, el Islam no sólo niega la existencia de este Pecado Original, sino que refuerza entonces la responsabilidad que tiene cada quien en su propia pureza con la que nace, así como la Libertad con la que Dios dota al ser humano, libertad que viene a sumarse a la responsabilidad individual sobre el pecado y la salvación del alma.
Imagen: pixabay.com