Definición de mujer
Dentro del ámbito biológico, se puede concebir a la mujer como los seres humanos que nacen bajo el sexo femenino. Más recientemente, este concepto se ha ampliado un poco, basándose un poco más en el hecho de la identidad sexual, más que en una mera característica biológica.
Con referencia a esto, en la actualidad, se conoce como Mujer, al ser humano que asuma o se desenvuelva bajo la identidad sexual femenina. No obstante, el ser mujer a lo largo de la historia ha sido un hecho marcado por varias etapas, en donde siempre el tema ha sido la opresión-liberación de esta población, que durante años ha sido explotada y subyugada por el sistema patriarcal, según indican las luchadoras feministas. Así mismo, en torno a esta discusión, también ronda el dilema de cuál es el rol que tiene o debe asumir la mujer en la Sociedad.
Roles de la mujer en la sociedad
Hasta hace aproximadamente medio siglo no existía dudas, para el sistema dominante de cuál era el papel de la mujer: en casa, a cargo de las obligaciones del hogar y las crianzas de los hijos. Situación que se encontraba también alimentada con los estereotipos surgidos alrededor de la figura femenina, la cual dictaba que la mujer ante todo debía ser un ser sumiso, obediente, callado, diligente y sobre todo complaciente, cuya única finalidad era conseguir un buen marido, así como su realización estaba totalmente ligada al hecho de ser madre.
Por ese carril, durante años entraron muchas mujeres, criadas para responder a estos patrones. En contraposición, muchas se revelaron a los designios de un sistema dominado por los hombres, siendo juzgadas a través de una serie de prejuicios y falsas creencias, al tiempo que fueron estigmatizadas y marginadas de la sociedad.
No fue hasta la década de los setenta, a finales del siglo XX, que las luchas sociales tuvieron un fuerte auge, tomando fuerza el discurso feminista que llevaba décadas tejiéndose en voces como Simone de Beauvoir o Rosa de Luxemburgo. Desde entonces, las discusiones sobre cuál es el verdadero rol de la mujer comenzaron a darse cada vez más en voz alta.
En la actualidad, la Mujer ha logrado en occidente conquistar espacios que hasta hace poco eran impensables, como el de Presidenta, Directora de Instituciones del Estado, Policía, Bombero, entre muchos otros oficios que en los últimos años han abierto sus puertas a la población femenina. Sin embargo, ahora existe otro problema en relación con la situación social del rol femenino, pues el asumir estas responsabilidades o decidir profesionalizarse no ha hecho que la sociedad deje de pensar que la mujer debe ser la responsable del trabajo doméstico y el cuidado de los hijos, por lo que aunque ha conquistado derechos, pareciera que esto ha cargado sobre los hombros de las mujeres más responsabilidades, pues además del trabajo que haya decidido desarrollar fuera del ámbito doméstico sigue siendo vista como la responsable de esta.
Tras un arduo debate, en el que también se ha puesto en jaque la visión sobre los hombres actuales, orientándose a que estos se vuelvan mucho más colaboradores de los oficios domésticos, integrándose a la crianza de los hijos y los oficios del hogar, cada día se logra más que las labores de casa sean realmente compartida entre los dos miembros de la pareja. Aunque algunos denuncian, que aun cuando en muchos países la mano de obra femenina sigue siendo pagada muy por debajo de la masculina, cada día la cifra de mujeres integradas al mercado laboral aumenta, mientras que las del hombre se reducen o especializan en demasía. Debido a esto, algunos sociólogos señalan que en países industrializados de occidente, cada vez más los roles comienzan a invertirse, siendo la mujer la que sostiene económicamente a la familia, mientras que los hombres están comenzando a habitar el ámbito doméstico, encargándose de los hijos y también de los oficios.
Sin embargo, esto ocurre en un mínimo de países en el planeta, pues al investigar realmente las cifras que se tienen con respecto a la población femenina, los índices sobre feminicidios, explotación sexual, trata de blancas, esclavitud, violencia sexual, explotación laboral, opresión, torturas y sufrimientos, procurados a la mujer, por su condición de vulnerabilidad, es decir, producidos por el hecho de género, resultan alarmantes, revelando que aun cuando esta población, asumida como una minoría más en el mundo (a pesar de que las cifras demográficas revelan que la población de mujeres en el mundo va en aumento) sigue en muchos lugares sufriendo los embates del sistema patriarcal que ve en el sexo femenino un ser débil, fácilmente dominable y totalmente estereotipado.
Algunos sociólogos han recalcado que en este camino de la conformación de un paradigma sobre la mujer, como un símbolo sexual, un objeto para el placer, o simplemente un ser signado al ámbito doméstico los medios de comunicación, en los países occidentales juegan un papel fundamental, siendo acusados constantemente por los movimientos feministas de profesar hacia el género femenino una violencia simbólica bastante fuerte, tratando de fijar estereotipos sobre las mujeres, que aun cuando son distintos a los que se tenían hace cincuenta años, siguen siendo estereotipos.
Finalmente, los movimientos feministas luchan precisamente porque a la pregunta de ¿cuál es el rol de la mujer en la sociedad? La respuesta sea “la que cada cual desee”, otorgándole a la mujer la capacidad plena de decidir y seguir el rumbo que como ser humano, libre y autónomo le parezca, y no por el contrario, como ha sucedido hasta ahora, tener que ceñirse al rol o los roles que dicta el establishment patriarcal sobre cómo debe comportarse y qué debe hacer en su vida cotidiana.
Imagen: eltijuanense.com